Los sindicatos franceses advirtieron hoy que endurecerán el "pulso" en las calles si el Gobierno de Emmanuel Macron no retira su polémica reforma previsional, que busca retrasar la edad jubilatoria de 62 a 64 años.
"La primera ministra (Élisabeth Borne) y el presidente nos empujan a ir todavía más lejos", dijo en diálogo con la radio France Inter Philippe Martinez, líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), un día después de la mayor protesta contra una reforma social en Francia en las últimas décadas.
Más de 2,8 millones de manifestantes, según los gremios, y 1,27 millones, según la policía, salieron ayer a las calles en todo Francia para expresar su rechazo a la reforma, que Macron califica de "indispensable" para salvar el sistema jubilatorio por repartición, vigente en el país europeo.
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Dos nuevas protestas están previstas para el próximo martes 7 y el sábado 11 de febrero.
"Esta movilización fue la más grande desde 1995, incluido", defendió en la radio RTL Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), en referencia a las tres semanas de huelgas que en 1995 bloquearon al país contra una reforma jubilatoria previa.
Si el Gobierno continúa "minimizando el descontento, habrá que acelerar", amenazó Martinez, quien acusó al Ejecutivo de querer mantener el "pulso" que los opone.
"Hago un llamado al gobierno para que deje de ser inflexible, discutamos y escuche que esta medida de edad nadie la acepta", manifestó, por su parte, Berger, líder del principal sindicato del país.
Las nuevas manifestaciones coincidirán con una huelga de 72 horas a partir del 6 de febrero en las refinerías y con otra los días 7 y 8 en el servicio de trenes de la empresa estatal SNCF y en el transporte público de París.
Las dos medidas que cristalizan el descontento son el retraso progresivo hasta 2030 de la edad de jubilación a 64 años y el adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años -y no 42 como ahora- para cobrar una pensión completa.
Consultada sobre la posibilidad de ceder a los reclamos, Borne manifestó el pasado domingo que la edad jubilatoria a los 64 años "ya no es negociable", lo que aumentó la crispación entre los oponentes.
El Ejecutivo francés defiende una reforma necesaria para evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones y para acercar la edad de jubilación en Francia, una de las más bajas de la Unión Europea (UE), a la de sus vecinos.
El vocero del gobierno, Olivier Véran, reiteró hoy la necesidad de aprobar este proyecto para evitar además tener que "aumentar los impuestos o la deuda, bajar los sueldos o la pensión de los jubilados", consignó la agencia de noticias AFP.
El pleno de la Asamblea Nacional (Cámara baja) comenzará el próximo lunes a debatir el texto. Las dos cámaras del Parlamento tienen hasta finales de marzo para pronunciarse sobre la reforma, que, en caso contrario, el gobierno podría aplicar por decreto.
Con información de Télam