El enviado especial de Estados Unidos para Haití renunció el jueves en una carta en la que criticó a Washington por deportar desde un campamento fronterizo a cientos de migrantes a la nación caribeña, que vive momentos de profunda inestabilidad.
La dimisión fue confirmada por un funcionario de alto nivel del Departamento de Estado estadounidense.
"No me asociaré con la decisión inhumana y contraproducente de Estados Unidos de deportar a miles de refugiados e inmigrantes irregulares haitianos", dijo Daniel Foote en una carta dirigida al secretario de Estado Antony Blinken que circuló el jueves.
Foote, un diplomático de carrera nombrado en julio como enviado especial a Haití, dijo que las condiciones en el país eran tan malas, que los funcionarios estadounidenses estaban confinados a recintos seguros.
Su renuncia sigue a la creciente presión sobre la administración del presidente estadounidense Joe Biden, proveniente de las Naciones Unidas y de sus compañeros demócratas, por el trato a los haitianos en un campamento de migrantes cerca de la frontera con México.
Hasta 14,000 personas llegaron a congregarse en el campamento la semana pasada, pero la población ahora se ha reducido a menos de la mitad debido a los vuelos de expulsión y las detenciones. Otros han abandonado el sitio rumbo a México para evitar ser enviados a casa.
Las dramáticas imágenes de guardias fronterizos estadounidenses a caballo blandiendo riendas para amedrentar a los solicitantes de asilo durante el fin de semana causaron indignación dentro de la Casa Blanca y de los grupos de derechos humanos.
Estados Unidos retornó a 1,401 migrantes del campamento situado en la ciudad estadounidense Del Río, Texas, a Haití y detuvo a otras 3,206 personas, informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) el miércoles por la noche.
Wade McMullen, abogado de la organización de derechos humanos Robert F. Kennedy, dijo que varios cientos de personas, en su mayoría mujeres embarazadas y padres con niños, habían sido liberados en Del Río, Texas, en los últimos días.
Las deportaciones se produjeron en medio de una profunda inestabilidad en la nación caribeña, la más pobre del hemisferio occidental, donde el asesinato del presidente, la violencia de las pandillas y un gran terremoto han sembrado el caos en las últimas semanas.
Filippo Grandi, director de la agencia de la ONU para los refugiados, ha advertido que las expulsiones de Estados Unidos a Haití podrían violar el derecho internacional.
Con información de Reuters