En las últimas horas, gestos políticos y versiones periodísticas coincidieron en que las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia están avanzando con discusiones sobre propuestas concretas para poner fin a la invasión rusa y la guerra que sacudió a la economía de todo el mundo, incluida Argentina. En el corazón de la discusión está el reclamo ruso de que el gobierno ucraniano se declare neutral, una definición que pertenece a otra época, en la que no existía la ONU y las coronas, los principados y luego los Estados podían declarar su neutralidad si querían quedar afuera de una guerra.
Mientras los bombardeos seguían activando alarmas en varias ciudades de Ucrania e incluso las autoridades de ese país denunciaban un ataque directo contra un teatro donde se refugiaban civiles en la asediada localidad portuaria de Mariupol, las versiones sobre un avance en la mesa de negociación se instalaron. El diario británico Financial Times publicó un borrador de un preacuerdo de 15 puntos y el jefe negociador ruso, Vladimir Medinsky, anunció por la televisión pública: "Ucrania está ofreciendo una versión de neutralidad austríaca o sueca, un Estado desmilitarizado, pero al mismo tiempo un Estado con su propio Ejército y Marina".
Poco después el vocero del gobierno de Vladimir Putin, Dmitry Peskov, celebró la noticia y sostuvo que esta opción "realmente podría ser vista como un compromiso". El canciller ruso, Sergei Lavrov, también se declaró optimista con este posible "status de neutralidad". Dijo que incluye garantías de seguridad y que los detalles están "cerca de un acuerdo", según reprodujo la agencia de noticias Reuters.
Del lado ucraniano confirmaron que existen avances y que se habla sobre un texto concreto, pero aclararon que lo que se difundió son las propuestas de Rusia, no un preacuerdo consensuado. "Sin dudas entendemos el intento de nuestros socios de mantenerse como una parte activa del proceso de negociación. Por eso, las palabras sobre un modelo sueco o austríaco de neutralidad. Pero Ucrania está ahora en un estado de guerra directa con Rusia. En consecuencia, el modelo solo puede ser ucraniano y solo puede tener garantías de seguridad legalmente verificadas", escribió el asesor presidencial y negociador ucraniano, Mykhailo Podolyak, en su canal de Telegram.
¿Qué significa la neutralidad que pide Rusia?
"En el pasado, un país lanzaba o declaraba una guerra y los países tenían tres opciones: se declaraban aliado, enemigo o neutral. Pero hoy la neutralidad es una figura perimida en el derecho internacional porque con la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas, los Estados ya no pueden recurrir a la guerra como una medida lícita, excepto en el caso de legítima defensa", explicó a El Destape Ramiro Riera, doctor en Derecho Internacional y profesor de la carrera de Abogacía de la UBA. Por eso, para el académico un eventual acuerdo de paz que declare neutral a Ucrania no sería más que "una declaración de orden político, no de orden jurídico".
Eso sí, aclaró, "sería bastante novedoso que un acuerdo de paz incluya una definición de una actitud estratégica de un país", como es una declaración de neutralidad. En general, explicó, "los acuerdos de paz suelen concentrarse en definiciones humanitarias y de delimitación territorial".
Según el plan de 15 puntos filtrado a la prensa y que celebró el gobierno ruso, la neutralidad demandada a Ucrania supone que renuncie a su aspiración actual y futura a ingresar a la alianza militar occidental OTAN -lo que requerirá una reforma constitucional porque desde 2019 está dentro de la Carta Magna- y se comprometa a no albergar bases militares o recibir armamento o cualquier otra forma de cooperación militar por parte de fuerzas extranjeras. En ese sentido, busca evitar una neutralidad light al estilo sueco o finlandés, definida por estos mismos países europeos como un no alineamiento militar porque no son parte de la OTAN, aunque sí lo son de la Unión Europea y su política exterior y de seguridad regional.
El presidente Volodimir Zelensky fue contundente esta semana sobre este tema: "Nos dimos cuenta de que Ucrania no será miembro de la OTAN". Pero como sabe que una eventual declaración de neutralidad de su gobierno no tendrá el valor jurídico ni conllevará las salvaguardas que supo tener en otras épocas, este miércoles sus negociadores reclamaron "garantías de seguridad absolutas" a cambio.
¿Cuáles son las garantías que reclama Ucrania?
Antes, si un Estado se declaraba neutral, el derecho internacional establecía que no podía ser atacado ni utilizado para desplazar tropas hacia un conflicto armado. Hoy, las garantías debería darlas la Carta de la ONU, firmada en 1945. Sin embargo, en los en los últimos 70 años, la prohibición del uso de la fuerza militar de manera unilateral fue violada una y otra vez por potencias como Estados Unidos y Rusia -e incluso por países menos poderosos.- y en casi todos los casos alguno de los países con poder de veto bloquearon una condena y defensa colectiva en el Consejo de Seguridad. Por eso, Kiev pide garantías concretas y vinculantes.
Podolyak dejó claro este miércoles que Ucrania no aceptará como garantías "un protocolo", como el que firmó con Rusia, Alemania y Francia para establecer una tregua que no funcionó en las regiones separatistas de su país, o una nueva declaración de "Budapest", como la que firmó la OTAN en 2008 para abrirle las puertas simbólicamente a Kiev y prometerle un futuro que nunca llegó. "Si no podemos entrar por la puerta grande (a la OTAN), entonces tenemos que cooperar con las organizaciones con las que sí podemos, con las que sí nos ayudarán a protegernos (...) tener garantías aparte", había dicho el martes Zelensky.
Según el borrador filtrado a la prensa, las garantías que reclama Ucrania las ofrecerían Estados Unidos, Reino Unido y Turquía, tres miembros de la OTAN, aunque este último mantiene una mejor relación con Rusia y hasta ha intentado mediar en este conflicto. El asesor de Zelensky y uno de sus enviados a la mesa de negociación, Podolyak, explicó qué espera de estos tres países. "Significa que los signatarios de las garantías no se quedarán mirando desde afuera en el evento de un ataque contra Ucrania, como hoy. En cambio, asumirán un rol activo del lado de Ucrania en el conflicto y oficialmente nos proveerán de inmediato con un suministro de las armas necesarias. Y, en segundo lugar, Ucrania no quiere seguir dependiendo de procedimientos burocráticos para poder cerrar el espacio aéreo frente a misiles cruceros", aseguró el funcionario en su canal de Telegram.
"Necesitamos garantías directas y firmes de que el cielo será cerrado", agregó, en referencia al pedido que hace días hace a sus aliados occidentales para que declaren una zona de exclusión aérea para frenar los bombardeos desde el aire de Rusia. Sin embargo, tanto Estados Unidos como la OTAN se han negado ya que esta medida implicaría una participación militar directa en el conflicto: para garantizar el control del cielo ucraniano las fuerzas occidentales deberían primero destruir las defensas anti aéreas rusas para evitar posibles ataques contra sus naves. En otras palabras, una confrontación bélica entre potencias nucleares.
La gran duda: el repliegue ruso
Uno de los puntos centrales de cualquier acuerdo entre Ucrania y Rusia para poner fin a la guerra será el repliegue militar de Moscú. Actualmente, las fuerzas rusas ocupan un corredor importante a lo largo de toda la frontera con Rusia en el Este, con la anexada península de Crimea en el sureste, y a lo largo de la mayoría de las costas de los mares de Azov y Negro, también en el sur. Además, controlan parte de la frontera norte con Bielorrusia y rutas y zonas del norte y noreste de Kiev, la capital.
La mayoría de los analistas creen que de mínima Rusia mantendrá tropas en las dos regiones separatistas en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk, pegadas a su frontera, como lo hace en zonas de mayoría ruso parlante en Georgia y Moldavia. Justo antes de invadir, Moscú reconoció como Estados soberanos a los dos gobiernos separatistas del este ucraniano que se levantaron en armas en 2014 y desde entonces pelean por su independencia. La incógnita es si Putin además reclamará -y Zelensky aceptará- mantener una presencia militar más allá de esas regiones, principalmente a lo largo de su frontera y en las estratégicas costas del mar Azov y el mar Negro, donde se encuentran todos los puertos de Ucrania y la única posibilidad de ese país de tener una ruta directa al Mediterráneo.