Cientos de miles de personas volvieron a salir a las calles de Francia en contra de la reforma jubilatoria impulsada y aprobada por decreto por el presidente, Emmanuel Macron. La doceava movilización se llevó a cabo en la víspera del fallo que dará mañana el Consejo Constitucional, que debe decidir sobre la validez de la iniciativa y sobre un pedido de referendo sobre la edad de retiro solicitado por la oposición de izquierda. El fallo de los nueve magistrados se conocerá este viernes por la tarde. "12 semanas, 12 jornadas de movilización interprofesional y unitaria, con acciones diarias, jornadas de huelga, sectores profesionales en acciones renovables, hacen de esta protesta un movimiento excepcional e inédito. ¿Quién puede creer que con una opinión pública mayoritariamente desfavorable a este proyecto de ley, la determinación de quienes se movilizan se debilitará?", rezó el comunicado de la Confederación General del Trabajo (CGT), que lleva como título "¡La jubilación a los 64 años sigue siendo un no!".
Al paso de la manifestación por delante de la sede del Consejo Constitucional, en París, se lanzaron piedras contra agentes antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos. Desde entonces, las imágenes de la represión volvieron a hacerse virales en las redes sociales, como respuesta a la respuesta de las autoridades que prohibieron cualquier movilización frente al organismo, situado cerca del Museo del Louvre, a partir de esta noche y desplegaron un fuerte dispositivo de seguridad.
El Ministerio del Interior indicó que unas 380.000 personas participaron de las marchas en todo el país, una cifra menor a las 570.000 de la semana pasada. Para los sindicatos, en cambio, este jueves hubo un millón de manifestantes contra los dos millones de la semana pasada.
El pasado 7 de marzo, en tanto, habían contado unos 1,28 millones de personas en las calles, según la policía; y 3,5 millones, para el sindicato CGT, en contra de la decisión presidencial de consolidar el régimen de jubilación regresivo. Los gremios y una gran mayoría de los franceses, según los sondeos, quieren que el Gobierno dé marcha atrás la reforma, que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa.
"Si el Consejo aprueba el proyecto, saldremos de nuevo a la calle", advirtió bajo la llovizna Tamara Aslamov, una joven estudiante universitaria de 18 años, delante de la Ópera de París, según la agencia AFP. El líder del sindicato moderado CFDT, Laurent Berger, advirtió incluso antes del inicio de la marcha en París que el combate "está lejos de terminarse".
La huelga en sectores clave como el transporte y la energía también tiene un alcance menor, en los últimos días, si bien los basureros de París prevén retomar su paro, después que uno anterior de tres semanas dejara hasta 10.000 toneladas de basura acumuladas en las calles, se vieran afectados los transportes locales y la clases en las escuelas.
En la mañana, unos 400 manifestantes invadieron durante unos minutos la sede parisina del gigante del Louis Vuitton, cercana a los Campos Elíseos, con bengalas y silbatos, al grito de "la calle es nuestra". Según datos de la Jefatura de la Policía de París, hasta ahora se realizaron 25 arrestos y se espera que esta cifra suba.
Las escenas de tensión en el marco de las protestas en París se replican y se viralizan cada vez más en las redes sociales. El pasado 6 de abril, fue una de las imágenes que más resonancia tuvo cuando un grupo de trabajadores ocupó la sede de la inversora estadounidense Black Rock en su camino a la Asamblea Nacional. Más allá de la reforma que quiere ver en vigor en los próximos meses, el presidente francés, de 45 años, se juega poder aplicar su programa durante su segundo mandato hasta 2027.Símbolo de la importancia que le otorga, decidió el 16 de marzo imponer por decreto su reforma, ante el temor de perder la votación en el Parlamento donde carece de mayoría absoluta, lo que provocó una radicalización de las protestas.
Macron se niega a dar marcha atrás y ayer desde Ámsterdam anunció que propondrá una reunión a los actores sociales para ver cómo "seguir adelante", independientemente de la decisión del Constitucional. Ante la proposición del presidente, la líder de la central CGT, Sophie Binet, declaró que "tenía ganas de decir: 'Vaya broma'". Los sindicatos advirtieron que la imposición de la reforma provocó una "crisis democrática" y benefició a la ultraderechista Marine Le Pen, que sube en los sondeos. De hecho, la líder y diputada de extrema derecha ya comenzó su campaña y prometió que su primera medida, en caso de asumir la presidencia, será derogar esta normativa.
"Macron y su gobierno no apagarán las llamas de la ira. Hay que volver a la razón ya la responsabilidad: esta reforma sigue siendo tan injusta e injustificada como el primer día; debe ser eliminado", exigieron en el comunicado de la CGT difundido en esta tarde. Allí, señalaron que todavía se organizan cerca de 280 manifestaciones y mítines en todo el país y 1,5 millones de manifestantes han salido a la calle. La CGT saluda enérgicamente a los trabajadores, jubilados, jóvenes y desocupados que trabajan por este equilibrio de poder y, más particularmente, a todo su cuerpo militante y sindicalizado en empresas y establecimientos", dijeron.
"La presión que todos ejercen sobre los empresarios es fundamental para obtener satisfacción en sus demandas, como salarios o condiciones de trabajo, en momentos en que la inflación está impactando cada día un poco más en las condiciones de vida de todos.
En vísperas de la decisión del Consejo Constitucional, este viernes promete ser una nueva jornada de movilizaciones y ya se han decidido muchas acciones en los sindicatos, muchas veces en la intersindical", avisaron. La CGT llamó a la organización colectiva en los lugares de trabajo y a las y los trabajadores, jóvenes y jubilados "a continuar las acciones y huelgas en todas sus formas para ganar".
Lo que se espera del Consejo Constitucional
Los observadores esperan que se anulen partes de la reforma, pero no su totalidad, y se dé el visto bueno al referendo, decisión que podría abrir una nueva etapa de la movilización, ya que su primer reto sería recabar las 4,8 millones de firmas necesarias para su celebración. Entre las hipótesis estudiadas por los sindicatos figuran también protestas para el 1º de mayo e incluso la convocatoria de una marcha gigante en París.
Francia es uno de los países europeos donde la edad de jubilación es más baja, sin que los regímenes sean completamente comparables. El gobierno asegura que su reforma busca evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones.
Con información de Télam