El hijo del exdictador filipino Marcos se encamina a una victoria aplastante en presidenciales

09 de mayo, 2022 | 13.05

El hijo homónimo del difunto dictador Ferdinand Marcos se encaminaba hoy a una victoria rotunda en las elecciones presidenciales celebradas en Filipinas, según un primer recuento no oficial de votos.

Ferdinand Marcos hijo obtendría más del doble de votos que su principal oponente, la actual vicepresidenta Leni Robredo, según los resultados de casi la mitad de los cerca de 70.000 colegios electorales del país, publicados por los medios locales, que citan a la Comisión Electoral y citados por la agencia de noticias AFP.

Cerca de 40 años después de que su padre fuera depuesto y enviado al exilio, Ferdinand Marcos hijo parece rumbo a restaurar el poder familiar, según las proyecciones, 15,3 millones de votos, contra 7,2 millones para su principal rival, Robredo.

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Unos 67 millones de filipinos estaban habilitados a votar en estas elecciones generales en las que se elige además vicepresidente, diputados, la mitad de los senadores, los gobernadores de provincia y otros miles de responsables locales.

Personas con mascarillas hicieron fila antes del amanecer para sufragar frente a escuelas y otros sitios convertidos en centros electorales a lo largo del archipiélago.

"Un éxito. Las largas filas son magníficas. Los filipinos querían ser escuchados", declaró George García, de la Comisión Electoral, en un mensaje a periodistas.

Marcos votó con su hermana menor, Irene, en la escuela Mariano Marcos en la ciudad norteña de Batac, de donde es oriunda su familia.

A su vez, Robredo fue recibida por simpatizantes que coreaban "Leni, Leni" cuando llegó a votar a una escuela del municipio de Magrao, en el centro del país.

Tras una áspera campaña, las encuestas de opinión ya apuntaban hace semanas a una clara victoria de Marcos.

Bajo la ley electoral filipina, el ganador es el que obtenga más votos, sin necesidad de un porcentaje mínimo de respaldo.

Desde que Robredo anunció su intención de disputar la presidencia en octubre, surgieron grupos de voluntarios en su apoyo a lo largo del país buscando convencer a los votantes.

La campaña de Marcos se esmeró en encubrir el historial brutal y corrupto del régimen de su padre y en aprovechar el desencanto de los votantes con los últimos Gobiernos.

Luego de seis años de Gobierno autoritario de Rodrigo Duterte, defensores de derechos humanos, la Iglesia Católica y analistas políticos expresaron temor de que Marcos se sienta impulsado a gobernar con aún más dureza si gana por amplio margen.

"Creemos que la crisis de derechos humanos va a empeorar en el país", declaró Cristina Palabay, secretaria general de la alianza Karapatan de derechos humanos.

Robredo, una abogada y economista de 57 años, prometió limpiar la política filipina, una democracia que arrastra una tradición de feudalismo y corrupción.

Marcos y su candidata a vicepresidenta, Sara Duterte, ambos hijos de líderes autoritarios, insistieron en que son los más calificados para unificar al país.

Cientos de miles de simpatizantes vestidos de rojo llegaron el sábado al mitin de Marcos y Duterte en Manila, en el cierre de su campaña.

Con información de Télam