El presidente de Francia, Emmanuel Macron, rompió este miércoles el silencio público de varios días y anunció que la reforma jubilatoria que aprobó por decreto debe estar vigente "para fin de año". En ese marco, crecen las masivas protestas de los sindicatos, la oposición y gran parte de la población que busca su anulación y este jueves será una nueva jornada de lucha nacional. Además insistió que elevar la edad jubilatoria de 62 a 64 años es una "medida necesaria".
En la entrevista a las cadenas de televisión TF1 y France 2, la primera tras aprobar el decreto, el máximo mandatario francés calificó de "sediciosos" a los manifestantes que llevaron adelante las protestas desde mediados de enero y que se recrudecieron luego de la determinación del presidente sin ser votada por el Parlamento. "No me hace feliz y hubiera preferido no hacerlo", sostuvo y asumió la "impopularidad" que dicho cambio genera.
Por su parte, el pasado lunes, el Gobierno francés superó dos votaciones de la Asamblea Nacional destinadas a bloquear la reforma por parte de partidos opositores que buscaban destituir al gobierno de Elisabeth Borne; por esa razón, quedó adoptada tras el decreto. Si bien esto podría verse como un triunfo para Macron, podría tener un costo muy alto teniendo en cuenta que le falta la mayor parte de su segundo mandato y piensa en realizar más reformas a pesar de no tener control del Congreso.
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Ahora, el Consejo Constitucional de Francia debe revisar la ley en las próximas semanas teniendo en cuenta los recursos presentados por la oposición y el Presidente solo podrá promulgarla con la aprobación del organismo.
Mientras tanto, las declaraciones de Macron no cambiaron los ánimos y se espera una nueva jornada de movilización en las calles de París y otras ciudades. "Fueron un desprecio para las millones de personas que se manifiestan contra la reforma", afirmó el secretario general de Confederación General de Trabajo (CGT), Philippe Martínez. Mientras que el líder del Partido Socialista, Olivier Faure, sentenció: "Macron ha echado más brasas a un asador bien prendido".
"No toleraremos ningún desbordamiento", advirtió el máximo mandatario en la entrevista y comparó a los manifestantes con quienes asaltaron el Capitolio en Estados Unidos y las instituciones en Brasil y en la misma línea, aseguró tener "respeto" por las protestas pacíficas de los sindicatos. Además encargó a la primera ministra "construir un programa de gobierno" y "ampliar la mayoría".
En medio de las manifestaciones, las fuerzas de seguridad se encuentran en la mira por las detenciones realizadas y los métodos represivos usados. La ONG Amnistía Internacional (AI) alertó sobre el "uso excesivo de la fuerza" y las "detenciones arbitrarias".
Con información de Télam