Las autoridades sanitarias de Francia registraron más de 270.000 nuevas infecciones de COVID-19 en la jornada de este martes. Esta cifra, de 271.000 contagios diarios y 351 muertos, son parte de un nuevo récord pandémico en dicho país. Mientras tanto, el Parlamento se prepara para reanudar el debate sobre el futuro del pase sanitario, suspendido anoche por la oposición.
El ministro de Salud francés, Oliver Véran, había anticipado horas antes ante la Cámara Baja que la tendencia seguía en alza y que la curva se encuentra en pleno crecimiento. "Hoy la cartera sanitaria anunciará probablemente cerca de 300.000 contaminaciones en 24 horas", lanzó. Cabe destacar que, observando lo que ocurre en los alrededores o en países como Estados Unidos, el propio gobierno lleva semanas alertando a la población por la circulación "muy activa" de la variante Ómicron, que a finales de diciembre derivó en un máximo de más de 230.000 nuevos infectados en el día.
Cabe remarcar que la disparada de contagios se explica, lógicamente, por el aumento de personas testeadas: la semana pasada 8 millones de personas se hicieron pruebas, tanto PCR como antígenos y autodiagnósticos, menos precisos pero más rápidos. Esto se debe a que el virus circula más y quienes lo contraen muestran sintomatología. Actualmente, la tasa de positivos está por encima del 15%, cerca de los récords de otoño europeo del primer año pandémico.
Sumado a la cantidad de infectados, fallecidos y el porcentaje de positividad, rige una máxima alerta porque la situación también comienza a ser crítica en las terapias intensivas de los hospitales, con más de 2.000 internaciones en un solo día. Ante el avance de esta quinta ola, Verán insistió en que las vacunas son la mejor barrera conocida hasta el momento y destacó que "no impiden el contagio pero impiden el desarrollo del virus una vez que te infectás (...), y por ello las formas graves" del coronavirus. "Por cada enfermo vacunado con dosis de refuerzo en reanimación, hay 20 enfermos no vacunados", sentenció.
Por otro lado, el responsable sanitario instó al Parlamento a retomar el debate para que el pase sanitario solo sea válido con una pauta de vacunación completa y no con un test negativo, como estaba permitido hasta ahora en Francia. "Piensan que podemos dejar para más adelante la cuestión del pase sanitario pero para nosotros hay una urgencia y cuando podamos tomar la decisión que pueda aplicar al otro día, será aplicada al día siguiente. La prioridad es la salud de los franceses", disparó contra la oposición. Recordemos que en abril próximo habrá elecciones presidenciales por lo que las tensiones crecen cada día más.
El enojo de Macron contra quienes no se vacunan
Tras el récord de contagios por COVID-19 que batió Francia en las últimas 24 horas, el máximo mandatario Emmanuel Macron volvió a mostrar sus molestias para con aquellos ciudadanos y aquellas ciudadanas que eligen no darse la vacuna para combatir la enfermedad. "Tengo muchas ganas de fastidiarlos y lo voy a hacer hasta el final", lanzó en diálogo con el diario Le Parisien.
Con respecto al proyecto de ley que busca aprobar para que el certificado de vacunación sea necesario hasta para tomar el transporte público, manifestó: "Queda una pequeña minoría refractaria y se reduce, perdón por decirlo así, fastidiando todavía más". Y sumó: "Yo no estoy para cabrear a los franceses. Echo pestes todo el día contra la Administración cuando los bloquea. Pues bien, a los no vacunados tengos muchas ganas de fastidiarlos".
Por supuesto y como ocurre en diferentes lugares del mundo, Macron dejó en claro que no se trata de medidas para "limitar" la vida social de los no vacunados o sus libertades mientras que remarcó que la práctica no es obligatoria. "No voy a ponerlos en prisión, no voy a vacunarlos a la fuerza. ¿Voy a forzar a la gente a que se vacuna? ¿Voy a encarcelarlos y luego a vacunarlos?", expresó.
Para cerrar, el presidente francés sentenció: "Los que se oponen a la vacuna tienen una inmensa falta de moral porque vienen a menoscabar la solidez de una nación". Y cerró: "Cuando mi libertad viene a amenazar la de los demás, me convierto en un irresponsable. Y un irresponsable ya no es un ciudadano".
Con información de Télam.