El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, visitó el lunes la ciudad de Jerson, en el sur del país en medio de la guerra en Ucrania, tres días después de que fuera reconquistada de manos del ejército ruso y a pesar de que el Kremlin asegura que sigue perteneciendo a Rusia.
Rusia "ha demostrado al mundo que puede matar, pero todos nosotros, nuestras fuerzas armadas, nuestra guardia nacional y los servicios de inteligencia han demostrado que es imposible matar a Ucrania", dijo Zelensky en una declaración de la presidencia ucraniana.
Con la mano en el corazón, al igual que otros funcionarios civiles y militares presentes, cantó el himno nacional mientras se izaba la bandera ucraniana frente al edificio de la administración regional, en el centro de Jerson.
"Es importante estar aquí (...) para que la gente pueda sentir que no son solo palabras y promesas, sino que realmente volvemos y hacemos ondear nuestra bandera", dijo Zelensky en un vídeo publicado en las redes sociales.
"Nuestros enemigos perecerán, como el rocío al sol, y nosotros también, hermanos, gobernaremos, en nuestro país. Por nuestra libertad, daremos nuestras almas y nuestros cuerpos", corearon.
Según las fotos publicadas en Telegram, el líder ucraniano también caminó por las calles de la ciudad con ropa militar, rodeado de guardaespaldas armados, aunque él no llevaba casco ni chaleco antibalas.
Muchas personas, algunas con banderas ucranianas al hombro y sonriendo, esperaban al presidente. "¡Gloria a Ucrania!", le gritaron algunos residentes desde el balcón de un edificio. Siguiendo la tradición, el jefe de Estado y sus acompañantes respondieron "Gloria a los héroes", según un vídeo compartido en las redes sociales.
"No vamos a hacer ningún comentario, ustedes saben muy bien que es territorio de la Federación Rusa", dijo el portavoz presidencial ruso Dmitri Peskov a los periodistas, respondiendo a preguntas sobre el viaje de Zelensky.
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La retirada rusa de Jerson
Las fuerzas rusas se retiraron la semana pasada de Jerson tras ocho meses de ocupación, dejando vía libre para que los soldados ucranianos entraran en la ciudad el viernes. Sin embargo el Kremlin insiste en que la capital de la región homónima, cuya anexión reclama Moscú, sigue perteneciendo a Rusia, a pesar de la salida de las fuerzas rusas.
Jerson fue la primera gran ciudad que cayó en manos rusas tras la invasión, a finales de febrero. La retirada forzada de las tropas de Moscú por la contraofensiva ucraniana supone un nuevo revés para Vladimir Putin.
Pese a ello el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió este lunes que "los próximos meses serán difíciles" para Ucrania y que el objetivo del presidente ruso Vladimir Putin es "dejar a Ucrania fría y oscuras este invierno".