Con Brasil como principal promotor, los países más poderosos del mundo nucleados en el G20, acordaron la cooperación para la justicia tributaria, en el marco de la reunión de ministros de Finanzas y presidentes de bancos bentrales. Se trata de promover medidas que incluyan impuestos para multimillonarios. "Es un logro de carácter moral”, sostuvo en conferencia de prensa el ministro de Economía brasileño, Fernando Haddad, al confirmar la inclusión de la iniciativa en la declaración conjunta que busca “la justicia fiscal”, “evitar la evasión” y “reconocer que existen procedimientos y prácticas inaceptables en un mundo con tanta desigualdad”.
La idea de que los distintos países del bloque coordinen la adopción de medidas para gravar a empresas como a individuos es una bandera de la potencia sudamericana. El mismo presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, la llevó al foro esta semana: “Los superricos pagan proporcionalmente muchos menos impuestos que la clase trabajadora. Para corregir esta anomalía, Brasil insiste en la cuestión de la cooperación internacional para desarrollar un estándar mínimo de tributación global para fortalecer las iniciativas existentes”, dijo durante el pre-lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.
El ministro Haddad, por su parte, reconoció que los avances de estos temas en la agenda global son “relativamente lentos”. Para el caso, citó lo que se conoce como el pilar 1 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en donde hace una década debaten este tipo de iniciativas. Este caso, no estuvo exento de disputas: por ejemplo, quedó fuera del texto -aprobado por aclamación- la promesa de implementar un sistema de tributación internacional.
El tono, en tanto, fue más suave: quedó expuesto el compromiso de los países para promover “el diálogo global sobre una tributación justa y progresiva”, que incluya “a las personas con un patrimonio neto ultra-alto”, informó Haddad. La propuesta inicial brasileña -elaborada y presentada por el economista Gabriel Zucman- es la implementación de un impuesto global del 2% sobre la riqueza de alrededor de tres mil personas súper ricas, lo que corresponde a 250 millones de dólares de ingresos potenciales por año.
“Entendemos que los desafíos que enfrenta el mundo en el futuro cercano, incluido el tema de la desigualdad y el hambre que dio origen a la Alianza Global y los problemas climáticos, requerirán soluciones innovadoras. Estamos tratando de anticiparnos, empezando ya a desarrollar instrumentos de financiación que puedan utilizarse cuando surja la necesidad, si hay una emergencia”, manifestó Haddad en una entrevista que dio al organismo este viernes.
Qué dice el documento firmado por ministros de Economía y presidentes de bancos centrales
El documento en el que Brasil logró consenso y que Haddad festejó fue publicado este viernes por la tarde. En los 15 puntos, los funcionarios se comprometieron a "fortalecer la transparencia fiscal y seguir fomentando el diálogo global sobre una tributación justa y progresiva, teniendo en cuenta las circunstancias, necesidades y prioridades nacionales, como la distribución justa de la carga fiscal" basados en "el espíritu de una cooperación fiscal internacional inclusiva y eficaz, construyendo un mundo justo, un planeta sostenible y un sistema tributario global más estable y justo".
En ese sentido, reproducimos el punto 13, en el que se hace referencia al compromiso asumido para gravar a los súper ricos:
"Con pleno respeto a la soberanía fiscal, buscaremos colaborar de manera cooperativa para garantizar que las personas con un patrimonio neto ultra-alto paguen impuestos de manera efectiva. La cooperación podría implicar el intercambio de mejores prácticas, el fomento de debates en torno a los principios tributarios y el diseño de mecanismos contra la evasión fiscal, incluido el abordaje de prácticas tributarias potencialmente perjudiciales. Esperamos seguir debatiendo estas cuestiones en el G20 y otros foros pertinentes, contando con los aportes técnicos de organizaciones internacionales, académicos y expertos relevantes. Alentamos al Marco Inclusivo sobre BEPS a que considere trabajar en estas cuestiones en el contexto de políticas fiscales progresivas efectivas".