Una feroz represión se desató este miércoles en la capital de Francia, París, cuando los manifestantes del Día Internacional de los Trabajadores fueron atacados con fuerzas policiales, que practicaron unas 15 detenciones, según las primeras informaciones.
Los sindicatos reclaman paz, justicia social, mayores salarios y mejores condiciones para los trabajadores, según un informe preliminar aparecido en el sitio Actualidad RT. Los manifestantes también exigen el fin del conflicto entre Rusia y Ucrania, un alto el fuego inmediato en Gaza y la liberación de todos los rehenes israelíes y presos palestinos.
Tensión en aumento en Francia
La tensión gremial viene en aumento en el país europeo desde hace tiempo. Ya en 2023, por el lado de la CFDT, una de las cinco mayores sindicatos franceses, su dirigente, Marylise Léon participó en Estrasburgo de un debate en el cual reclamó una Europa más protectora para los trabajadores. Por su parte, Frédéric Souillot, de otro sindicato mayoritario, Fuerza Obrera, se plegó a una lucha común por el poder adquisitivo, sobre todo en este periodo de inflación.
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La intersindical también se pronunció en los últimos meses, más recientemente, contra la ley de inmigración y la reforma del seguro de desempleo. Además, incluso sin un lema nacional, la mayoría de los sindicatos decidieron manifestarse una vez más, juntos, unidos también por un gobierno que nunca ha intentado realmente jugar la carta del diálogo social.
Parisinos protestan contra la islamofobia
Unas 2.000 personas protestó el domingo en París contra el racismo, la islamofobia y la violencia contra los niños, después de que un tribunal permitió que su manifestación siguiera adelante.
Las prohibiciones de protestas han sido más frecuentes en Francia en los últimos meses, en medio de las tensiones provocadas por la guerra de Israel contra Hamás en Gaza.
En un país que alberga grandes comunidades musulmanas y judías, las autoridades han prohibido muchas manifestaciones y concentraciones públicas propalestinas, alegando el riesgo de delitos de odio antisemita y violencia.
El domingo, los manifestantes marcharon pacíficamente desde el barrio multiétnico de Barbes hacia la plaza de la República. Muchos corearon consignas en recuerdo de Nahel, un joven de 17 años de ascendencia norteafricana que recibió un disparo mortal durante un control policial de tráfico el año pasado.
El jefe de la policía de París, Laurent Núñez, declaró a la cadena de televisión BFM TV que en un principio decidió prohibir la marcha porque, al anunciar la protesta, los organizadores habían comparado la violencia policial francesa con la guerra de Gaza, y consideró que el acto podía suponer una amenaza para el orden público. Ese argumento fue rechazado por el Tribunal Administrativo de París en una decisión por la vía rápida.