La trama golpista fue hallada por la Policía Federal en el celular de Mauro Cid, exedecán del entonces mandatario Jair Bolsonaro. El plan, según publicó la revista brasileña Veja, contenía tres pasos: anular las elecciones que le dieron la victoria al candidato del Partido de los Trabajadores y (ahora) tres veces presidente, Luiz Inácio Lula da Silva; sacar a los magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) y la intervención de las Fuerzas Armadas. Además del documento "Fuerzas Armadas como poder moderador" fueron encontradas conversaciones con el teniente coronel Jean Lawand Junior, actualmente agregado militar en la embajada de Washington y exvicejefe del Estado Mayor del Ejército, que incita al golpe de Estado.
El resultado de la segunda vuelta en Brasil fue ajustado. El 30 de octubre de 2022, Lula se impuso sólo con el 50,9% de los votos, sobre el 49,1% de su contrincante Bolsonaro. Al día siguiente, cuando el entonces mandatario todavía no se había pronunciado, varias de las rutas y autopistas más importantes del país fueron bloqueadas por sus simpatizantes que se resistían a reconocer la victoria del candidato del PT. Bolsonaro, hasta entonces no se había pronunciado y cuando lo hizo fue poco claro, a penas, pidió que se levantaran las concentraciones que cerraban pasos a los aeropuertos y otras vías importantes. La tensión podía sentirse en el aire y la decisión del entonces presidente fue hacerse a un lado de la escena pública. Poco se supo sobre él hasta que llegó a Miami, Estados Unidos, unos días antes del traspaso de mando. En ese contexto, -previo al 8 de enero en lo que se denominó la toma de la sede de los Tres Poderes por cientos de bolsonaristas- es que los hombres más cercanos al presidente elaboraron el guion revelado para evitar la llegada de Lula al Palacio de la Alborada.
Los expertos examinaron los mensajes de WhatsApp, audios, respaldos de seguridad y archivos almacenados por el edecán de Bolsonaro, Mauro Cid. "El conjunto de material no deja dudas de que en los últimos días del gobierno de Bolsonaro hubo grandes personas comprometidas con atacar la democracia. Al igual que el borrador encontrado en febrero en la casa del exministro de Justicia Anderson Torres, los documentos incautados a Mauro Cid también tienen como principales objetivos a los jueces del STF y del TSE", señaló Veja.
En el teléfono, además, se encontró un segundo documento, que incluso contemplaba la posibilidad de declarar el Estado de sitio, una de las medidas más extremas previstas en la Constitución, pensada originalmente para enfrentar situaciones de extrema excepcionalidad, como como, por ejemplo, una eventual agresión extranjera. Las conversaciones con Lawand Junior- premiado por Bolsonaro con ascensos meteóricos dentro del Ejército y especialista en entrenamiento de misiones terrestres- son sobre cómo el presidente debía dar la orden a las Fuerzas Armadas para desconocer la victoria de Lula y poner al país bajo administración militar.
"El presidente tiene que dar la orden, hermano. Una orden así no puede no ser cumplida. Convenza al 01 de salvar al país. Estamos en una lucha. Si no actuamos (Bolsonaro) terminará en la Papuda (cárcel de Brasilia)", dice uno de los mensajes enviados por Laward a Cid. Según él, Bolsonaro no confiaba en que la cúpula del Ejército iba a desconocer las elecciones y dar un golpe de Estado: "El presidente no puede dar una orden si no confía en el ACE (Alto Mando del Ejército)", respondió Cid a Lawand.
Los documentos muestran que Lawand le dijo al edecán que en el plan estaba involucrado el general Edson Rosty, entonces subjefe de Operaciones Terrestres. Según este militar, el Ejército no se iba a mover si Bolsonaro no lo ordenaba. Lawand dijo a Veja que desconocían las tramas golpistas, pero que tenía una relación amistosa con el detenido exedecán de Bolsonaro.
En los mensajes, Lawand Junior también sostuvo que los mandos medios del Ejército apoyarían un golpe de Bolsonaro, si bien la cúpula no se subiría a esa acción.
Por el momento, la defensa del expresidente salió aclarar que él "jamás participó de una conversación sobre Golpe", según informó UOL.
Paso a paso del plan golpista
En el documento "Fuerzas Armadas como poder moderador" se presenta un plan basado en la tesis de que los militares podrían ser convocados para arbitrar los conflictos entre los poderes, con el cierre del Supremo Tribunal Federal y la detención de los jueces. Para ello, Bolsonaro debería remitir las supuestas inconstitucionalidades practicadas por el Poder Judicial a los mandos de las Fuerzas Armadas. Los militares, entonces, podían nombrar un interventor investido de poderes absolutos.
El golpe daría lugar, en la fase final, a nuevas elecciones y se aplicaría sobre la base de la tesis de que, cuando hay conflicto entre los Poderes, las Fuerzas Armadas podrían ser llamadas a intervenir, señaló el portal UOL.
- El primer paso sería nombrar un interventor “que coordinará las medidas para restablecer el orden constitucional” y un plazo para establecer ese escenario.
- Con eso, las Fuerzas Armadas e instituciones de seguridad, como la Policía Federal, quedarían bajo el mando del interventor.
- Luego, entraría a la luz el Poder Judicial, para decidir qué actos deben ser suspendidos e incluso la “destitución preventiva de quienes hayan realizado actos en directa violación de la Constitución Federal”. Los destituidos serían investigados y podrían ir a juicio en el Senado. Se crearían nuevas vacantes en el TSE (Tribunal Superior Electoral), blanco frecuente de los bolsonaristas en las últimas elecciones, para cuyo reemplazo fueron citados los ministros designados por Bolsonaro, Nunes Marques y André Mendonça, además de José Dias Toffoli.
- Entonces, podrían convocarse nuevas elecciones tras el reconocimiento del desacuerdo del TSE con la Constitución.
Toma de los Tres Poderes
Más de 1.100 personas están acusadas de participar de los ataques y de financiar los movimientos que tuvieron adhesiones en diferentes grados del Ejército. Tras esas acciones, Lula removió a su jefe del Ejército, en la primera gran crisis que marcó la herencia militarista del gobierno de Bolsonaro, un excapitán que puso a las Fuerzas Armadas en el primer nivel del gobierno.
Ante la revelación de la revista Veja en base a documentos oficiales, Lula se mostró "irritado" con la permanencia de Lawand como agregado en Washington, cargo por el que cobra unos 5.000 dólares mensuales más gastos corrientes, indicaron medios locales. El teniente coronel fue designado allí por el Ejército, ya bajo el gobierno de Lula iniciado el 1 de enero pasado.
Ahora, estos documentos están en poder de Alexandre de Moraes, el juez de la corte suprema que investiga estas acciones golpistas del 8 de enero. Por ello está detenido, con arresto domiciliario por cuestiones de salud, el exministro de Justicia de Bolsonaro Anderson Torres, quien en el momento se desempeñaba como secretario de Seguridad de Brasilia, designado por el gobernador de la capital, el bolsonarista Ibaneis Rocha.
El exfuncionario bolsonarista tenía en su vivienda documentos con otro plan golpista para desconocer la elección vencida por Lula e iniciar una intervención militar en el Tribunal Superior Electoral para denunciar -falsamente- el fraude en las urnas electrónicas. Bolsonaro tuvo que declarar ante la Policía Federal sobre lo ocurrido el 8 de enero, a raíz de que estando en EEUU publicó en Facebook un video en el cual se afirma que Lula ganó con fraude, alimentando con noticias falsas la teoría de una manipulación electoral.
El expresidente argumentó que estaba internado en el momento de la publicación y bajo los efectos de la morfina, y que por lo tanto se trató de un error. A partir del 22 de junio, el exmandatario se enfrentará al juicio ante el Tribunal Superior Electoral que puede inhabilitarlo electoralmente ante la acusación de ejercer un "abuso de poder" cuando desde el Estado convocó a más de 100 embajadores para denunciar la fragilidad del sistema electoral brasileño, antes de las elecciones de octubre.
Las tramas golpistas paralelas del bolsonarismo están siendo investigadas por la Corte Suprema (Supremo Tribunal Federal) y, en ese marco, el juez Moraes ordenó ayer allanar los domicilios y el despacho en el Congreso del senador Marcos do Val. Este último se presenta como instructor de la fuerza policial estadounidense Swat, sostuvo públicamente que participó de un plan para intentar apartar al juez Moraes de las investigaciones.
Cid, detenido
Cid, preso desde el 17 de mayo, acusado de haber violado los registros del Ministerio de Salud sobre la vacunación contra la Covid-19 para permitirle al expresidente viajar a Estados Unidos el 30 de diciembre pasado, dos días antes de dejar el poder.
El exedecán está acusado también de hacer maniobras a favor de Laura, la hija de 12 años del líder ultraderechista brasileño que públicamente hizo campaña en contra de inocularse ante la pandemia, pero que necesitaba algún tipo de certificado público para ingresar a Estados Unidos y cumplir lo exigido por las autoridades de ese país en el marco de las restricciones sanitarias que existían en ese entonces.
Las investigaciones que lleva adelante el Supremo Tribunal Federal sobre el fraude en la libreta de vacunación de Bolsonaro derivaron, así, en una trama golpista que se encaja con la intentona del 8 de enero pasado, cuando seguidores del exmandatario asaltaron la sede de los tres poderes en Brasilia.
Con información de Télam