Brasil y Sudáfrica se ponen al frente de la agenda de paz para Ucrania

La guerra en Ucrania se ha acelerado esta semana en varios frentes. Pero ¿qué pasa con las propuestas de paz? Por ahora las impulsan países del BRICS. 

18 de junio, 2023 | 00.05

En una entrevista para el canal de televisión estadounidense NBC, le preguntaron al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, sobre la marcha de la contraofensiva que lanzó hace unas semanas. La contestación fue obvia y ampliamente hipotética: “Si nuestras tropas tienen éxito, Rusia perderá la guerra. La ambigüedad fantasiosa de la respuesta es índice claro del nivel de presión que Zelensky está recibiendo de las potencias occidentales. Washington y sus aliados europeos necesitan mostrarle a su electorado algún resultado positivo de esta aventura guerrera que, al menos para Europa, sólo ha dejado pérdidas

El balance que el presidente ruso hizo el pasado martes 13 de junio fue más preciso y lapidario. En un encuentro con corresponsales de guerra transmitido por la televisión rusa, Vladimir Putin confirmó que la contraofensiva ucraniana está atacando en cuatro zonas, pero “en ninguno de los sitios el enemigo ha tenido éxito”. “Están teniendo grandes pérdidas. Su situación se acerca a un nivel que puede calificarse de catastrófico”. Según Putin, las pérdidas ucranianas son diez veces mayores que las rusas y Moscú ya ha destruido entre un 25 y un 30% del armamento que la OTAN ha transferido a Kiev.

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Tres días después, el viernes 16, el Ministerio de Defensa ruso informó el lanzamiento de un ataque marítimo y aéreo con armas de alta precisión de largo alcance contra un centro de toma de decisiones de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Según los altos mandos: “El objetivo fue alcanzado y el centro fue destruido”.

En Estados Unidos, entretanto, las disputas sobre qué rumbo tomar se profundizan. El halcón republicano, ex canciller y conocido genocida Henry Kissinger ha expresado por cuarta vez, públicamente, su recomendación de abortar el operativo que busca aniquilar y fragmentar a Rusia a través de una guerra por delegación en Ucrania. Mientras que el demócrata y actual canciller (supuestamente jefe de la diplomacia), Anthony Blinken, sigue echando leña a la pira de los sacrificios bélicos.

En el discurso de bienvenida a Finlandia como nuevo miembro de la OTAN, el pasado 2 de junio, en Helsinki, Blinken azuzó: “En las semanas y los meses siguientes, algunos países pedirán un alto el fuego. Y, a simple vista, puede parecer una idea sensata, incluso atractiva. A fin de cuentas, ¿quién no va a querer que los contendientes depongan las armas? ¿A quién no le gustaría que cese la matanza? Sin embargo, un alto el fuego que simplemente suspenda los frentes de combate tal y como están y le permita a Putin consolidar el control sobre el territorio que ha ocupado, descansar, rearmarse y volver a atacar no es una paz justa y duradera: es una paz de Potemkin. Legitimaría la apropiación del territorio por parte de Rusia; recompensaría al país agresor y penalizaría a la víctima”.
Los BRICS y la paz 

¿Cuáles son las propuestas pacifistas de las que habló Blinken? Esta semana hubo -además del conocido programa chino de doce puntos para la paz-, otros dos miembros de los Brics que se mostraron activamente dispuestos a lograr un acuerdo entre Rusia y Ucrania: Brasil y Sudáfrica.

Según informó el gobierno de Brasil, Andrei Iermak -productor de películas y actual jefe de gabinete de Zelensky- llamó, el martes por la noche, al asesor especial en temas internacionales y hombre de confianza de Luiz Inácio Lula da Silva, el embajador Celso Amorim, para hablar de gestiones de paz con Rusia. Aunque Zelensky se muestra públicamente contrario a un alto el fuego, entre bambalinas, el ex actor y su productor de cine están organizando una conferencia internacional para la paz.

“La invitación de Ucrania es un logro para el presidente brasileño. Más allá de si se llega o no a un acuerdo de paz, la propuesta de Kiev significa que Lula conquistó una interlocución a fuerza de perseverancia y astucia no carentes de contradicciones. Lula habló del tema siendo candidato aún no electo”, opinó desde Brasilia el analista internacional Darío Pignotti.

En los seis meses de su tercer mandato presidencial, el petista ha impulsado varias iniciativas al respecto. Su visita al Vaticano el próximo miércoles incluye este objetivo. “Es un momento cumbre de Lula en pos de la paz. El presidente juega su prestigio y su proyección internacional”, aseguró Pignotti. “Para Lula y para el papa Francisco la reunión es muy importante. Son dos políticos que se tienen confianza. Ambos han trabajado desde la hora cero por la paz. Este encuentro es una especie de cumbre Sur-Sur, política y espiritual. Por otra parte, hace una semana, Lula mantuvo una conversación telefónica amistosa con Putin y se barajó un muy probable encuentro personal en la cumbre de los BRICS, el próximo mes de agosto, en Johannesburgo (Sudáfrica)”.

Otro punto importantísimo de los cambios en el orden mundial es el creciente protagonismo de la siempre relegada África. Miembros de una misión africana para la paz viajaron a Ucrania y a Rusia. El viernes 16 la delegación integrada por los presidentes Cyril Ramaphosa (Sudáfrica); Azali Assoumani (Unión de las Comoras), Macky Sall (Senegal); Hakainde Hichilema (Zambia); el primer ministro de Egipto, Mustafa Madbouly y los representantes especiales de los presidentes de Uganda y República del Congo se reunieron con Zelensky. El sábado -y a pesar del boicot de Polonia, que retuvo a la delegación africana en Varsovia e intentó impedir su vuelo a Moscú- fue recibida por Putin.

El presidente sudafricano, anfitrión de la próxima cumbre de los BRICS, fue el encargado de presentar el plan de paz que incluye el tema de los alimentos. El freno del comercio de cereales y fertilizantes ha afectado seriamente a ese continente. El plan consta de diez puntos: 

1)    Resolver el conflicto de forma pacífica.
2)    Empezar las negociaciones de paz cuanto antes.
3)    Iniciar una desescalada por parte de ambos lados.
4)    Garantizar la soberanía de los Estados y sus pueblos de conformidad con la Carta de la ONU.
5)    Establecer garantías de seguridad para todos los países.
6)    Asegurar la exportación de granos y fertilizantes de ambos países.
7)    Brindar apoyo humanitario a las víctimas del conflicto.
8)    Resolver la cuestión sobre el intercambio de prisioneros y el retorno de los menores.
9)    Garantizar la reconstrucción tras el final del conflicto.
10)  Colaborar más estrechamente con los países africanos

Tanto Rusia como China hace años que vienen construyendo lazos políticos, comerciales, y de seguridad en un continente históricamente saqueado por Occidente. Cuando las secuelas del dominio colonial aún son heridas abiertas, Moscú y Beijing seducen con una narrativa descolonizadora y con propuestas materiales muy seductoras. 
Disputas belicistas entre las élites occidentales y propuestas de paz desde Sur Global hablan de un horizonte en transformación con un resultado aún muy incierto.

MÁS INFO
Telma Luzzani

Tiene una trayectoria de más de 30 años como periodista y analista de política internacional. Trabajó en numerosos medios gráficos (Página 12, Tiempo Argentino y Clarín) y medios audiovisuales. Fue conductora de Voces del Mundo en Sputniknews y co conductora en el multipremiado programa de VISION 7 INTERNACIONAL emitido por la TV Pública. Tiene varios libros escritos. Los más conocidos son: “Todo lo que necesitás saber sobre la Guerra Fría” (2019); "Territorios vigilados. Cómo opera la red de bases militares norteamericanas en Sudamérica" (Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2012); Venezuela y la revolución (2008), entre otros.