El gobierno italiano anunció que impondrá gravámenes a los beneficios adicionales obtenidos por las empresas del sector energético producto del alza de precios provocada por la invasión rusa de Ucrania, para aliviar a las familias y las compañías.
"Gravemos parte de los extraordinarios beneficios que los productores están obteniendo por el aumento del coste de las materias primas y redistribuyamos ese dinero a las empresas y familias que están en grandes dificultades", dijo el primer ministro italiano, Mario Draghi, en una rueda de prensa al presentar el anuncio. El ministro de Economía y Finanzas, Daniele Franco, precisó, por su parte, que el impuesto será del 10% sobre los beneficios extraordinarios.
El objetivo es solventar una rebaja de 25 centavos de euro en el precio de los combustibles, que se disparó tras la invasión rusa, y congelar el precio de la energía durante el verano europeo. Una fuente gubernamental dijo a la agencia AFP que el impuesto se aplicará a los beneficios suplementarios obtenidos en los últimos seis meses en comparación con los del mismo periodo del año anterior.
Cuando presentó el “impuesto a los beneficios extraordinarios”, Draghi dijo que buscaba “dar al país una respuesta a la guerra en Ucrania” ante el aumento de los precios de la energía. Además precisó que el dinero recaudado ayudará a financiar un paquete de medidas de 4.400 millones de euros para aliviar los precios de la energía. Ese paquete se suma a los 16.000 millones de euros ya gastados en este ámbito en los últimos seis meses.
Los países europeos buscan nuevas estrategias para aliviar el coste de los precios de la energía, que ya eran altos y se han disparado desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero. Entre las nuevas medidas italianas decididas en este periodo de "gran volatilidad", según Draghi, figuran también el recorte de los impuestos sobre el combustible.