Francia: elecciones, pandemia y ecología, con Macron en la encrucijada

Con una abstención récord, se realizaron los comicios municipales en el país galo. Avance del ecologismo sobre los partidos conservadores. 

02 de julio, 2020 | 08.23

La abstención del 58,4 % de electores fue la primera sorpresa de esta segunda vuelta donde los franceses debían elegir 4820 alcaldes. Prevista inicialmente el 22 de marzo, la elección fue suspendida por el confinamiento decretado el 17 de marzo. Es posible que muchos electores hayan desistido en desplazarse por miedo al contagio. Un dato emblemático es el porcentaje del 75% de abstención en la ciudad de Mulhouse, uno de los primeros y principales focos de infección de la Covid-19.

Sin embargo, esto solo no explica la escasa participación en el evento electoral preferido de los franceses. Según varias encuestas, la abstención fue mayor entre los jóvenes y las clases populares.

Jean-Luc Mélenchon expresó su preocupación por "una huelga cívica" y "una forma de insurrección fría contra todas las instituciones del país". Según el dirigente de La Francia Insumisa, el comportamiento de la policía y los casos judiciales que socavan la autoridad del gobierno explican este “momento complicado y peligroso en la vida de la nación que tenemos ante nosotros...”

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La movilización de los “chalecos amarillos” durante todo el 2019 influenció la tendencia abstencionista de una franja de la población, harta de promesas electorales incumplidas.

La imparable ola verde

Impensable hace tres meses, el partido Europa Ecología-Los Verdes (EELV), aliados con los partidos de izquierda (Partido Socialista, Partido Comunista, Génération.s (escisión del PS) y La Francia Insumisa en algunas ciudades) lograron la mayoría en municipios dirigidos históricamente por la derecha conservadora (Lyon, Burdeos) y volvieron a ganar en Grenoble, la primera ciudad dirigida por el ecologista Eric Piolle desde 2014. Los ecologistas dirigirán 16 grandes ciudades como Estrasburgo, Annecy, Besançon, Tours y un barrio parisino que conciernen a 2 millones de habitantes.

Los socialistas conservan París gracias a la alianza de la alcaldesa Anne Hidalgo (PS) con EELV. Martine Aubry, una histórica del Partido Socialista ganó por 227 votos al candidato ecologista en la ciudad de Lille, su cuarto mandato desde 2001. Queda en suspenso el resultado final en Marsella, donde la alianza “Primavera marsellesa” (ecologistas e izquierda) llegó primera con 42 consejeros contra la derecha con 39 consejeros (para gobernar son necesarios 51). Las negociaciones con los otros partidos definirán quien gobernará la segunda ciudad de Francia (863 000 habitantes).

La derecha conservadora (Los Republicanos) retuvieron y ganaron pequeños y medianos municipios. La extrema derecha (Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen) ganó en Perpiñan

(120 000 habitantes) pero perdió la mitad de sus puestos municipales: de 1438 pasó a tener 840 consejeros en 258 municipios. Unica victoria del gobierno: la del primer ministro  Edouard Philippe

(ex LR) en la ciudad de Le Havre.

Las masivas movilizaciones contra el cambio climático, en Francia y en el mundo, influenciaron sensiblemente a una parte del electorado que votó por los ecologistas. Muchas de sus propuestas resonaron en este período de confinamiento: reducir la circulación de autos en los centros urbanos, aumento de las bicisendas y de los espacios verdes, desarrollo de la producción local de alimentos, lucha contra los pesticidas, desarrollo del transporte público.

Convención ciudadana

Las 149 proposiciones de la “Convención ciudadana” que trabajó durante 9 meses sobre un proyecto ecológico toma en gran parte el programa de EELV y también del programa “El futuro en común” de la Francia Insumisa. En el encuentro de Emmanuel Macron, el lunes 29, con los 150 ciudadanos sorteados para integrar esta “convención”, el presidente sostuvo que adhería a 146 de las 149 propuestas. Sin sorpresas rechazó una de las mas emblemáticas: un impuesto de 4% a las ganancias de las empresas. También la de limitar a 110km/h la velocidad máxima en las autopistas (actualmente a 130km/h). La tercera en ser rechazada fue la propuesta de re-escritura del preámbulo de la Constitución, consistente en agregar que "la defensa de los derechos, libertades y principios no puede comprometer la preservación del medio ambiente, el patrimonio común de la humanidad". Macron sostuvo que “la redacción amenaza con colocar la protección del medio ambiente por encima de las libertades públicas, incluso por encima de nuestras reglas democráticas.”

Paralelamente, Emmanuel Macron se comprometió a lanzar un referendo para fines de 2021, que tendría como objeto la introducción - en el artículo 1° de la Constitución - de las nociones de "biodiversidad, medio ambiente, lucha contra el calentamiento global". También anunció “15 mil millones de euros adicionales durante dos años para la conversión ecológica de nuestra economía” estableciendo un "fondo de transformación ecológica" como parte del plan de recuperación. Según los expertos se necesitarían 50 mil millones de euros al año para lograr la neutralidad del carbono, es decir un equilibrio entre las emisiones de gas y la absorción del mismo por la atmósfera.

El presidente rechazó otras dos medidas emblemáticas adoptadas por la Convención: la incorporación a la legislación, la penalización del ecocidio y la re negociación del tratado de libre comercio con Canadá (CETA). El presidente se comprometió a estudiar, "con el apoyo de los juristas", la cuestión de la introducción del ecocidio en el derecho penal francés, "respetando  nuestros principios fundamentales. (...) dado que no es el caso de la redacción propuesta por la Convención ", advirtió.

Pandemia y crisis politica

A pesar del intento de recuperación frente a la ola verde, el resultado de estas elecciones muestran la derrota de un gobierno de orientación claramente neoliberal y represivo. La crisis de los “chalecos amarillos”, las huelgas contra la reforma de las jubilaciones, las movilizaciones del personal hospitalario contra la destrucción de la Salud, las criticas por la falta de barbijos, tests y respiradores así como el confinamiento tardío frente a la pandemia, fragilizaron enormemente al actual gobierno.

El presidente Macron se encuentra en una disyuntiva insoluble: renovar el gobierno cambiando un primer ministro - que tiene mayor aprobación que el presidente - pero que no aceptaría un cambio de rumbo “ecologista” y mas social aunque sea de palabra o mantenerlo y renunciar a modificar el rumbo de los próximos meses, arriesgando su reelección en 2022. Los rumores crecen, se retro-alimentan con nombres de reemplazantes probables que serian anunciados la semana que viene.

Nueva complicación para el presidente: según las escuchas telefónicas a las que el periódico digital Mediapart tuvo acceso, Michel Platini, implicado en casos de corrupción relacionados con la FIFA, dijo en 2019 que Emmanuel Macron se comprometió a "ayudarlo" judicialmente. El Presidente de la República también recibió discretamente al antiguo Balón de Oro francés en el Elíseo en presencia del periodista Jacques Vendroux, quien afirma que los problemas judiciales de Platini habían sido discutidos en esa reunión. Voceros del Elíseo lo niegan. Por ahora…

Emmanuel Macron enterró rápidamente el "haremos lo que cueste" proclamado el 16 de marzo anunciando el confinamiento. Renovado o no, su gobierno se mantendrá fiel a su doctrina económica: austeridad y la redistribución al revés. Detrás de un discurso sobre la lucha contra la desigualdad y la transición ecológica, el jefe de Estado mantendrá una política profundamente reaccionaria favorable a los más ricos y destinada a la destrucción del Estado social.

El Presidente de la República comenzará la última parte de su mandato de cinco años, más frágil que nunca. "La República en Marcha está vacía en términos de ideas y ya no corresponde a la reconstrucción política que se había propuesto", concluye un ejecutivo del partido de Macron. “Si no hacemos nada, vamos hacia la desintegración. "