La administración de Joe Biden impuso una prohibición a las importaciones estadounidenses de energía rusa desde este martes sin la participación de sus aliados europeos, según personas familiarizadas con el asunto. La prohibición incluye el petróleo ruso, el gas natural licuado y el carbón. La decisión se tomó en consulta con los aliados europeos, que dependen más que Estados Unidos de la energía rusa.
La Casa Blanca había anticipado el martes que el presidente Joe Biden “anunciará acciones para seguir responsabilizando a Rusia por su guerra no provocada e injustificada contra Ucrania”, aunque no especificó las medidas. Está previsto que hable a las 10:45 en Washington, según información provista por el medio económico Bloomberg.
Los futuros del petróleo crudo ampliaron sus ganancias tras la noticia, subiendo un 4% a 124,21 dólares a las 8:19 en Nueva York. La perspectiva de una prohibición de importación de petróleo está ayudando a impulsar el crudo a sus niveles más altos desde 2008.
El movimiento acelerado se produce cuando el Congreso se estaba preparando para tomar medidas esta semana antes de la Casa Blanca. Eso presionó a la administración de Biden para que se moviera más rápido.
Hasta ahora, el gas y el petróleo de Rusia se habían librado en su mayor parte de las sanciones introducidas por los Estados Unidos y los países europeos, debido a la preocupación por el impacto económico, particularmente en Europa, que tiene una mayor dependencia del petróleo ruso y, en particular, del gas natural.
El gobierno de Canadá anunció el mes pasado que tenía la intención de prohibir todas las importaciones de petróleo crudo de Rusia, pero la medida fue en gran medida simbólica: el país no ha importado nada desde 2019.
El petróleo ruso representó alrededor del 3% de todos los envíos de crudo que llegaron a Estados Unidos el año pasado, según muestran los datos de la Administración de Información de Energía norteamericana. En general, las importaciones de petróleo y productos derivados del petróleo rusos representaron alrededor del 8% del total de Estados Unidos.
Las importaciones estadounidenses de crudo ruso en 2022 cayeron al ritmo anual más lento desde 2017, según la firma de inteligencia Kpler. Si bien la llamada auto sanción ha limitado algunas compras de barriles rusos, una prohibición total endurecería aún más el mercado y aumentaría la volatilidad, lo que haría que los precios subieran aún más.