El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, informó que envió al ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, "un conjunto de propuestas concretas" destinadas a reactivar el acuerdo que permitía la exportación segura de granos ucranianos a través del mar Negro. Rusia abandonó la negociación un año después de que fuera negociado por la ONU y Turquía, en julio pasado, bajo el argumento de que sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes enfrentaban obstáculos y de que no estaba llegando suficiente grano ucraniano a los países necesitados.
La carta de Guterres llegó antes de una reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo turco, Tayyip Erdogan. Según informó Reuters, ambos se reunirán el lunes y hablarán sobre todo de las exportaciones de granos en la zona del mar Negro.
El acuerdo sobre cereales del Mar Negro tenía como objetivo combatir una crisis alimentaria mundial que, según la ONU, empeoró con la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Rusia y Ucrania son exportadores clave de granos en el mundo: "Creo que presentamos una propuesta que podría ser la base para una renovación, pero una renovación que debe ser estable", dijo Guterres a la prensa, sin dar más detalles de la propuesta.
"No podemos tener una iniciativa en el Mar Negro que vaya de crisis en crisis, de suspensión en suspensión. Necesitamos tener algo que funcione, en beneficio de todos", afirmó. Por su parte, un diplomático ruso, que emitió declaraciones bajo condición de anonimato, dijo a Reuters que "no hay revelaciones" en la carta de Guterres a Lavrov y que simplemente "resume ideas anteriores de la ONU, que no funcionaron". Lavrov dijo, después de reunirse en Moscú con su homólogo turco, Hakan Fidan, que Rusia no ve señales de que recibirá las garantías que le permitan reanudar el acuerdo de granos del Mar Negro.
El acuerdo
Firmado en julio de 2022 en Estambul y prorrogado en dos ocasiones, el acuerdo mediado por Turquía y Naciones Unidas permitió sacar cerca de 33 millones de toneladas de cereales de los puertos ucranianos, a pesar del conflicto. El acuerdo alivió los temores a una crisis alimentaria mundial y permitió exportar más de 32 millones de toneladas de grano ucraniano.
Los principales beneficiados fueron China, España y Turquía, y varios países africanos que, pese a recibir una cantidad de granos muy inferior a los primeros tres, dependen más que ellos de esas importaciones.
Sin embargo, Moscú estuvo varias semanas amenazando con no prorrogarlo, quejándose de los obstáculos a sus propias entregas de productos agrícolas y de fertilizantes, y asegurando que no se cumple el objetivo declarado del acuerdo de permitir la entrega de cereales a los países pobres. Además, la decisión del Gobierno de Putin se conoció poco después de que drones navales atacaran el puente que une Rusia con la península anexada de Crimea, clave para abastecer a los soldados rusos en Ucrania. Rusia dijo que la caída del acuerdo comercial no tenía nada que ver con este ataque.
Con información de Reuters