Autoridades prorrusas de cuatro provincias de Ucrania pidieron este miércoles a Moscú que las incorpore a su territorio luego de proclamar la victoria en referendos de adhesión cuestionados por Occidente -Kiev y aliados los consideran una "farsa"- mientras que desde Rusia sostienen que cumplen con el derecho internacional.
Se trata de los territorios ucranianos orientales de Lugansk y Donetsk (en conjunto, la región del Donbass) y los sureños de Zaporiyia -donde se encuentra la central nuclear más grande de Europa- y Jerson. Todos ellos dieron el "sí" en las consultas que se realizaron durante cinco días, hasta la jornada de ayer, con entre el 87% y el 99% de los votos.
Luego de difundir los resultados de dichas encuestas, los líderes de estas regiones ocupadas por el Ejército ruso desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero pidieron al presidente Vladimir Putin que las incorpore. "Los referendos se llevaron a cabo en pleno acuerdo con las normas y principios del derecho internacional", defendió el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.
En la misma línea, a través de un comunicado difundido por la agencia de noticias rusa Sputnik, señalaron desde Moscú: "Los resultados del sufragio hablan por sí solos: la gente que habita en el Donbass, así como en las regiones de Jerson y Zaporiyia, no quieren volver a la vida que llevaban antes, y realizaron una elección consciente y libre a favor de Rusia".
Por su parte, contrarrestando los dichos de Rusia y las regiones mencionadas, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski prometió que Kiev defenderá a sus ciudadanos en las regiones bajo control ruso, tras denunciar los referendos como una "farsa" y descartó la posibilidad de negociar con Moscú. "No hay nada de qué hablar con el actual presidente ruso", declaró.
Asimismo, los aliados de Kiev en la OTAN y la Unión Europea (UE) se sumaron a los dichos de Zelenski y denunciaron como ilegales las votaciones, anunciando a su vez que no reconocerían su resultado. Incluso China, supuestamente cercana a Moscú, pidió respeto a "la integridad territorial de todos los países". En un comunicado, desde Cancillería manifestaron: "Ucrania pide a la UE, a la OTAN y al G7 aumentar su presión sobre Rusia inmediata y significativamente, incluyendo la imposición de nuevas sanciones y aumentar significativamente su ayuda militar a Ucrania".
Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este viernes, por pedido de Rusia, para hablar del presunto sabotaje a los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el Mar Báltico. "Francia, en tanto presidente del Consejo de Seguridad, nos ha informado que Rusia había pedido una reunión sobre las fugas de Nord Stream, y que esta reunión está prevista el viernes", declaró a la prensa la ministra de Exteriores sueca, Ann Linde. Ambos gasoductos son el eje de la tensión geopolítica hace meses, luego de que Rusia cortara el suministro a Europa como respuesta a las sanciones. En total son tres las fugas descubiertas el martes, en tanto se detectaron dos explosiones submarinas.
Por su parte, frente a ello, desde el Kremlin instaron al presidente Joe Biden a aclarar si Estados Unidos está detrás de del supuesto sabotaje. "El presidente estadounidense está obligado a responder a la pregunta de saber si Estados Unidos ejecutó su amenaza", manifestó la vocera de la cancillería rusa, Maria Zajarova, en referencia a una declaración del mandatario de febrero pasado previa a la guerra, cuando dijo que "si Rusia invade (Ucrania), entonces no habrá más Nord Stream 2". Sin embargo, desde Washington calificaron al reclamo ruso de "ridículo" y acusaron a Rusia de desinformar.
En medio de denuncias cruzadas de responsabilidades y sospechas de sabotaje por las filtraciones, el Kremlin consideró "estúpido y absurdo" sospechar que Moscú pueda estar detrás de esas fugas masivas, denunciadas por Kiev como un "ataque terrorista planificado" de Moscú contra los países europeos. En tanto, en la Unión Europea (UE), los ministros de Energía del bloque abordarán el tema este viernes en una reunión extraordinaria en Bruselas, que había sido convocada para determinar medidas de emergencia ante la inseguridad del suministro ruso provocado por el conflicto. La UE consideró que se trata de un acto de "sabotaje", tras señalar en un comunicado que la información "indica que las fugas son resultado de un acto deliberado" que investigarán.
Con información de Télam.