Las autoridades ucranianas anunciaron que son diez las personas fallecidas y más de 60 las heridas en un bombardeo ruso contra un restaurante en Kramatorsk, en la provincia oriental de Donetsk, que es muy visitado por soldados, personal humanitario y periodistas. El ataque destruyó el restaurante Ria Pizza, un establecimiento popular entre soldados, periodistas y personal humanitario ubicado en el último gran centro urbano bajo control de Kiev en el este del país. Los medios ucranianos señalaron la presencia de instructores militares extranjeros en la ciudad.
"Diez personas murieron y 61 resultaron heridas por el ataque ruso en Kramatorsk", informó la policía ucraniana en Facebook. Tres menores figuran entre los fallecidos, y un niño nacido en 2022 entre los heridos, dijo el servicio de Emergencias de Ucrania en Telegram, mientras continúan las operaciones de rescate, agregaron los socorristas, y dieron a conocer que siete personas fueron halladas con vida entre los escombros.
Según la policía ucraniana, Rusia lanzó ayer dos cohetes tierra-aire S-300 contra la ciudad, que tenía 150.000 habitantes antes de la guerra. Sin embargo, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que su país "no ataca infraestructuras civiles", sino que instalaciones ligadas de una manera u otra a infraestructuras militares.
En el ataque resultaron heridos leves tres colombianos: el excomisionado de paz Sergio Jaramillo, el novelista Héctor Abad Faciolince y la reportera Catalina Gómez, corresponsal para varios medios, informaron los dos primeros en un comunicado difundido en Twitter. Los tres estaban cenando en el restaurante junto a la escritora ucraniana Victoria Amelina, de 37 años, que "se encuentra en estado crítico por una lesión en el cráneo, causada probablemente por los vidrios y las vigas que volaron", señala el texto. Abad y Jaramillo habían viajado a Ucrania para "expresar la solidaridad de América Latina con el pueblo de Ucrania frente a la bárbara e ilegal invasión rusa". Abad es un escritor de renombre internacional conocido por la novela "El olvido que seremos" y Jaramillo, político y negociador del acuerdo de paz de 2016 con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Además del restaurante, hubo daños en departamentos, comercios, vehículos, una oficina postal y otros edificios, según la fiscalía ucraniana. Según un cocinero del lugar, Roslan, en el momento del ataque "había bastante gente", informó la agencia de noticias AFP. Situada al oeste de la devastada ciudad de Bajmut, escenario de la batalla más extensa y sangrienta de la guerra, Kramatorsk ha sido golpeada por numerosos bombardeos rusos. El más mortífero ocurrió en la estación ferroviaria de la ciudad en abril de 2022, dejando 61 muertos y más de 160 heridos pocas semanas después del inicio de la invasión rusa, en momentos en que muchos civiles buscaban abandonar la localidad.
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Kramatorsk, una importante intersección ferroviaria, es la capital regional de facto desde 2014, cuando las ciudades de Donetsk y Lugansk fueron capturadas por separatistas prorrusos apoyados por Moscú. Con 150.000 habitantes antes de la guerra, es, junto a Sloviansk, uno de los dos últimos grandes centros urbanos bajo control ucraniano en el este el país, y se halla a unos 30 kilómetros de la línea de frente. De hecho, allí, se encuentra el cuartel general de las fuerzas ucranianas que dirigen la mayor parte de las operaciones militares actuales del frente este contra Rusia.
Las provincias de Donetsk y Lugansk conforman la región minera e industrial del Donbass, que desde 2014 es escenario de una guerra anterior a la invasión rusa de Ucrania, entre el Ejército de Ucrania y separatistas ucranianos prorrusos. El ataque en el restaurante ocurrió la misma semana en que Moscú está abocado a la resolución de un conflicto interno tras el levantamiento del jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, por diferencias con la cúpula del Ministerio de Defensa.
"Prigozhin se rindió muy rápidamente"
El ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, minimizó, sin embargo, el impacto que la rebelión, que tuvo lugar el último fin de semana, ha tenido. "Por desgracia, Prigozhin se rindió muy rápidamente. No hubo tiempo para que este efecto desmoralizador penetrara en las trincheras rusas", declaró Kuleba a CNN en un video divulgado este miércoles. El líder del grupo Wagner llegó ayer a Bielorrusia, tal como estableció el acuerdo que puso fin a su motín.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró que es muy temprano para sacar conclusiones del traslado de Prigozhin a Bielorrusia, pero aseguró que la alianza militar está lista para defender a sus miembros. "Hemos enviado un mensaje claro a Moscú y a Minsk de que la OTAN está allí para proteger a cada aliado y cada parcela del territorio de la OTAN", sostuvo. Aún queda por ver el impacto que tendrá la tentativa de sublevación, pero el Kremlin niega que el presidente, Vladimir Putin, haya salido debilitado de la peor crisis que ha enfrentado en sus dos décadas en el poder.
La rebelión llevó a la sociedad a "consolidarse en torno del presidente", afirmó el Kremlin. En un intento de afianzar su posición, Putin se reunió con sus fuerzas armadas, a las que agradeció que evitaran una "guerra civil" causada por el alzamiento del grupo de mercenarios. "El ejército y el pueblo no estuvieron del lado de los amotinados", sostuvo en una ceremonia en el Kremlin.
Con información de Télam