Terremoto en el Kremlin: una rebelión paramilitar desafía a Putin 

25 de junio, 2023 | 00.05

Una deriva inesperada del conflicto europeo entre la OTAN y Rusia sacudió ayer al Kremlin. Evgueni Prigozhin, fundador y líder de la organización paramilitar de origen ruso PNC Wagner o Grupo Wagner (GW) ocupó militarmente, por varias horas, con tanques, vehículos blindados y 25.000 mercenarios, las provincias rusas de Lípetsk y Vorónezh y la ciudad de Rostov del Don, fronterizas con Ucrania. 

No sólo eso: las fuerzas mercenarias se internaron sin obstáculos 150 kilómetros por territorio ruso con la intención de llegar a Moscú. A 250 kilómetros de esa capital, en la noche del sábado, dieron la vuelta sobre sus pasos, tras escuchar una iniciativa del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.

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El Grupo Wagner estuvo luchando a favor de Rusia contra las tropas ucranianas desde el principio de la guerra (febrero 2022), pero el viernes 23 de junio, acusaron al Ministerio de Defensa ruso de haberlos atacado (algo que el Kremlin desmintió enfáticamente); pidieron la renuncia de dirigentes de esa cartera y empezaron a avanzar hacia Moscú.

“Esto fue un intento de golpe de Estado muy grave”, asegura el periodista independiente, Oleg Yasinsky, de origen ucraniano, residente en Moscú. “La información que recibimos es muy fragmentada, circulan cantidades de noticias falsas, pero hay elementos que puede analizarse”.

Yasinsky comienza por cuestionar el ejército privado de Prigozhin que, como empresa, busca el lucro a como dé lugar. El Grupo Wagner peleó en las guerras de Siria, Mali, Centroáfrica y Libia, en muchos casos, según medios de prensa, por un porcentaje en la explotación de concesiones petroleras.

“En general, para la gente de izquierda como yo –dice Yasinsky- la sola idea de ejércitos privados como los que hay en Medio Oriente o América latina es deplorable. El monopolio del uso de la fuerza debe ser del Estado. El GW actuó con mucha eficiencia en Ucrania por lo que se ganó bastante respeto, pero siempre hubo algo raro.”

En primer lugar, el periodista señaló el aumento progresivo de las provocaciones que el líder del GW profería al ministerio de Defensa ruso. “Ultimamente Prigozhin insultaba y agredía sin que se verificara ninguna reacción por parte del ministerio. Así escaló hasta el viernes, cuando se publicó una larga entrevista con él. La leí y me llamaron la atención dos declaraciones. En la primera, afirmaba que se podría haber llegado a un acuerdo con el presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, antes de la guerra y que, solo por la soberbia del poder, no se hizo. O sea, por un lado legitimó a Zelensky como un interlocutor válido pero, por otro, dio información falsa ya que el presidente ucraniano nunca quiso ningún acuerdo con Rusia.”

“La segunda respuesta muy provocadora fue decir que no hubo amenaza de la OTAN a Rusia, que todo esto era inventado por los burócratas del Ministerio de Defensa”, continuó Yasinsky. “Esto suena absurdo porque Ucrania fue preparada por la OTAN desde antes. Yo fui testigo de cómo el país se preparaba con todo, antes de febrero de 2022, para la guerra con Rusia. Ningún análisis racional puede decir que la OTAN no representa un peligro para Rusia.”

La intentona militar no fue difundida por los canales de TV rusos hasta bien entrado el sábado. El presidente ruso Vladimir Putin apoyado por el patriarca ortodoxo Cirilo y los líderes de varios países como Turquía y Kazajistán dio un fuerte discurso a la nación. Habló de “traición” y consideró el operativo paramilitar “una puñalada por la espalda”.

"No permitiré una guerra civil”, dijo. “Actualmente Rusia está librando una dura lucha por su futuro. Está repeliendo la agresión de los neonazis y sus dueños. (…) Estamos luchando por la vida y la seguridad de nuestros ciudadanos, por nuestra soberanía e independencia, por el derecho a ser y seguir siendo Rusia. Salvaremos y defenderemos lo que es querido y sagrado para nosotros. Superaremos cualquier prueba, seremos aún más fuertes. Como presidente de Rusia y comandante en jefe supremo, como ciudadano de Rusia, haré todo para defender el país, el orden constitucional, la vida, la seguridad y la libertad de los ciudadanos", 

El Kremlin tomó duras medidas de seguridad, entre otras, decretar la ley antiterrorista que se mantendrá hasta nuevo aviso, a pesar de que el GW regresó a sus cuarteles. El sábado por la noche, desde la oficina de prensa del presidente bielorruso Lukashenko, se informó que Prigozhin, aceptó la propuesta de detener el avance para adoptar nuevas medidas destinadas a rebajar la tensión y dio garantías de seguridad para los mercenarios.

El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que la rebelión no afectaría el curso de la operación especial en Ucrania y agradeció la mediación de Lukashenko quien conoce a Prigozhin desde hace más de 20 años. Sobre posibles cambios en el Ministerio de Defensa, Peskov señaló que esa decisión es prerrogativa del presidente y que no escuchó hablar del tema. Lo que no cabe duda es que esta sedición paramilitar afectará al jefe del Kremlin, quien tarde o temprano deberá realizar cambios, cuestionar estrategias y asegurar la gobernabilidad.

¿Cómo se explica lo que pasó? Como mercenario ¿Prigozhin puede haberse vendido al mejor postor occidental? “No tengo ninguna prueba, pero no puedo ser ingenuo y creer que esto fue una coincidencia, que no estaba coordinado con la OTAN y el gobierno ucraniano. Ayer hubo una fiesta en Kiev. El ejército de Ucrania aprovechó la operación del GW para una contraofensiva en toda la línea del frente. En mi opinión fue parte de un plan y alguien tendrá que responder por eso”, opina Yasinsky.

¿Cómo afectará esto la gobernabilidad de Rusia? “Es peligrosísimo para Rusia porque ahora pueden surgir críticas y preguntas. No todo en Rusia se hace bien. En mi opinión hay justos reclamos ciudadanos al gobierno y al Ministerio de Defensa, pero Putin ha sido elegido legítimamente, tiene alto apoyo, y esto fue un intento de golpe militar, un crimen de Estado. Me parece gravísimo.”

¿Qué sectores internos del poder ruso pueden aprovechar lo sucedido para desestabilizar a Putin? “Dentro del poder ruso hay muchos personajes pro occidentales, atlantistas, simpatizantes de Ucrania. Muchos que quieren que Rusia vuelva a ser colonia de Occidente. Hay nostálgicos del tiempo de Yeltsin cuando la corrupción no tenía límites y el país obedecía por completo las políticas de Washington. Son grupos fuertes, hijos de la perestroika, y existen en todas las ex repúblicas de la URSS. Pero la mayor parte de la ciudadanía exige a Putin ser más duro con esta gente. Piden limpiar las filas del gobierno de neoliberales.”

¿La operación militar especial es popular en Rusia? “A corto plazo creo que lo que pasó ayer debilita al gobierno, expone públicamente las contradicciones que se fueron acumulando en la FFAA y en la sociedad rusa, pero como cualquier crisis puede servir para dar pasos más decisivos hacia adelante. Creo que para ganarle a los nazis ucranianos, los cambios se deben producirse primero dentro de la misma Rusia. El país tiene que ideologizarse más. Las autoridades rusas tienen que tener más claro quiénes son los enemigos y por qué se hace la lucha. Hay muchos que todavía no lo entienden. Esta intentona de GW puede ser un remezón psicológico para que la sociedad rusa discuta abiertamente las mismas cosas que ha diario y desde hace tiempo circulan por Telegram o en las charlas personales entre amigos.”

El operativo de Prigozhin no fue un hecho espontáneo. Semejante movilización de tropas y equipos requiere de una planificación minuciosa, hecha con mucha anticipación. Es probable que haya sido una prueba de laboratorio para una embestida mayor. Pero el estupor en la ciudadanía rusa y la reacción del Kremlin son señales de que, si hay una próxima, Rusia estará alerta. La fase aguda del conflicto ha pasado. Pero nada será igual: ni la guerra en Ucrania ni la vida relativamente alejada del conflicto de la sociedad rusa.

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Telma Luzzani

Tiene una trayectoria de más de 30 años como periodista y analista de política internacional. Trabajó en numerosos medios gráficos (Página 12, Tiempo Argentino y Clarín) y medios audiovisuales. Fue conductora de Voces del Mundo en Sputniknews y co conductora en el multipremiado programa de VISION 7 INTERNACIONAL emitido por la TV Pública. Tiene varios libros escritos. Los más conocidos son: “Todo lo que necesitás saber sobre la Guerra Fría” (2019); "Territorios vigilados. Cómo opera la red de bases militares norteamericanas en Sudamérica" (Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2012); Venezuela y la revolución (2008), entre otros.