México y Brasil pusieron manos a la obra y pidieron cautela ante la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de colocar aranceles del 25% a las importaciones al acero y al aluminio, que también afectará a la Argentina. La medida fue anunciada el lunes en el momento en el que firmó dos órdenes ejecutivas y, luego, el mandatario aclaró que “no habrá excepciones”.


Por el lado de México, es la segunda vez en pocas semanas que debe activar negociaciones con Trump. Hace poco menos de diez días, la presidenta, Claudia Sheinbaum, salió en los medios de comunicación internacionales cuando Trump quiso imponer tarifas del 25% de las exportaciones de quien es su principal socio comercial. La mandataria logró sostener la avanzada del estadounidense a fuerza de diplomacia y tras llegar al acuerdo de que enviaría a diez mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera para hacer un aporte al “combate al crimen organizado”.
En esta ocasión, el que está al frente será el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, que mantuvo una conversación con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, para exponer sus argumentos en contra de los aranceles del 25% al acero y el aluminio. También se comunicará, entre miércoles y jueves, con el secretario de Estado, Marco Rubio.
Esta medida es "un balazo en el pie", opinó Ebrard este martes y consideró que resulta “ilógica e injustificada” ya que Estados Unidos exporta más acero y aluminio que México. "Estados Unidos nos vende más. No se justifica esa tarifa, no es lógico", sostuvo.
"Ellos exportan más de lo que nosotros exportamos. Estados Unidos tiene superávit en esta materia, no le conviene poner aranceles a México", insistió Sheinbaum, por su parte.
El vicepresidente de Brasil pidió “cautela”
Por su parte, el vicepresidente de Brasil y también ministro de Desarrollo e Industria, Geraldo Alckmin, pidió el miércoles "cautela" y dijo que el país sudamericano buscará el diálogo con Estados Unidos tras la decisión del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio. En declaraciones a la prensa sostuvo que su país está “abierto al diálogo” y, ante la consulta, consideró que las cuotas pueden ser “una buena alternativa”.
En esa línea, señaló que el gigante sudamericano es una de las mayores fuentes de importaciones de acero de Estados Unidos, pero Alckmin destacó que en general el país norteamericano tiene un superávit comercial con Brasil, lo significa que la mayor economía de América Latina "no es el problema". Según informó Reuters, Estados Unidos mantiene un superávit comercial con Brasil desde 2008, que alcanzó los 253 millones de dólares el año pasado sobre más de 80.000 millones de dólares de comercio bilateral.
Por otro lado, los siderúrgicos brasileños nucleados en el Instituto Aço Brasil, manifestaron su sorpresa por los aranceles de Trump y dijeron que esa medida no beneficiaría a ninguno de los dos países.