Japón empezará a brindar ayuda a ejércitos de "países afines" en virtud de una nueva normativa, anunció hoy el Gobierno japonés, que en los últimos años ha fortalecido su política de Defensa pese a su Constitución pacifista.
La nueva normativa se dirigirá específicamente a "fortalecer la seguridad y las capacidades de disuasión de países afines", dijo el secretario del gabinete japonés, Hirokazu Matsuno, a periodistas en Tokio, sin mencionar a ninguna nación en particular.
La iniciativa forma parte de un giro en materia de seguridad de Japón -un país que adoptó una Constitución pacifista luego de su derrota en la Segunda Guerra Mundial- impulsado por el gobernante Partido Liberal Democrático.
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El año pasado, el Gobierno del primer ministro Fumio Kishida anunció planes para una reforma que incluye el objetivo de elevar el gasto en Defensa al 2% del PIB para 2027, en línea con las expectativas de la OTAN, de la cual Japón es aliado pero no miembro.
La decisión generó críticas de la oposición en momentos en que la salud fiscal del país es la peor entre las principales economías industrializadas, con una deuda pública que representa más del doble del PBI.
El Gobierno defendió la iniciativa apoyado en el argumento de la escalada de tensiones en la región por disputas entre China, Japón y varios otros países, al tiempo que definió a China como el "mayor desafío estratégico" para su seguridad.
El presupuesto anual presentado en diciembre también incluía una asignación sin precedentes al gasto militar del país de 6,8 billones de yenes (unos 48.000 millones de euros) para sustentar la nueva y agresiva política de defensa estratégica y contrarrestar la amenaza que representa Corea del Norte y la expansión china en la región del Indo-Pacífico.
La nueva partida de gasto en Defensa para 2023 representa un aumento de 26,4% respecto al año pasado y fue el primer paso para romper el techo histórico de asignación de 1% del PBI al sector militar, para subirlo al 2%, pese a que la medida viola la Constitución del país, que establece una histórica política limitada a la "autodefensa" nacional.
Sin embargo, el Gobierno se respalda en que la nueva normativa apunta que ese apoyo militar a ejércitos extranjeros se limitará a zonas "no directamente relacionadas con conflictos internacionales", según dijo hoy Matsuno.
Aunque el funcionario no dijo qué países pueden ser beneficiarios, la prensa local mencionó a Filipinas y Malasia como candidatos.
La asistencia podría focalizarse en ámbitos como la vigilancia de aguas territoriales y del espacio aéreo, antiterrorismo y antipiratería, según el gobierno japonés.
La agencia japonesa de noticias Kyodo dijo que el Gobierno ha presupuestado 2.000 millones de yenes (15 millones de dólares) para ayudar a ejércitos extranjeros hasta marzo de 2024.
Con información de Télam