Desde la sede ucraniana de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) informaron que su sede en la ciudad de Mariupol, uno de los epicentros de la guerra, fue gravemente dañada por bombardeos. Además, la organización regional, que incluye tanto a Rusia como a la mayoría de Europa, venía de lamentar este sábado la muerte de una trabajadora en Jarkov, otro punto clave de la avanzada de las tropas rusas en el este de Ucrania.
"La Misión recibió informes de que su punto focal en Mariupol había resultado dañado por los bombardeos", afirmó la delegación de la OSCE en Ucrania, según la agencia de noticias rusa Sputnik. "Según el informe, el edificio de la institución sufrió daños, quedó destruido el equipo de comunicación, y se incendiaron dos vehículos de la Misión", agregó. El comunicado no culpa a ningún lado en particular, pero hasta el momento no se han registrado ni denunciado ataques aéreos de las fuerzas ucranianas sobre esa ciudad del sureste.
La ciudad portuaria de Mariúpol se encuentra bloqueada por las fuerzas rusas desde hace una semana y el alcalde Vadim Boychenko afirmó en varias ocasiones que la ciudad se encontraba al borde de una "catástrofe humanitaria", ya que se quedó sin electricidad, calefacción y agua debido a los constantes bombardeos del Ejército ruso.
"El convoy de evacuación con la población local no pudo salir hoy de Mariupol: los rusos comenzaron a reagrupar sus fuerzas y bombardearon intensamente la ciudad. Es extremadamente peligroso sacar a la gente -unos 200.000 civiles- en tales condiciones", señaló el gobierno local en su cuenta oficial de Telegram.
Desde la OSCE, el presidente y ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau, junto con la Secretaria General del organismo, Helga Maria Schmid, expresaron sus condolencias a familiares y amigos de Maryna Fenina, miembro ucraniana de la Misión Especial de Monitoreo de la OSCE en ese país, quien murió en un bombardeo en Jarkov la semana pasada.
“Maryna fue asesinada mientras buscaba provisiones para su familia en una ciudad que se ha convertido en zona de guerra. En Jarkov y otras ciudades y pueblos de Ucrania, misiles, proyectiles y cohetes están alcanzando edificios residenciales y centros urbanos, matando e hiriendo a civiles inocentes, mujeres, hombres y niños por igual", informaron.
"A pesar de los repetidos llamamientos de toda la comunidad internacional y de toda la OSCE, la operación militar no provocada contra Ucrania continúa. Condenamos enérgicamente el aumento de los bombardeos en los centros de las zonas urbanas que causan muertos y heridos entre los civiles y reiteramos nuestro llamamiento a la Federación de Rusia para que actúe cese inmediato de las hostilidades y entablar un diálogo significativo", agregaron.
Desde el Ministerio de Defensa ruso aseguran que "los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica".