Diversas organizaciones de derechos humanos denunciaron hoy el uso de la violencia para frenar el ingreso de migrantes que saltaron en los últimos días la valla fronteriza con Marruecos en el enclave español de Melilla, y contrastaron la situación con el buen recibimiento que tuvieron los refugiados que llegaron de Ucrania a los países europeos.
"El mundo mira ahora horrorizado las imágenes que llegan de la guerra de Ucrania, y la Unión Europea (UE) se lleva las manos a la cabeza con la cantidad de personas refugiadas que esta guerra va a provocar", señaló Virginia Álvarez, responsable de Política Interior y experta en refugio y migración en Amnistía Internacional (AI) España.
"Activa, con buen criterio, la Directiva de Protección Temporal (DPT), concederá protección inmediata en los países de la UE a las personas de nacionalidad ucraniana que huyen del conflicto en el país", añadió.
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"Pero mientras tanto, en nuestras propias fronteras se castiga a las personas migrantes con extrema brutalidad: ¿esa es la imagen que queremos proyectar, así es como vamos a recibir a quienes llegan también de posibles conflictos o persecuciones?", contrapuso en un comunicado, en el que denunció que "España lleva años violando el derecho internacional en su frontera".
Varias ONG de defensa de los migrantes dieron a conocer un comunicado el jueves en el que denunciaron la violencia en la valla, aseguraron que una veintena de los migrantes tuvieron que ser hospitalizados y llamaron a que "se cumpla con el Convenio Europeo de Derechos Humanos, así como con la legislación vigente en materia de protección internacional y derechos humanos", según la agencia de noticias Europa Press.
La televisión española mostró en la víspera un video en el que se ve a varios agentes golpear con palos y echarle gases lacrimógenos a un migrante que bajaba lentamente por la valla, lo que provocó la condena de políticos como Íñigo Errejón, que lo compartió hoy en Twitter con el mensaje: "Esto es inadmisible. El respeto a los derechos humanos no puede depender de cuál sea tu color de piel".
El miércoles se produjo el intento de asalto a la valla más multitudinario registrado hasta la fecha, según las autoridades, protagonizado por 2.500 migrantes, y el jueves volvieron a intentarlo 1.200, mientras que hoy fueron otros 1.000, según las autoridades españolas.
En total, en estos dos días, 871 migrantes consiguieron su propósito y llegaron a la ciudad española, en comparación con los 1.092 de todo 2021.
"Esta mañana también hemos tenido otro intento de saltar la valla de Melilla de un grupo de más de mil personas", pero "se ha evitado" por la acción de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas, indicó el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en conferencia de prensa, consignó la agencia de noticias AFP.
"La colaboración y la cooperación con la gendarmería marroquí es perfecta, es plena", aseguró el ministro, después de que hace un año España acusase de "agresión" y "chantaje" a Marruecos por la entrada de más de 10.000 migrantes a otro enclave norteafricano español, Ceuta.
Grande-Marlaska denunció que los migrantes mostraron "una violencia inusitada" contra las fuerzas de seguridad.
Si bien Madrid alabó "la colaboración" de Rabat, una fuente de las fuerzas de seguridad españolas habló a la AFP de "presión" de Marruecos y dijo que "es muy raro que bajen 2.500 inmigrantes y no se ofrezca resistencia" del lado marroquí de la frontera.
Melilla y Ceuta, unos 400 kilómetros más al oeste, son las dos únicas fronteras terrestres entre África y Europa y, por lo tanto, sirven de puente a otros países europeos de muchos emigrantes africanos.
La llegada por miles a Ceuta de mayo de 2021 se produjo en un contexto de crisis diplomática entre España y Marruecos que todavía no está cerrada del todo, porque la embajadora marroquí en Madrid sigue sin volver a su puesto tras haber sido llamada a consultas.
Con información de Télam
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