Rusia lanzó este jueves la mayor ola de ataques con misiles en varias semanas contra la capital, Kiev, y otras ciudades de Ucrania, y los bombardeos volvieron a destruir infraestructura energética y a dejar sin luz a miles de habitantes en pleno invierno, informaron autoridades ucranianas.
Luego que las sirenas antiaéreas sonaran en todo el país, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny, dijo que, según datos preliminares, Rusia lanzó 69 misiles, 54 de los cuales fueron derribados por las defensas antiaéreas.
Sin embargo, los misiles que alcanzaron sus objetivos provocaron nuevos daños en la red eléctrica, ya muy deteriorada por casi tres meses de bombardeos de este tipo. Se registraron nuevos cortes de electricidad en todo el país, donde millones de civiles enfrentan desde hace semanas graves problemas de racionamiento de electricidad, agua y calefacción.
Las fuerzas aéreas ucranianas también informaron de la destrucción de once drones explosivos Shahed, de fabricación iraní. "El enemigo está atacando Ucrania en varios frentes, con misiles de crucero disparados desde aviones y barcos", anunció la fuerza aérea en las redes sociales.
El ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, denunció los ataques "bárbaros y sin sentido" contra "pacíficas ciudades ucranianas justo antes de Año Nuevo".
En sintonía, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, manifestó que la ofensiva "destruye indiscriminadamente infraestructuras e instalaciones médicas y ataca y mata deliberadamente a civiles".
La vecina Bielorrusia, que es aliada de Rusia y prestó su territorio para que el Ejército ruso invadiera Ucrania por el norte, dijo por su parte que uno de los misiles antiaéreos disparados por Ucrania cayó en su territorio, al parecer sin causar daños ni víctimas.
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Se trata del primer incidente de este tipo denunciado por las autoridades bielorrusas desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania el 24 de febrero pasado y llega un día después de que las fuerzas armadas de Rusia y Bielorrusia realizaran ejercicios militares conjuntos.
El misil fue interceptado por los sistemas de defensa antiaérea cerca de Gorbaja, un pueblo de la provincia suroccidental de Brest, en la frontera con Ucrania, informó el Ministerio de Defensa bielorruso en un comunicado reproducido por la agencia de noticias AFP. Ante esta situación, el Ministerio de Relaciones Exteriores citó a consultas al embajador de Ucrania en Minsk.
"La parte bielorrusa exigió realizar de inmediato una investigación exhaustiva sobre las circunstancias del lanzamiento del cohete, castigar a los responsables y tomar medidas integrales para prevenir tales incidentes en el futuro", indicó la cartera en un comunicado.
Tras una serie de reveses militares en los últimos meses, el Kremlin cambió de táctica y desde octubre bombardea transformadores y centrales eléctricas de Ucrania, con salvas de decenas de misiles y de drones explosivos. Lviv, la principal ciudad del oeste de Ucrania, se quedó hoy en un 90% sin electricidad, mientras que en Kiev, los ataques contra infraestructuras fuera de la capital dejaron sin luz a un 40% de sus residentes.
En Odesa, un importante puerto del suroeste de Ucrania, 21 misiles rusos fueron derribados por la defensa antiaérea ucraniana, según el gobernador Maksym Marchenko. Pero otros dieron en el blanco, por lo que hay "cortes de electricidad de emergencia" en la ciudad, precisó
En Jarkov, en el noreste, en la frontera con Rusia, los bombardeos también tuvieron como objetivo "infraestructuras críticas", según el gobernador Oleg Sinegubov, que añadió que "se estaba estableciendo el balance de destrucción y víctimas".
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, participó hoy en la ceremonia de puesta en servicio de nuevos buques de guerra, entre ellos un submarino capaz de transportar misiles nucleares, prometiendo producir otros y elogiando las capacidades de su flota.
El líder del Kremlin presenta la invasión de Ucrania, que empezó hace diez meses, como una necesidad para la seguridad nacional, alegando que las potencias occidentales usan a la ex república soviética como cabeza de puente para amenazar a Rusia.
Desde hace semanas, la batalla arrecia en Bajmut, una ciudad del este que Rusia lleva meses intentando conquistar, y Kreminna, que las fuerzas ucranianas intentan retomar.
Las perspectivas de conversaciones de paz son prácticamente inexistentes: Ucrania exige la retirada de todas las fuerzas rusas del país, en tanto que Moscú quiere que Kiev renuncie a su soberanía en las cuatro regiones anexadas en septiembre, así como en Crimea, anexionada en 2014.
Mientras tanto, el gobierno ucraniano encabezado por el presidente Volodimir Zelenskiy sigue recibiendo asistencia por parte de las potencias occidentales. En ese marco, la primera ministra italiana y líder de ultraderecha, Geogia Meloni, anunció este jueves que busca viajar a Kiev "antes del 24 de febrero", cuando se cumple el primer aniversario de la invasión rusa, y planteó que su país está dispuesto a "garantizar un posible acuerdo de paz".
El anuncio de Meloni se da horas después de que esta semana la premier italiana haya invitado a Zelensky a visitar Roma durante una conversación telefónica que tuvieron.
"Debemos saber que el tema de la paz no se puede lograr solo reivindicando, necesitamos trabajarlo de manera concreta y recibir señales de las partes en el terreno, y hoy no hay grandes señales, especialmente de Rusia", lamentó luego la premier. En la conversación con el presidente ucraniano, Meloni renovó el apoyo del Gobierno italiano a Kiev en los campos político, militar, económico y humanitario, así como en la restauración de las infraestructuras energéticas y en la futura reconstrucción de Ucrania.
Con información de Télam