El huracán Ida impactó a los proveedores de energía de Estados Unidos en la Costa del Golfo de México, clausurando la mayoría de los pozos costa afuera de la región y casi la mitad de su producción de combustible para motores y provocando un alza generalizado de los precios de la energía.
Ida tocó tierra el domingo en la costa de Luisiana, golpeando los campos de petróleo y gas estadounidenses en alta mar con vientos de 240 kilómetros por hora y elevando en hasta 3,7 metros el nivel del agua en tierra. Más de 620.000 hogares y negocios en Luisiana se quedaron sin electricidad.
Las pérdidas de producción, incluidas las de seis refinerías de la Costa del Golfo, elevarán los precios minoristas de la gasolina entre 5 y 10 centavos el galón, dijo la firma de seguimiento GasBuddy.
Colonial Pipeline, la red de oleoductos de combustible más grande de Estados Unidos, detuvo las entregas de combustible para motores desde Houston a Greensboro, Carolina del Norte. Sus líneas suministran casi la mitad de la gasolina utilizada a lo largo de la costa este del país y un cierre prolongado en mayo provocó escasez de combustible.
Unos 1,74 millones de barriles de producción de petróleo se perdieron a causa de los cierres del domingo, una cantidad mayor que la producción diaria de México. El gas natural estadounidense en el Golfo de México también se redujo en un 94%, o 2.000 millones de pies cúbicos, según un recuento del gobierno.
Seis refinerías que procesan 1,92 millones de barriles por día de petróleo en gasolina y otros productos derivados del petróleo, cerraron o redujeron parte de la producción. Las petroleras comenzarán el lunes los estudios de daños en las plataformas marinas.
Con información de Reuters