Un búnker construido por las tropas alemanas en el norte de Francia durante la Segunda Guerra Mundial ha sido restaurado y acondicionado como casa de huéspedes subterránea.
La costa norte sigue estando marcada por las fortificaciones dejadas por el ejército alemán, que construyó el llamado muro atlántico para intentar hacer frente a las fuerzas aliadas.
En Saint-Pabu, en la costa bretona, hay búnkeres de hormigón semienterrados a lo largo de las playas de arena en una zona que en su día funcionó como estación de radar.
Serge Colliou compró un terreno en torno a uno de ellos y pasó 18 meses desenterrando y renovando la estructura de 400 metros cuadrados, convirtiéndola en un alojamiento para hasta ocho personas, con bar y sala de estar.
Los detalles de la época de la guerra en el Búnker L479 incluyen cascos, reproducciones de armas y carteles en las paredes. Desde que se inauguró hace un año, se han alojado en él huéspedes alemanes y franceses, según Colliou.
Algunos alcaldes han intentado retirar los búnkeres y otros restos de la costa, por si suponen un peligro para los bañistas. Otros en Saint-Nazaire, La Rochelle, Brest y otras zonas han tomado medidas para restaurar los lugares históricos.
Con información de Reuters