Ucrania reconoce que no entrará a la OTAN y habla de "espacio para un compromiso"

Con un frente militar más o menos frenado, la atención está puesta en la situación humanitaria, el contínuo diálogo entre Kiev y Moscú, y el cruce de amenazas entre Rusia y las potencias europeas.

15 de marzo, 2022 | 19.07

Los bombardeos y los combates continúan, pero el frente de batalla no se ha movido de manera significativa en las últimas horas en Ucrania. Sin embargo, en el plano diplomático e internacional, la guerra está más caliente que nunca. Por un lado, el gobierno ucraniano hizo dos gestos: reconoció que su país no entrará a la OTAN -uno de los principales pedidos de Rusia- y sostuvo que "hay espacio para un compromiso con certeza" en las negociaciones con Moscú. Por otro lado, Rusia y las potencias occidentales continuaron escalando su confrontación con más sanciones, financiación militar y un viaje de último momento de Joe Biden a Europa. 

Durante todo el día, los negociadores de Ucrania y Rusia estuvieron reunidos y al caer la noche anunciaron que continuarán mañana miércoles. "Es un proceso de negociación muy difícil y viscoso. Hay contradicciones fundamentales. Pero hay espacio para un compromiso con certeza. Durante el recese, el trabajo en subgrupos continuará", informó al concluir la ronda del martes el asesor presidencial ucraniano y uno de los negociadores, Mikhail Podolyak, en su Twitter. Esa declaración se sumó a otra que había hecho unas horas antes el presidente Volodimir Zelensky en una cumbre de los líderes de los Estados miembros de la Fuerza Expedicionaria Conjunta, un grupo que incluye a varios miembros de la OTAN como Reino Unido, Dinamarca, Islandia, los tres países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), Países Bajos y Noruega, así como otros que no: Finlandia y Suecia. "Entendimos que Ucrania no será miembro de la OTAN. Lo entendemos. (...) Durante años nos hablaban sobre las puertas supuestamente abiertas pero también oímos que no podemos entrar, es verdad, hay que reconocerlo", aseguró en un discurso hecho por videoconferencia

La guerra ya lleva casi tres semanas y desde hace dos Ucrania y Rusia están negociando, sin mucho más resultado que unos pocos corredores humanitarios en distintos puntos del país, por donde ya pudieron ser evacuados cerca de 200.000 civiles. Solo este martes pudieron salir de esta manera unos 29.000. Esta cifra es pequeña, sin embargo, en comparación a los números de refugiados y desplazados internos que informó la ONU y sus agencias. Los refugiados ya superaron los tres millones, en su mayoría instalados en los países vecinos de la Unión Europea (UE) -Polonia y Rumania- y los desplazados alcanzaron los 1,9 millones. Hasta el inicio de esta guerra, Ucrania tenía una población de 44 millones de habitantes.

Frente externo

Nuevamente, Rusia y las potencias occidentales intercambiaron sanciones. Primero el gobierno británico anunció que otros 370 individuos y corporaciones rusas fueron incluidas en la lista de sancionados y los identificó como personas e instituciones cercanas al presidente de ese país. "Apuntamos contra los cercanos a (Vladímir) Putin con mayor celeridad y alcance que hasta la fecha, desde grandes oligarcas, a su primer ministro y los propagandistas de sus mentiras y desinformación", informó la canciller Liz Truss. Entre los políticos designados se menciona a Dmitri Medvedev, ex presidente de Rusia y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad; el primer ministro Mijail Mishustin; y el titular de Defensa, Sergei Shoigu. Luego, la UE oficializó el cuarto paquete de sanciones que ya había anunciado ayer lunes.

Moscú, por su parte, continuó con su política de reciprocidad y anunció sanciones contra el presidente de Estados UnidosJoe Biden, el secretario de Estado, Antony Blinken; así como contra otros altos funcionarios de ese país y de Canadá. En la lista aparecen también el secretario de Defensa, Lloyd Austin; el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley; el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan; el director de la CIA, William Burns; y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, mientras que del lado canadiense fueron alcanzados el primer ministro Justin Trudeau y la titular de la cartera de Relaciones Exteriores, Melanie Joly, entre otros.

En medio de esta creciente confrontación entre las potencias, Estados Unidos anunció que Biden viajará a Europa la semana que viene para participar de dos cumbres convocadas especialmente por la creciente tensión y confrontación que generó la invasión rusa a Ucrania: una reunión de los miembros de la alianza militar OTAN y otra de los jefes de gobierno y Estado de los miembros de la UE.

"El presidente Biden vendrá a la sede de la OTAN la próxima semana para participar en la cumbre extraordinaria de líderes de todos los aliados de la OTAN", informó primero en Twitter la representación estadounidense ante la alianza militar, luego que el titular de la organización, Jens Stoltenberg, convocara el encuentro para el próximo jueves 24. Poco después la Casa Blanca confirmó el viaje y agregó que también participará de la cumbre en Bruselas de esa semana: "También participará de la cumbre programada del Consejo Europeo para discutir nuestra preocupación por Ucrania, el esfuerzo transatlántico para imponer costos económicos a Rusia, proveer apoyo humanitario para aquellos afectados por la violencia, y afrontar otros desafíos ligados al conflicto", informó la vocera del gobierno estadounidense en una conferencia de prensa.

Antes de este viaje, Biden promulgó una ley de financiación federal que incluye una partida de 13.600 millones de dólares de ayuda para Ucrania en medio de la invasión rusa. Esos fondos se destinarán a armamento, asistencia económica y humanitaria.

En paralelo, el canciller turco Mevlut Cavusoglu volverá a intentar mediar entre los gobiernos de Ucrania y Rusia. Mañana miércoles viajará a Moscú y luego a Kiev, donde este martes el presidente Zelensky recibió la visita de tres primer ministros de Europa: los líderes de Polonia, República Checa y Eslovenia. El gesto no pasó desapercibido en medio de las críticas a la Casa Blanca y a las principales potencias europeas por lo que el gobierno ucraniano considera como un apoyo limitado.

Prensa bajo ataque

Desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania, cuatro periodistas fueron asesinados por bombardeos o combates en Ucrania. La última víctima fue la periodista ucraniana Alexandra Kuvshínova de 24 años que trabajaba como asesora para la cadena estadounidense Fox News. Falleció este martes. Antes habían muerto el documentalista estadounidense Brent Renaud en las afueras de la capital, el periodista ucraniano Evgueni Sakun en el bombardeo de la torre de televisión de Kiev y el también ucraniano Viktor Dudar, durante los combates cerca de la sureña Mikolaiv.

 

 

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