El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulgó hoy una ley considerada clave para su gestión, que aumenta los fondos para las coberturas médicas y el combate al cambio climático además de subir los impuestos a las empresas, y que constituye una victoria política demócrata a menos de tres meses de las elecciones legislativas.
La Ley de Reducción de la Inflación incluye la mayor inversión jamás realizada en Estados Unidos para el clima: 370.000 millones de dólares para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2030, según la agencia de noticias AFP.
El texto prevé incentivos financieros para orientar la economía estadounidense hacia las energías renovables, limita el precio de algunos medicamentos y crea un impuesto mínimo de 15% para las grandes empresas.
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"Un país puede transformarse, eso es lo que está sucediendo ahora", declaró Biden en un discurso con tintes electorales, antes de firmar la promulgación en la Casa Blanca.
"Se trata de mostrar a Estados Unidos y al pueblo estadounidense que la democracia aún funciona", sostuvo el presidente, quien interrumpió sus vacaciones y usó barbijo durante la firma por el positivo de Covid-19 de su esposa, Jill Biden.
Para los demócratas, esta ley es un hito dentro de una legislatura marcada por las divisiones.
El presidente también hizo hincapié en que "todos y cada uno de los republicanos" dijeron 'no' a una ley que, según sus propias palabras, da pie a un "momento histórico" para Estados Unidos, según la agencia Europa Press.
Aunque el Partido Republicano calificó de "estafa" una disposición que concede subsidios para la compra de vehículos eléctricos; el Sierra Club, un grupo ecologista, elogió lo que calificó de paso audaz en la lucha contra el sobrecalentamiento del planeta.
"Este día será recordado por las futuras generaciones como el cambio de rumbo contra la industria de los combustibles fósiles y hacia un futuro más sano, más limpio y más justo para todas las personas de este país", dijo el presidente del Sierra Club, Ramón Cruz.
El segundo apartado de este ambicioso plan de inversión tiene como objetivo corregir parcialmente las desigualdades en el acceso a la atención médica en Estados Unidos, en particular bajando el precio de los medicamentos.
Medicare, un programa público de seguros médicos para personas mayores de 65 años, podrá por primera vez negociar los precios de determinados medicamentos directamente con las farmacéuticas, y así obtener tarifas más competitivas.
Para financiar estas inversiones, la reforma prevé la adopción de una tasa impositiva mínima del 15% para todas las empresas cuyos beneficios superen los 1.000 millones de dólares, para evitar que se acojan a exenciones fiscales que les han permitido pagar mucho menos que el baremo teórico.
Se estima que esta medida podría generar más de 258.000 millones de dólares en ingresos para el Estado federal en los próximos diez años.
Poco después de la firma, la Casa Blanca publicó un comunicado detallando las medidas de la ley que, según el Gobierno, aventajan a las comunidades latinas.
A nivel sanitario, los latinos con Medicare mayores de 65 años tienen unas 1,5 veces más probabilidades de tener problemas para pagar medicamentos y la nueva ley les garantiza que no paguen más de 2.000 dólares por año por sus fármacos.
El abaratamiento de los medicamentos ayudaría en particular a los insulinodependientes. Según el Departamento de Salud, en 2018 los hispanos tenían 1,3 veces más probabilidades que los blancos no hispanos de morir de diabetes. Esta ley limita a 35 dólares al mes lo que tienen que pagar por insulina.
También proporciona acceso a vacunas gratuitas y "ayudará a mantener disponible el seguro de salud gratuito o de bajo costo", señaló la Casa Blanca. "Casi 700.000 latinos tendrán cobertura de seguro médico el año que viene" en comparación con lo que sucedería si no existiera esta normativa, añadió el comunicado.
La lucha contra el cambio climático, argumenta el Gobierno, también los beneficiaría. Según el movimiento Climate Power, el 40% de los hogares con más dificultades para pagar las facturas energéticas en Estados Unidos son latinos y el 50% afroestadounidenses.
La Casa Blanca sostiene que las familias que aprovechen las ventajas fiscales incluidas en la ley para las energías limpias "pueden ahorrar más de 1.000 dólares por año".
La política estrella de Biden también financia programas para reducir la contaminación del aire en instalaciones industriales y en comunidades desfavorecidas.
Y a nivel fiscal "ninguna familia que gane menos de 400.000 dólares por año tendrá una subida de impuestos, ni un solo centavo", consignó el comunicado.
Los demócratas prevén una celebración mayor el próximo mes y la Casa Blanca ya adelantó que Biden realizará varios viajes para tratar de explicar a la ciudadanía la importancia de la nueva ley, con la vista puesta en las elecciones de mitad de mandato, en noviembre.
La Ley de Reducción de la Inflación no es todo lo ambiciosa que soñó Biden en un principio, pero se prevé que ayude a recaudar más de 700.000 millones de dólares.
Los demócratas, con mayoría en la Cámara de Representantes, habían logrado aprobar el viernes la iniciativa por 220 votos a favor y 207 en contra, después de que en el Senado la vicepresidenta Kamala Harris diera el domingo previo el voto del desempate para que la norma avanzara.
Con información de Télam