La Unión Europea (UE) comenzó el desembolso de los fondos del “Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR)”. Esta herramienta diseñada por las autoridades del bloque para enfrentar la crisis económica provocada por la pandemia involucrará 672.500 millones de euros.
Según la información provista por la Comisión Europea, el dinero enviado a los socios tendrá como objetivo “mitigar el impacto económico y social de la pandemia de coronavirus; hacer que las economías y sociedades europeas sean más sostenibles y resilientes; y estén mejor preparadas para los retos y las oportunidades de las transiciones ecológica y digital”.
Durante el mes de agosto nueve países comunitarios accedieron a las ayudas previstas y entre ellos los más beneficiados fueron Italia (24.900 millones de euros), España (9.000 millones) y Francia (5.100 millones). En todos los casos, los montos corresponden al 13% del total asignado a cada socio, precisó un análisis del Centro de Economía Internacional (CEI), de la Cancillería argentina. A partir de este primer envío, los gobiernos que recibieron los fondos deberán demostrar a las autoridades comunitarias que ejecutaron las reformas e inversiones a las que se comprometieron, para poder seguir recibiendo el resto de los fondos previstos.
Para financiar la recuperación, la Unión Europea emitirá durante este año 80.000 millones de euros en bonos a largo plazo, en lo que significa la primera oferta de bonos comunitarios de la historia. Las primeras emisiones se produjeron en el mes de junio y hasta ahora han sido un éxito: ya se recaudaron 54.000 millones de euros y están previstas nuevas colocaciones en octubre y noviembre.
“En todos los casos, la demanda de bonos fue superior a la deuda ofertada”, destacó el Centro, mientras en Bruselas destacan el fuerte interés de los inversores por esos títulos con vencimiento el 4 de octubre de 2028, un cupón del 0% y un rendimiento de 0,28% en el mercado secundario. Según decidió el Consejo Europeo a fines de julio pasado, 360.000 millones de euros del MRR se destinarán a préstamos y 312.500 millones se constituirán como transferencias no reembolsables.
El criterio de reparto de esos recursos garantiza un apoyo financiero mayor a aquellos Estados miembros cuya situación económica y social se haya deteriorado más, como consecuencia de la pandemia y de las medidas de restricción de la actividad económica necesarias para combatir el COVID-19. Los fondos del MRR se asignan en dos tramos: un 70% sobre indicadores económicos anteriores a la emergencia sanitaria y el restante 30% se decidirá el año próximo con los datos que reflejen la evolución económica entre 2020 y 2022.