Un tribunal de París inició hoy las audiencias contra el polémico escritor ultraderechista Éric Zemmour, quien se perfila como candidato en la elección presidencial francesa del año próximo, por sus controvertidas declaraciones en 2020 sobre migrantes menores a los que calificó de "ladrones y violadores" que "hay que devolver" a sus países.
Zemmour, que según los sondeos podría acceder al balotaje en la presidencial de 2022 junto al actual mandatario liberal Emmanuel Macron, no se presentó a la audiencia para evitar que "se transforme en un estudio de televisión", indicó su abogado Olivier Pardo, citado por la agencia de noticias AFP.
El mediático, de 63 años, sacudió la campaña electoral con sus críticas a la migración, al islam y a una "identidad francesa" que estaría amenazada. Según su entorno, su primer acto electoral debería tener lugar a principios de diciembre.
La última polémica tuvo lugar el 13 de noviembre, con motivo del sexto aniversario de los atentados de París, cuando ante la atacada sala Bataclan vinculó a la inmigración con los ataques y acusó al entonces presidente François Hollande de no "haber protegido a los franceses".
Estas declaraciones indignaron a los sobrevivientes y familiares de las víctimas. La asociación Life for Paris cargó así contra una "intervención ruin" que violó "el momento de recogimiento".
Condenado ya en otras ocasiones, Zemmour debe comparecer ahora por complicidad en la provocación al odio racial e insultos racistas por declaraciones suyas del 29 de septiembre de 2020 en la cadena CNews.
Zammour aseguró que los migrantes menores no acompañados "son ladrones, asesinos, violadores" y no tienen "nada que hacer" en Francia. "Hay que devolverlos", agregó.
Su defensa estima que el escritor solo "repitió con otras palabras" las preocupaciones expresadas por las autoridades sobre la delincuencia vinculada a estos menores. ONGs de defensa de derechos humanos y antirracistas se constituyeron como partes civiles en el proceso.
El periodista se transformó en el nuevo referente de la ultraderecha francesa. Precandidato del partido conservador Los Republicanos, su discurso xenófobo lo catapultó en las encuestas y, según algunos sondeos, ya supera a Marine Le Pen como primera fuerza de la extrema derecha en intención de voto.
Llegó hasta este lugar defendiendo, entre otras cosas, que los nombres en Francia deben ser franceses, que la inmigración es la principal amenaza a la estabilidad y que esta puede acabar por borrar del mapa a la población autóctona francesa, ocupando su lugar, fenómeno al que denomina "el gran reemplazo".
Con información de Télam