Cientos de solicitantes de asilo haitianos se congregaron el miércoles frente a la agencia de refugiados de México en la capital y en albergues en la ciudad norteña Monterrey, mientras los migrantes disuadidos por la crisis en la frontera de Estados Unidos buscaban un estatus legal en el país.
Casi 10,000 migrantes, principalmente originarios de Haití, permanecen en condiciones cada vez más graves en un campamento improvisado que surgió debajo de un puente que cruza el río Bravo desde la ciudad estadounidense Del Río, en Texas, hasta Ciudad Acuña, en territorio mexicano.
En los últimos días, autoridades de Estados Unidos sacaron al menos a 4,000 personas del lugar para procesarlas en centros de detención. Unos 523 haitianos han sido deportados a su tierra natal en cuatro vuelos, y las repatriaciones continuarán de manera regular, dijo el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.
Filippo Grandi, director de la agencia de Naciones Unidas (ONU) para los refugiados, advirtió que las expulsiones de Estados Unidos a la nación caribeña, que vive momentos de profunda inestabilidad, podrían violar el derecho internacional.
Las dramáticas escenas vistas en la frontera y la noticia de los vuelos de expulsión convencieron a algunos migrantes haitianos que transitaban por México de que sería mejor solicitar un estatus legal allí, en lugar de arriesgarse a cruzar la frontera de Estados Unidos.
"Mi pensamiento es buscar una vida mejor, donde yo lo encuentre (...) No dije que sea (en) Estados Unidos", afirmó Wilner Plaisir, un solicitante de asilo haitiano que espera afuera de las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en la capital del país.
"Si yo encuentro trabajo, me quedo trabajando con mi familia", agregó el hombre, quien es trabajador de la construcción.
Estadísticas publicadas por Comar muestran que 18,883 haitianos solicitaron asilo en México en los primeros ocho meses de este año, la segunda nacionalidad más alta después de los hondureños.
Con información de Reuters