Francia es uno de los países europeos que más sufrió el aumento de la inflación desatado por la guerra en Ucrania y las sanciones de las potencias occidentales contra Rusia. En febrero, la inflación anual fue de 6,2%, pero si solo se tiene en cuenta los alimentos, el aumento de precios fue del 14,5%. Por eso, hace varias semanas que el Gobierno de Emmanuel Macron dice estar negociando medidas para contener los incrementos en ese sector tan sensible para cualquier población. Este lunes, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, anunció finalmente un acuerdo con las principales empresas de distribución minorista para limitar el precio de varios productos durante un "trimestre antinflación".
La iniciativa, que debe extenderse hasta junio, busca que esas empresas ofrezcan "el precio más bajo posible" a una serie de productos de su elección, entre 200 y 500, según explicó Le Maire, tras reunirse con los distribuidores. El costo de la operación, en la que participarán los supermercados Carrefour y Casino, entre otros, será de "varios cientos de millones de euros" y se financiará gracias a "los márgenes de los minoristas", precisó Le Maire.
El anuncio del "trimestre antinflación", que será reconocible por un logo con los colores de la bandera de Francia en los supermercados, coincidió también con un momento de fuerte convulsión social en Francia por las protestas masivas contra el proyecto de reforma previsional que impulsa Macron y que propone retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
Este rechazo más la creciente inflación en los precios de los productos básicos estaba generando un fuerte clima de malestar contra el Gobierno, especialmente cuando a principio del mes pasado varias de las principales cadenas de supermercados decidieron empezar a reducir los precios de varios productos ante la ausencia de una decisión estatal. Por eso, este lunes, el jefe de los supermercados E. Leclerc, Michel-Edouard Leclerc, criticó la reunión del ministro con los empresarios y la tildó de un intento de "comunicación política". "No esperé a una reunión pública para ser menos caro", se quejó en diálogo con el canal BFMTV.
A cambio de este acuerdo, las empresas minoristas obtuvieron la reapertura de las negociaciones comerciales anuales con los proveedores de la agroindustria que terminaron el 1 de marzo con un alza media de precios del 10%. Para ayudar a enfrentar la inflación, el ministro también anunció un "cheque alimentario" para los hogares "más modestos" en los próximos meses.
Esta última iniciativa es similar a la que impulsó a fin de año para hacer frente al fuerte aumento del precio de los combustibles. En ese momento, el Gobierno francés también consiguió que la petrolera Total y otras empresas de energía redujeran el precio de la nafta.
Con información de NA