La confrontación Macron – Mélenchon, que no pudo ocurrir en las elecciones presidenciales se produjo en las legislativas de Francia del último domingo. La coalición de la izquierda llega delante en la primera vuelta con 26,1 % (5.936.575 votos) contra 25,75 % (5.857.561) de la coalición del presidente Macron según el diario “Le Monde”.
El Ministerio del interior atribuye en cambio 25,66 % a la coalición de izquierda que, en un nuevo intento de manipulación, decidió no incluir en sus cuentas el resultado de los candidatos sostenidos por la NUPES en las circunscripciones de los territorios ultramarinos ubicándolos en “izquierda diversa” cuando en todos los carteles y volantes de esos candidatos figura la sigla NUPES.
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En tercer lugar se ubica el partido de Marine Le Pen con 19,2% y en 4° lugar, Los Republicanos con 11,3%. “Reconquista”, el partido del ultra derechista Eric Zemmour obtiene 4,1%, quien fue eliminado como candidato en la primera vuelta y su partido no tendrá ningún diputado en el parlamento.
Solo votaron 22,7 millones (46,4 %) de los 48,9 millones de inscriptos. La abstención, que hace veinte años era de 35,6% llegó al récord de 52,5 % en una primera vuelta de las legislativas. Hay que señalar que la unión de la izquierda no generó, en sí misma, un aumento de la participación del electorado, ya que la participación global fue menor que en las elecciones presidenciales de mayo.
La unión de la izquierda desde de la primera vuelta permitió potenciar espectacularmente las calificaciones para la segunda vuelta: la Nupes estará presente el 19 de junio (generalmente frente a Ensemble, la coalición de la mayoría presidencial) en más de 400 circunscripciones de 577, mientras que la izquierda separadamente sólo estaba presente en 180 circunscripciones en 2017. "Gracias a la unión de la izquierda, tendremos duelos izquierda/derecha en la mayoría de las circunscripciones", sostuvo Corinne Narassiguin, la número 2 del Partido Socialista (PS), que cree posible "impedir que Macron tenga la mayoría absoluta".
Solo 5 diputados fueron elegidos en la primera vuelta, 4 pertenecen a la coalición de izquierda a pesar de que muchos tuvieron mas del 50% de sufragios pero debido a la fuerte abstención no obtuvieron la cantidad de votos suficientes. Para ser elegido en la primera vuelta, un candidato debe obtener más del 50% de los votos emitidos y un número de votos al menos igual al 25% del número de votantes inscriptos.
Tras el anuncio de los resultados Jean-Luc Mélenchon apareció ante las cámaras de televisión y visiblemente emocionado dijo: "La Nueva Unión Popular, Ecológica y Social está orgullosa de haber hecho posible su programa. Mira a los franceses con la tranquilidad del trabajo bien hecho y con una perspectiva radiante"..."Me dirijo a ustedes emocionado por el resultado anunciado. El partido presidencial ha sido derrotado y vencido en la primera vuelta. La Nupes estará presente en más de 500 circunscripciones en la segunda vuelta”
En esta primera vuelta, los diputados en funciones, ya sean insumisos, socialistas o comunistas, obtuvieron resultados espectaculares debido a la falta de competencia entre ellos. Alexis Corbière ganó en la primera vuelta con el 63% de los votos emitidos en su circunscripción de Montreuil-Bagnolet, convirtiéndose en el diputado mejor elegido de Francia, al igual que Danièle Obono, en el norte de París.
Los otros diputados salientes de la Francia Insumisa de la Seine-Saint-Denis, Éric Coquerel, Clémentine Autain y Bastien Lachaud, se acercan o superan el 50%, sin haber sido elegidos en la primera vuelta debido a la regla del 25%. Así como el diputado de Lille, Adrien Quatennens, que fue elegido por cincuenta votos contra La République en marche (LREM) en 2017, ahora suma más del 53% de los votos emitidos en la primera vuelta.
También en el Norte, Fabien Roussel, ex candidato comunista a las elecciones presidenciales, supera ampliamente a la RN de Marine Le Pen en su circunscripción, obteniendo 12,5 puntos más que en 2017. En cuanto a Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista, obtuvo casi el 47% de los votos emitidos en su circunscripción de Seine-et-Marne, 20 puntos más que en 2017 asi como Julien Bayou, el dirigente ecologista, obtuvo 48,88 en la 5a circunscripcion de Paris.
La izquierda bloqueó el avance de la extrema derecha
Aunque la extrema derecha obtuvo un resultado histórico, su progresión se vio limitada por la existencia de la “Nupes”. El sociólogo Ugo Palheta, autor de “La posibilidad del fascismo” y diputado de Nupes, cree que "el hecho de que exista este bloque de izquierdas y que tenga un programa de ruptura ha permitido enfrentarse al Reagrupamiento Nacional de Le Pen y a su discurso supuestamente antisistema. Otro ejemplo, en la 6ª circunscripción del Gard, donde el RN encabezó la primera vuelta de las elecciones presidenciales, fue eliminado ayer mientras que el candidato de Nupes, Nicolas Cadène, llegó primero con el 26% de los votos emitidos. "Esto es lo que ocurre cuando la izquierda se une, incluso en regiones en los que el RN es fuerte: marca la diferencia", afirma Chloé Ridel, subdirectora del Instituto Rousseau y diputada de la Nupes, para quien esto "confirma la estrategia de unión y de politización del proceso legislativo con la idea de la “tercera vuelta”.
Macron y su coalición en dificultades
El campo presidencial llegó con ansiedad y nerviosismo a la primera vuelta. Desestabilizado por la pujanza de la campaña de la unión de la izquierda, Emmanuel Macron intentó hacerse oír en los últimos días para evitar la derrota y para compensar el fracaso de su estrategia inicial de no hacer campaña. En efecto, en el Elíseo se compartía la certeza de que, como en todas las elecciones presidenciales desde la inversión del calendario electoral (2002), el electorado votaría lo mismo en junio que en mayo. Nada más ser reelegido, Emmanuel Macron se dedicó a anestesiar la campaña. Tardó veintidós días en anunciar el nombramiento de Elisabeth Borne como primera ministra, veintiséis en componer su gobierno. A pesar de la urgencia de los problemas y de la promesa de actuar, el ejecutivo se empeñó a gestionar lo estrictamente necesario.
Al día siguiente del anuncio del gobierno, Mediapart revela las acusaciones de violación contra Damian Abad, el nuevo ministro de la Solidaridad. El antiguo líder de los diputados de Los Republicanos es arrastrado, y el ejecutivo con él, en el torbellino de un asunto que debilita su posición. Una semana después, otro escándalo: organizada en el Estadio de Francia a petición de Emmanuel Macron, la final de la Liga de Campeones comenzó con treinta y seis minutos de retraso: fuera del estadio, la caótica gestión de las autoridades dejó a los aficionados del Liverpool en la puerta en un caos total. Las imágenes de la policía gaseando a multitudes de familias dieron la vuelta al mundo. Al día siguiente, Gérald Darmanin, ministro del Interior, culpó a los hinchas ingleses y a un hipotético flujo de "30 a 40.000 aficionados con entradas falsas", afirmación totalmente falsa.
La primera ministra Elisabeth Borne demostró que no tiene ni el perfil ni las espaldas para liderar la batalla electoral. Y los perfiles más políticos de su gobierno están marcados a la derecha, desde Bruno Le Maire hasta Gérald Darmanin que aparecieron en los medios diabolizando a Mélenchon. El 3 de junio, Macron concedió una entrevista a la prensa regional en la que explicó, contrariamente a la distinción que hizo durante las elecciones presidenciales tratando de atraer al electorado de Mélénchon: "El proyecto de Jean-Luc Mélenchon y Marine Le Pen es el desorden y la sumisión”. El 8 de junio se presentó en Clichy-sous-Bois (Seine-Saint-Denis), donde denunció el "proyecto de prohibición y de impuestos" de Nupes, que "prohibirá a los franceses cortar árboles en su propia casa", una mentira que varios medios demostraron rápidamente.
Nunca antes un presidente electo tuvo tantas dudas de obtener una mayoría en el parlamento.
Ayer los macronistas no se pusieron de acuerdo en la actitud a adoptar para la segunda vuelta respecto a los 100 duelos que confrontarán la izquierda con la extrema derecha: algunos decían “nos definiremos caso por caso”, otros afirmando “que ningún voto debe ir para la extrema derecha”...
El resultado del voto de los franceses en el extranjero, conocido una semana antes, no tranquilizó a la mayoría presidencial. Calificados en diez circunscripciones de once, la izquierda puede ganar en cinco y los candidatos macronistas han sacado, en conjunto, mucho peor puntaje que en 2017.
También hay preocupación por el futuro de los quince ministros candidatos, después de que el Elíseo recordara que los perdedores tendrán que abandonar el gobierno. Olivier Dussopt (trabajo, pleno empleo e integración), Clément Beaune (encargado de Europa) o Amélie de Montchalin (transición ecológica y cohesión territorial) están amenazados. A este panorama hay que añadir la derrota en la primera vuelta del ex ministro de educación de Macron, Jean Michel Blanquer y la del ex primer ministro de Hollande convertido en macronista, Manuel Valls.
Las últimas proyecciones de Ipsos-Sopra Steria para France Télévisions, publicadas en la noche del 12 de junio, estiman el número de escaños que puede obtener Ensemble la coalición macronista (LREM, MoDem, Horizon, Agir) entre 255 y 295 (son necesarios 289 para la mayoría absoluta). La Nupes, obtendría entre 150 y 190 escaños, y se convertiría en la primera fuerza de oposición sabiendo que actualmente la izquierda posee solo 60 diputados. Un excelente resultado pero insuficiente para imponer la “cohabitacion” al presidente. A pesar de un claro declive, Los Républicanos mantendrían entre 50 y 80 escaños y se convertirían en la segunda fuerza de la oposición (actualmente es la primera). Finalmente, el RN de Le Pen podría conseguir formar un grupo parlamentario de 20 a 45 diputados (actualmente 8 diputados). Datos obtenidos por algoritmos sofisticados que pueden ser desmentidos en función de la dinámica de lo que ocurra esta semana.
La noche del próximo domingo 19 de junio sabremos si en los cinco días de campaña que quedan, la unión de la izquierda logrará movilizar a los electores, sobre todo a los jóvenes que se abstuvieron en la primera vuelta. “Los más jóvenes deben movilizarse como lo hicieron para las elecciones presidenciales. Escuchamos que hay un deseo de algo más", dijo al diario Libération Sandra Regol, vicesecretaria nacional de los ecologistas y candidata en Estrasburgo.
Jean Luc Mélenchon por su parte terminó ayer su discurso diciendo: “Ante este resultado y la extraordinaria oportunidad que representa para nuestra vida personal y el destino de la patria, llamo a nuestro pueblo a irrumpir el próximo domingo en las urnas para rechazar definitivamente los planes nefastos de Macron como la jubilación a los 65 años."