La exasperación del gobierno francés de Emmanuel Macron frente a la enorme movilización ciudadana contra su ley de reforma de las pensiones, aprobada por decreto, da rienda suelta a su ministro del interior, Gérald Darmanin, para incrementar la represión implementando arrestos y ataques indiscriminados durante manifestaciones masivas y pacíficas, solo perturbadas por pequeños grupos “ultras” como los “Black bloc”. Cientos de detenciones arbitrarias, con golpes, humillaciones y acoso de todo tipo generaron una gran cantidad de denuncias penales contra el accionar policial.
La comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, expresó el viernes 24 de marzo su alarma por el "uso excesivo de la fuerza" contra ciudadanos contrarios a la reforma de las pensiones, y pidió a Francia que respete el derecho de manifestación. En los últimos días, sindicatos de abogados, de magistrados y políticos de izquierda han denunciado la violencia policial durante las huelgas y manifestaciones. La ONG “Reporteros sin Fronteras” (RSF) ha pedido a Darmanin que "ponga fin a la violencia policial contra los periodistas".
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Preservación del agua y los mega estanques
Uno de los hechos más graves se produjo el sábado 25 de marzo en la comuna de Saint-Soline, departamento de Deux-Sèvres, distante de 380 km al sur de París, donde más de 20 mil militantes ecologistas organizaban tres jornadas contra los mega estanques, incluyendo debates y manifestaciones artísticas. El ministro del Interior ordenó la presencia de 3 mil gendarmes, un dispositivo exagerado para “defender un agujero y algunas tuberías” según Jean-Luc Mélenchon, el líder de La Francia Insumisa (LFI), que denunció la provocación.
Estos grandes reservorios de agua -enormes estanques artificiales, plastificados e impermeables - ayudarían supuestamente al sector agrícola a hacer frente al cambio climático. En realidad, aumentan la presión sobre los recursos hídricos, dañan la biodiversidad y siguen alimentando un modelo agro-industrial devastador e inadecuado. En promedio, tienen una superficie de ocho hectáreas, o sea, el equivalente a diez canchas de fútbol. Los más grandes alcanzan las 18 hectáreas.
Los mega estanques no se alimentan simplemente de agua de lluvia. Requieren operaciones de bombeo, ya sea de aguas subterráneas o de ríos. Aunque estas operaciones de bombeo tienen lugar en invierno, aumentan la presión sobre los recursos hídricos, e impiden a las napas freáticas de reconstituirse, sobre todo en épocas de gran sequía como este año en Francia.
Los ecologistas agrupados en “Les soulevements de la Terre” (Los levantamientos de la tierra), organizadores del evento y compuesto por una multiplicidad de asociaciones como Attac, La Confederación Campesina, Alternatiba, fueron reprimidos salvajemente. La organización denuncia mas de 200 heridos, dos en coma y al borde de la muerte. Las familias de los dos manifestantes heridos, Mickaël y Serge, de 34 y 32 años, han presentado una denuncia por "intento de asesinato".
Criticado por su caótica, agresiva y peligrosa política policial en Sainte-Soline el 25 de marzo, Gérald Darmanin se vio obligado a mentir. Durante la rueda de prensa del 27 de marzo sostuvo que no se tiraron balas de goma desde los quads, mintió sobre el uso de armas de guerra, y sobre todo sostuvo que nunca se impidió el acceso del SAMU (Servicio de ayuda médica urgente) para ocuparse de los heridos. En una grabación revelada por el diario "Le Monde", un bombero y un operador del Samu confirman que la policía bloqueó la ayuda, mientras un manifestante corría peligro de muerte en el lugar. “Mediapart” difundió extractos sonoros que contradicen la versión de las autoridades. En cualquier país democrático, cada una de estas tres mentiras de Darmanin debería haber provocado su renuncia. Pero Darmanin insiste y va por todo: acusa a los organizadores de “ecoterroristas” y propone su disolución, lo que motivó protestas de miles de personas frente a las prefecturas de varias ciudades el jueves 30 de marzo.
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La primavera autoritaria
El gobierno, que intenta instalar la musiquita de la "unión de los extremos", trata ahora de demonizar toda oposición de izquierdas, equiparándola a una lógica insurreccional, mientras exonera a la extrema derecha de su dimensión violenta ya que no emitió palabra para el alcalde de Saint-Brévin, amenazado y víctima de un incendio provocado por la extrema derecha.
El diputado ecologista- NUPES Aurélien Taché recuerda: “Los servicios de la DGSI (Dirección general de la seguridad interior) con los que me entrevisté en el marco de mi proyecto de ley, me confirmaron que de los 10 últimos atentados políticos frustrados en Francia, 7 estaban relacionados con la ultra-derecha, 2 con los complotistas y uno con la ultraizquierda". "Pero Darmanin prefiere criminalizar a los ecologistas que venir a responder a preguntas sobre la amenaza terrorista de extrema derecha, que es muy real". Darmanin, que debía presentarse esta tarde en el marco de un debate sobre la lucha contra el terrorismo de extrema derecha en la Asamblea Nacional, enviará un reemplazante.
En lugar de apaciguar la situación, en una entrevista televisada del 22 de marzo, Macron sostuvo que la "muchedumbre" no tiene "ninguna legitimidad frente al pueblo que se expresa a través de sus representantes elegidos". Palabras que exacerbaron aun más a la ciudadanía, - sobre todo a los jóvenes que irrumpieron masivamente en las calles tomando colegios y universidades - junto con la absurda frase siguiente comparando lo que ocurrió la noche del 16 de marzo, día del 49-3, es decir, unos incendios de bolsas de basuras y bicicletas en el barrio de la Madeleine, con la invasión trumpista del Capitolio de Washington en enero de 2022, o con los bolsonaristas en Brasilia en enero de 2023.
Alentado por su presidente, el ministro Gérald Darmanin, en diálogo con JDD (Journal du dimanche) expresó: "Una gran parte de los votantes de Nupes creían realmente que votaban a la izquierda unida de Mitterrand o a la izquierda plural de Jospin. Se dan cuenta de que han votado a un movimiento que toma la vertiente de la ultraizquierda de los años 70". Y agregó: "Me niego a ceder al terrorismo intelectual de la extrema izquierda, que consiste en invertir los valores: los alborotadores se convertirían en los agredidos y los policías en los agresores”.
Luego, dirigiéndose específicamente al líder de LFI: "El señor Mélenchon ha pasado de ser un bombero pirómano a un pirómano. Sólo convoca manifestaciones prohibidas, vierte su odio contra la policía, intenta obtener mediante el desorden lo que no obtiene a través de las urnas. El Sr. Mélenchon tiene un proyecto: la revolución”.
La vehemencia del Ministro del Interior, su reduccionismo, su visión binaria que opone "extrema izquierda" y República; izquierda y orden; agitación y democracia es característico del discurso de extrema derecha. Antes de que él la utilizara, la expresión "terrorismo intelectual" había sido popularizada por otras figuras políticas, como Jean-Marie Le Pen, Nicolas Sarkozy y Éric Zemmour. Los argentinos hemos conocido y sufrido en nuestra historia reciente adonde conduce amalgamar terrorismo y oposición política.
Semanas decisivas
El martes 4 de abril inaugura la semana con una marcha de diputados de izquierda que partirá desde la Asamblea Nacional hacia el Elíseo para pedir “solemnemente” al presidente que retire la reforma de las pensiones. André Chassaigne, presidente del grupo comunista en la Asamblea, espera la participación de un centenar de diputados. La diputada ecologista Sandrine Rousseau declaró que la marcha pretendía establecer "una relación de fuerza directa con el Presidente de la República" ya que el conjunto de partidos de izquierda que integran la NUPES rechazaron reunirse con la Primera Ministra, Elisabeth Borne convocada esta semana.
El 5 de abril, la Primera Ministra recibirá a la Intersindical después de haber rechazado durante tres meses el pedido de reunión de los sindicatos. Será difícil llegar a un acuerdo ya que los sindicatos exigen una pausa en la aplicación de la ley de reforma de pensiones para discutir su contenido mientras que el gobierno rechaza tocar ese tema en la reunión.
El 6 de abril, nueva jornada de huelgas y movilizaciones en todo el país cuando todavía hay movimientos sociales y bloqueos en refinerías, paros de controladores aéreos, recolectores de basura y transportes.
El 14 de abril, el Consejo Constitucional – compuesto de nueve miembros, 3 elegidos por el presidente de la República, 3 por el presidente del Senado y 3 por el presidente de la Asamblea Nacional- deberá establecer si la reforma aprobada por el artículo 49.3, sin el voto de los diputados, es constitucional.
Además de los recursos presentados contra la reforma de las pensiones, el Consejo Constitucional deberá pronunciarse ese mismo día sobre la admisibilidad del procedimiento de “referéndum de iniciativa compartida” (RIP) sobre la edad legal de jubilación, iniciado por 252 parlamentarios de izquierda. Si los “Sabios” validan este procedimiento, comenzará una campaña de nueve meses para intentar recoger los 4,87 millones de firmas (una décima parte del electorado) necesarias para un referéndum. Si se alcanza el número de firmas, la Asamblea Nacional y el Senado seguirán dando su opinión antes de que los franceses sean o no, consultados directamente.
Esta crisis social y política revela el agotamiento del sistema de la Quinta República Francesa. República y coloca sobre el tapete la necesidad de una nueva Constitución elaborada a través de una Asamblea Constituyente, una proposición que figura en el programa de LFI y otros partidos de izquierda. A medida que las fuerzas políticas y sindicales progresistas, junto a diversas asociaciones sociales confluyan en la lucha de manera organizada, manteniendo la unidad en la acción, será posible avanzar en esta vía para terminar definitivamente con los gobiernos neo o social-liberales que protegen a los ricos, ponen en peligro la salud y la educación pública, sin tomar medidas contra el cambio climático, generando cada día, más desigualdad para el pueblo francés.