Estados Unidos pidió hoy la extradición del ex presidente de Honduras Juan Orlando Hernández por cargos de narcotráfico y tráfico de armas, apenas 20 días después de que entregara el poder a la flamante mandataria Xiomara Castro, por lo que el dirigente fue detenido, mientras la Corte Suprema del país centroamericano analiza el caso, un proceso que podría durar varios meses.
Desde anoche se rumoreaba que Estados Unidos pediría la extradición y, esta mañana, la casa del expresidente amaneció rodeada de policías. Hernández entonces circuló un mensaje de audio por sus redes sociales: "Son las 5:44 de la mañana. Les mando un mensaje a todos los que me han acompañado con sus oraciones, con sus buenos deseos; muchísimas gracias. No es un momento fácil; a nadie se lo deseo. El propósito de este mensaje es que la Policía Nacional a través de mis apoderados ha recibido ya mensajes que estoy listo para colaborar y llegar voluntariamente con su acompañamiento en el momento que el juez natural que designe la Corte Suprema, para poder enfrentar esta situación y defenderme".
Una vez que se oficializó el pedido de extradición estadounidense, la máxima corte del país eligió por unanimidad a Edwin Ortez Cruz para que se haga cargo del proceso, según un tuit del Poder Judicial. Poco después, el ex mandatario fue detenido por la Policía en su hogar.
Mientras el destino del ex mandatario está en manos del Poder Judicial, desde el Ejecutivo dieron señales de que apoyan una eventual extradición.
"No se trata de cinco kilogramos, como es el caso de los otros que han sido llamados en extradición; no, son más de 100 kilogramos, una cantidad considerable, bastante fuerte", consideró en diálogo con la prensa el secretario de Seguridad Ramón Sabillón, citado por el diario La Prensa.
El funcionario contó además que la presidenta Castro ordenó que se cumpliera la ley en todos los términos y pidió estar permanentemente informada del caso. "Un expresidente extraditado es un hecho vergonzoso para nosotros como país", lamentó Sabillón.
El 7 de febrero pasado, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, había revelado que Hernández estaba desde el 1 de julio de 2021 en la lista de personas señaladas de corrupción o de socavar la democracia en El Salvador, Guatemala y Honduras, los países que integran el llamado Triángulo Norte, una región centroamerica que concentra la mayor violencia y emigración hacia Estados Unidos del subcontinente.
Hernández había sido implicado por fiscales de Nueva York en investigaciones por narcotráfico, una acusación que él siempre rechazó. Su hermano, el ex diputado "Tony" Hernández, ya había sido condenado en marzo de 2021 a cadena perpetua en Estados Unidos por ese mismo delito.
Tras entregar el poder el 27 de enero pasado, Hernández juró como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), un beneficio al que acceden todos los expresidentes de la región al dejar el cargo, lo que le concede derecho a inmunidad y antejuicio.
Con información de Télam