El ensayista y polemista de extrema derecha copó las pantallas televisivas, las tapas de diarios y revistas durante las últimas dos semanas. Su presencia insolente, machacando barbaridades como que el mariscal Petain salvó de la muerte a judíos franceses, son un insulto a la inteligencia y a la verdad histórica. Aunque sus dichos no son ninguna novedad, en el marco de una campaña electoral adquieren un carácter explosivo.
Eric Zemmour detalla su ideología reaccionaria en su nuevo libro "Francia no ha dicho su última palabra", publicado el 16 de septiembre y N°1 en ventas, cuya primera edición de 200.000 ejemplares esta agotada y en curso de reedición. Básicamente el polemista - que todavía se niega a decir si se presentará a las elecciones presidenciales de 2022 - no está planteando nada nuevo: para él, la "inundación migratoria" amenaza la existencia misma de la nación francesa. “El 'gran reemplazo' no es un mito ni una conspiración, sino un proceso implacable”, escribe.
¿ En qué consiste el “gran reemplazo”? Se trata de una teoría complotista de extrema derecha, racista y xenófoba según la cual existe un proceso deliberado de sustitución de la población francesa y europea por una población no europea, originaria principalmente de África negra y el Magreb. Esta teoría fue desarrollada por el escritor de extrema derecha Renaud Camus quien desde 2010 sostiene que, gracias a las diferencias de fecundidad, los inmigrantes o los franceses de origen inmigrante tienden a convertirse en la mayoría y en constante expansión en vastos territorios de la Francia continental, y que este proceso debe conducir a una sustitución de la población al final del cual Francia dejará de ser una nación esencialmente europea.
El libro de Zemmour no pretende ser un programa de gobierno, ya que está íntegramente dedicado a esta obsesión identitaria, en el cual asume sin tapujos su misoginia y homofobia, habitual en todas sus intervenciones.
Jean Marie Le Pen apoya a Zemmour
En el reportaje realizado el 2 de octubre por el diario Le Monde, Jean-Marie Le Pen anuncia: “Si Eric es el candidato mejor ubicado del campo nacional, por supuesto, lo apoyaré. ». Un giro inesperado de quien hasta ahora había defendido a su hija Marine Le Pen y acusado a Zemmour de “alborotador” y de querer dividir el campo nacionalista.
La rival de Emmanuel Macron se ha desplomado en las encuestas por primera vez en nueve años, perdiendo diez puntos desde junio (de 26% a 16%). "Marine ha abandonado sus posiciones fortificadas y Eric ocupa el terreno que dejó", acusa el fundador del Frente Nacional, expulsado del partido en 2015 y siempre hostil a la “desdiabolización” que opera su hija con su partido. Ante el fracaso del RN (Reagrupamiento Nacional) en las elecciones regionales de junio, muchos de sus miembros dudan sobre la capacidad de Marine Le Pen de ganar las presidenciales. Con la aparición de Zemmour, la duda de que la candidata llegue a segunda vuelta, comienza a instalarse mientras que las deserciones se multiplican.
Según el mismo reportaje, un día de enero de 2020, Eric Zemmour almorzó con Jean-Marie y Jany Le Pen en el restaurant Bristol, rue du Faubourg-Saint-Honoré. La cuarta invitada es una querida amiga de la pareja: Ursula Painvin, de soltera von Ribbentrop, hija de Joachim von Ribbentrop, el ministro de Relaciones Exteriores del Tercer Reich, ahorcado en 1946 en Nuremberg. Ursula, hoy de 88 años, venera a Jean-Marie Le Pen ("Deberías clonarte", le dice) y expresa a Eric Zemmour su "amistad y admiración".
Jean Marie Le Pen nunca imaginó que el ensayista se presentaría como candidato al Elíseo. "Pero se subió a la barricada diciendo cosas que nadie se atrevía a decir excepto yo... Dice lo que pienso, pero con una audiencia mucho más amplia...la única diferencia entre Eric y yo es que él es judío, es difícil llamarlo nazi o fascista. Esto le da una mayor libertad. " concluye sin rodeos Jean-Marie Le Pen.
Elecciones legislativas y presidenciales dentro de seis meses
¿ Cómo es posible que dos candidatos de extrema derecha (uno, aún no declarado oficialmente) sumen 31% ? Las especulaciones de especialistas, políticos y periodistas destacan el fenómeno. Lo cierto es que estamos lejos del 14 de abril (primera vuelta) para que estos porcentajes se confirmen. Los partidos de derecha, incluso Macron, comienzan a preocuparse por la notoriedad y los apoyos que está teniendo Eric Zemmour. En el noticiero del canal TF1, Marine Le pen sostuvo: "Creo que Eric Zemmour es uno de los que creen en Francia. Tenemos diferencias, pero ganamos con la unidad y no con la división. Nunca lo trataré como un adversario. Creo que debería reservar sus ataques a Emmanuel Macron", dijo.
El partido Los Republicanos (derecha conservadora) decidió no incluir a Eric Zemmour en las elecciones internas del 4 de diciembre donde deben decidir quien será el candidato presidencial del partido a pesar de una fuerte presión de algunos de sus miembros, sobre todo los jóvenes, para que participe. Zemmour fue visto y fotografiado este viernes 2 de octubre por la noche dentro del local de Los Republicanos en la ciudad de Lille, en el norte de Francia, donde se iba a realizar una reunión justamente con jóvenes de ese partido... Su presencia despertó la ira de los líderes regionales de LR.
¿ Se debe debatir con Zemmour?
Mientras la clase poliíica le da vueltas a la pregunta, Jean-Luc Mélenchon le propuso a Zemmour debatir en BFMTV, un canal de noticias, lo que ocurrió el 23 de septiembre. Récord de audiencia: 3,8 millones de personas miraron la confrontación entre el candidato de la Francia Insumisa y el polemista anti-musulmán, procesado por "provocar a la discriminación racial" en 2011, "provocar odio religioso hacia los musulmanes" en 2018 e "insultar y provocar odio" contra los musulmanes en 2020.
Desde el principio del debate, Mélenchon le dijo lo que pensaba de él: “Usted es un peligro para nuestro país. Tiene una visión atrofiada de Francia...Usted es un racista, condenado por eso.”
Durante más de dos horas, Jean-Luc Mélenchon y el polemista de extrema derecha se opusieron en muchos temas - inmigración, Islam, seguridad, poder adquisitivo, lucha contra el calentamiento global…- confrontando sus visiones antagónicas de la sociedad. Zemmour insistiendo con su visión islamofóbica: “El Islam es esencialmente una religión política. No se ocupa de la interioridad de los fieles sino de las normas sociales y políticas. El Islam es una religión que compite con el código civil, (...) que no es compatible con Francia...Para mí, la delincuencia que estamos viviendo no es una delincuencia, es una jihad...es una guerra de civilización que se libra contra nosotros, una guerra de saqueos, una guerra de violaciones, una guerra de asesinatos.”
Criticado por la izquierda por haber debatido con Zemmour, el candidato de la Francia Insumisa se justificó: "Quería este debate porque estamos a siete meses de una elección presidencial, soy candidato y se deben aprovechar todas las oportunidades para convencer.” En efecto, Jean-Luc Mélenchon aprovechó este enfrentamiento para desarrollar sus propuestas: bajar la jubilación a los 60 años, bloquear los precios de la energía y ciertos productos alimenticios, salir de la OTAN o aumentar el salario mínimo a 1.400 euros. También aprovechó para desmontar el andamiaje racista y reaccionario de un casi seguro candidato de extrema derecha cuya ascensión inesperada modifica toda previsión de quien llegará al ballotage el 24 de abril de 2022.