El papa Francisco advirtió este martes sobre el riesgo de "autodestrucción" de la humanidad por lo que denomina la "Tercera Guerra Mundial en pedazos", entre ellos la guerra entre Rusia y Ucrania. En el prefacio del libro "Un largo camino hacia Lisboa", de la periodista Aura Miguel, el pontífice expresó que se trata de "una carrera hacia el rearme que parece imparable.
"La guerra que se ha librado contra la atormentada Ucrania, una guerra sangrienta en el corazón de la Europa cristiana, es sólo una de tantos pedazos de la Tercera Guerra Mundial que desgraciadamente comenzó hace años", denunció Francisco en el escrito introductorio a la obra dedicada a la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se hará en Lisboa a inicios de agosto. En ese sentido, cuestionó: "Tantas guerras siguen en el olvido, tantos conflictos, tanta violencia incalificable sigue perpetrándose".
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Sobre las consecuencias del conflicto bélico, consideró: "Nos importa, nos interesa el destino de millones de personas, de tantos niños, que no tienen agua, ni comida, ni atención médica, mientras los gobernantes parecen competir para ver quién gasta más en armamentos sofisticados". Dentro de sus preocupaciones, el pontífice incluyó además a "quien sufre en el silencio de nuestras ciudades y necesita ser acogido y escuchado".
"Nos interesa y nos importa todo, incluso el entorno digital en el que estamos inmersos y que estamos llamados a cambiar para hacerlo cada vez más humano", añadió. En su prefacio, Francisco analizó la situación de la juventud mundial y consideró: "Los llamados nativos digitales, los chicos de nuestro tiempo, corren el riesgo cotidiano de autoaislarse, de vivir en el ambiente virtual gran parte de su existencia, haciéndose presa de un mercado agresivo que induce a falsas necesidades".
"Con la pandemia de Covid y la experiencia del encierro, estos riesgos han aumentado aún más", analizó el pontífice, antes de plantear que "salir de casa, salir con compañeros de viaje, vivir experiencias fuertes de escucha y oración, combinadas con momentos de celebración, y hacerlo juntos, hace que estos momentos sean preciosos para la vida de cada uno". En este contexto, el Papa cerró: "La juventud es sueño, es apertura a la realidad, es descubrimiento de lo que realmente vale la pena en la vida, es lucha por conquistarlo, es abrirse a relaciones intensas y verdaderas, es compromiso con los demás y para los demás", agregó luego.
Con información de Télam