El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ordenó reforzar la seguridad de la frontera con Bielorrusia ante la llegada a ese país, aliado de Moscú, de combatientes del grupo paramilitar Wagner. Los mercenarios llegaron con su líder, Yevgeny Prigozhin, luego de protagonizar una fuerte rebelión en Rusia durante el fin de semana, que logró ser abortada. "Por decisión del Estado Mayor, el comandante en jefe (Valeri) Zaluzhni y el general (Serguii) Nayev han recibido la orden de reforzar la frontera norte para garantizar la paz", indicó Zelensky en un video difundido en Telegram y replicado por la agencia de noticias AFP.
El mandatario, que ya había mencionado que tomaría "medidas para reforzar esta zona", explicó que había sido informado de la situación en Bielorrusia por los servicios de inteligencia ucranianos y extranjeros, y por la guardia fronteriza. En tanto, Ucrania advirtió repetidamente que teme un ataque de Bielorrusia, que alberga tropas rusas pero cuyos soldados no están directamente involucrados en la invasión lanzada por el Kremlin en febrero de 2022.
Luego de la rebelión, el presidente de la Comisión de Defensa de la Duma Estatal rusa, Andrei Kartapolov, informó que las autoridades rusas comunicaron al líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, el fin de su participación en la guerra en Ucrania. Kartapolov explicó que el Ministerio de Defensa ruso aprobó una declaración por la que todas las formaciones militares que formaran parte de las hostilidades, incluidas las organizaciones paramilitares, debían adherirse a Ministerio. Todas las organizaciones aceptaron, "excepto el señor Prigozhin".
¿Qué pasó con el Grupo Wagner?
La ciudad rusa de Rostov, estratégica dado que el mando militar del sur del país coordina las operaciones de sus tropas en Ucrania, amaneció el sábado con tanques y efectivos rebeldes armados, al tiempo que su líder aseguraba que había tomado varias instalaciones clave. En un cruce del centro de la ciudad había apostados un vehículo blindado equipado con una ametralladora y una docena de hombres de uniforme con brazaletes plateados. En otros puntos de la localidad, como en las inmediaciones de una juguetería y de un circo, también había estacionados vehículos blindados de transporte de tropas.
"Entramos en Rostov y, sin un solo disparo, tomamos el edificio del cuartel general", declaró Prigozhin en un mensaje de audio difundido en Telegram, según replicó la agencia de noticias AFP. "¿Por qué nos apoya el país? Porque estamos efectuando una marcha por la justicia", aseguró el jefe de Wagner, a quien el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó de "traición". Según aseguró, en su momento, unos 25.000 combatientes lo secundaban en esta ciudad portuaria situada a unos 100 kilómetros de la frontera ucraniana.
La rebelión logró ser abortada y, entre los términos del acuerdo, su líder Prigozhin, aceptó exiliarse en Bielorrusia. Además, establecieron que los mercenarios tienen la posibilidad de marcharse a Bielorrusia, entrar en el ejército regular ruso o volver a la vida civil. En todos los casos, en el marco de la mediación de la que participó el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, deberán entregar el armamento pesado al Ministerio ruso de Defensa.
Lukashenko señaló que el ejército bielorruso se beneficiará de la "experiencia" de los mandos de Wagner, aunque también restó importancia a las actividades que el grupo estará autorizado a realizar en el país.
Con información de Télam