En Guatemala continúan las tensiones en el marco del proceso electoral que dieron como presidente electo a Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla. En ese contexto, pese a las denuncias de maniobras para evitar su asunción, el presidente actual, Alejandro Giammattei, reclamó ante las Naciones Unidas acciones de “injerencia internacional innecesarias” y ratificó su compromiso para entregar el mando del Estado el 14 de enero próximo. A esto, se sumó un informe de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que señaló que “el proceso de transición tiene sus amenazas”.
"Un evento electoral que estuvo enmarcado con acciones de injerencia internacional innecesarias; porque nuestra democracia puede que no sea perfecta, pero ha sido una democracia que nos ha permitido el principio de alternancia en el poder", subrayó Giammattei, en el que fue su último discurso en la ONU. En ese sentido, se comprometió a llevar adelante el traspaso de poder en enero, porque en Guatemala “se cumple a cabalidad el principio de alternabilidad cada cuatro años".
Además, diferenció su actitud de la de “algunos presidentes que luchan por quedarse, perpetuarse y aferrarse a los puestos, permitiendo reelecciones, aún en contra de sus propias constituciones”. Sin embargo, desde el Movimiento Semilla, persisten las denuncias por las acciones penales en su contra, impulsadas desde la Fiscalía General a cargo de Consuelo Porras; el juez penal, Freddy Orellana; y el fiscal Especial contra la Corrupción y la Impunidad, Rafael Curruchiche, todos ellos señalados por corrupción por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Un amparo para “restablecer el orden constitucional”
En la jornada del lunes Arévalo junto a su compañera de fórmula, Karin Herrera, y su equipo técnico y miles de guatemaltecos, presentaron un amparo ante la Corte Suprema de Justicia para que sean destituidos de sus cargos quienes lideraron las acciones contra el Movimiento Semilla, asediado judicialmente desde la primera vuelta, cuando los números de los comicios lo ubicaron en el balotaje. Entre las diferentes medidas, el partido de Arévalo tuvo suspendida su personería, sus congresistas no fueron reconocidos en el Congreso –actos que Arévalo catalogó como parte de una trama golpista para evitar su asunción- y, la semana pasada, la Justicia avanzó con la apertura de urnas en una acción que el mismo Tribunal Electoral Superior consideró una “contravención a la Ley Electoral”.
La reacción del binomio ganador de las elecciones fue, en primer término, retirarse del proceso de transición con el equipo de gobierno del Presidente Giammatei. Y, en segunda instancia, presentar un amparo en defensa del orden institucional, acompañado del pueblo de Guatemala.
“Estamos aquí en un acto de defensa de la democracia. Esta tarde ha sido muy importante contar con la compañía de ustedes”, sentenció Arévalo cuando faltaban 118 días para recibir la banda presidencia, reseñó el portal Plaza Pública. Según relataron en el mismo medio, en el amparo presentado, se señala que las acciones emprendidas por el Ministerio Público y acogidas por el Juez Orellana se convirtieron en una “amenaza a la democracia, a la libertad de sufragio; violación al principio de legalidad y de sujeción a la ley por parte de los funcionarios públicos y violación al Estado y a su sistema de gobierno republicano, democrático y representativo, así como al principio de soberanía del Estado”.
Todo ello, tiene como origen justamente el caso en contra del partido Movimiento Semilla. La Fiscalía Especial contra Corrupción y la Impunidad bautizó el caso como “Corrupción Semilla” y señaló que hubo lavado de dinero porque la organización pagó por cada firma que los colaboradores sumaban.
Informe de la OEA
En el informe emitido por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, este martes denunció que “el proceso de transición tiene sus amenazas” y que todo el derrotero judicial mencionado hasta ahora “es una combinación de agresiones políticas que se han ido transformando en presiones políticas sobre el proceso electoral”.
“No es de recibo que el Presidente electo asuma sin partido, eso sería afectar la decisión soberana del pueblo. Una decisión soberana que no solamente eligió a Bernardo Arévalo como Presidente de la República de Guatemala, pero también eligió congresistas en nombre de un partido político llamado Movimiento Semilla”, advirtió Almagro y habló, también, de que las amenazas para suspender la personería implican una “burla a la voluntad popular”.
“Estamos dispuestos a reestablecer la transición cuando haya medidas que reviertan los ataques del Ministerio Público”, pese a ello, la OEA marcó que más allá de esos anuncios la veeduría de la Organización de los Estados Americanos debe continuar, el marco de referencia legal de la veeduría de la OEA culmina el 14 de enero con el traspaso del poder al Presidente Arévalo.
En ese sentido, llamó a continuar la transición y precisó que “es fundamental la participación de entrantes y salientes”, así como que se deben continuar las reuniones de los grupos técnicos sectoriales y ministeriales. “Es indudable que el Gobierno entrante necesitará más información que la proporcionada y que deberá trabajar la agenda temática en mayor profundidad y que la metodología de la transición también deberá ser ajustada”.
Para ello, Arévalo pidió que continúen los trabajos técnicos-institucionales-sectoriales de traspaso de información y de gestión política y de conducción institucional. “Estamos comprometidos con el proceso de transición. Ante las propuestas del Secretario General de la OEA, para reactivar nuestra participación, presentaremos al presidente Alejandro Giammattei una propuesta de reforma a la metodología para proceder directamente al trabajo técnico sectorial”, respondió Arévalo en un tuit esta tarde.
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