El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump hizo historia este martes. En medio de un operativo masivo de seguridad y prensa y acompañado por una pequeña multitud de simpatizantes, se presentó en los tribunales de Justicia del sur de Manhattan y se declaró inocente de 34 cargos vinculados a los pagos no declarados a una estrella del cine pornográfico para que no contara su relación íntima en el marco de la campaña electoral de 2016, cuando se presentaba como candidato republicano para la Casa Blanca. Tras la primera audiencia, quedó en libertad sin necesidad de pagar fianza y se dirige a su resort de Florida, Mar-a-Lago, donde hablará con la prensa.
En un comunicado publicado minutos después de esta primera audiencia, el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, defendió la imputación: "Manhattan es el hogar del mercado de negocios más importante del país. No podemos permitirnos manipular los registros para encubrir una conducta criminal."
"Yendo al sur de Manhattan, a los tribunales. Parece SURREAL, WOW, me van a arrestar. No puedo creer que esto esté pasando en Estados Unidos", escribió en su red social Truth Social mientras se trasladaba en auto por la isla con dirección a los tribunales y agregó las siglas que se convirtieron en el principal slogan de su campaña y, luego, su Gobierno: MAGA (Hagamos grande de nuevo a Estados Unidos). Cuando salió de la corte, en cambio, no hizo publicaciones ni habló con la prensa.
Es la primera vez en la historia de Estados Unidos que un ex presidente es imputado por un delito penal. Tras el shock inicial que provocó la decisión del gran jurado la semana pasada, este martes Trump tuvo que presentarse personalmente en los tribunales para que le tomen las huellas, lo procesen como a cualquier imputado, le lean los cargos, que aún no se conocen oficialmente, aunque el diario The New York Times adelantó que son 34, todos categoría E, es decir, la categoría más baja. Se lo acusa de falsificar documentos comerciales y podría tener una pena máxima de prisión de cuatro años por cada cargo.
El ex mandatario se declaró inocente de todos los cargos y, luego, el juez definió que no era necesario pagar fianza, por lo que Trump abandonó el edificio y comenzó su vuelta a Florida.
La mayoría de los especialistas en Estados Unidos descontaban que la corte optaría por esta segunda opción, no solo por el peso político que tiene un ex mandatario, sino también porque Trump ya lanzó oficialmente su candidatura presidencial para las elecciones del año próximo. Con toda esta presión encima, el juez de origen colombiano Juan Manuel Merchán decidió aceptar el pedido del equipo de Trump y no permitir que los medios cubran en vivo la audiencia, y sólo habilitó a que, al final, ingresen las cámaras de algunos pocos medios para retratar el momento.
"La solicitud de los medios debe ser denegada porque creará una atmósfera de circo en la lectura de cargos, generará preocupaciones de seguridad únicas y es inconsistente con la presunción de inocencia del presidente Trump", había argumentado el equipo legal del ex mandatario en una carta al juez Merchán, según la agencia Télam. Con la declaración de inocencia del ex presidente, el caso avanzará a un juicio, que sin dudas acaparará la atención de los medios y la sociedad estadounidense, especialmente cuando empieza a tomar fuerza el clima política pre electoral.
El ex presidente Trump habló este martes por la noche, desde su residencia en Mar-a-Lago (Palm Beach, Florida), luego de presentarse ante un juez de Nueva York por la acusación y declararse inocente de los 34 cargos por falsificación de registros comerciales. "Nuestro país se está yendo al demonio", lanzó. Acusó a los demócratas de atacarlo con investigaciones fraudulentas y sostuvo que utilizaron al sistema de justicia para ganar las elecciones. "Fueron como las de un país del tercer mundo", afirmó.
"El único crimen que cometí fue defender a nuestra nación de forma valiente de aquellos que intentan destruirla", subrayó y remarcó, en reiteradas ocasiones, que "no existe" ningún caso ni delitos reales por los cuales ser acusado. Al transformarse en el primer expresidente estadounidense en ser acusado penalmente, algo inédito en los 245 años de EE.UU. como país independiente, señaló: "Nunca pensé que algo así podía pasar en Estados Unidos". Y añadió: "Esto es un insulto a nuestro país. Ya se ríen de nosotros con nuestras fronteras abiertas, por haber dejado a la deriva a nuestros hombres en Afganistán".
Trump afirmó que el FBI "persigue constantemente" a los republicanos y apuntó contra el fiscal de la causa, Alvin Bragg: "Ahora esta interferencia electoral masiva a una escala nunca antes vista en nuestro país, comenzando con el fiscal de izquierda radical de Nueva York respaldado por George Soros". Y sentenció sobre el juez que interfiere, Juan Manuel Merchan: "Odia a Trump, tiene una esposa y una familia que odia a Trump".
"Es el momento más vergonzoso en la historia de nuestro país. Hicieron los allanamientos porque nuestro sistema de justicia no tiene ley. Lo están usando para ganar elecciones, no me ven a mi a través del prisma de la Justicia, se inventaron e intentan aplicar la ley de espionaje de 1917, donde la sanción es muerte", concluyó.
El caso
Aunque no se sabe exactamente cuáles son los delitos por los que se imputó a Trump, sí se conocen los detalles del caso. Todo comenzó con la acusación de que el entonces magnate devenido en sorpresivo candidato presidencial había pagado de manera secreta 130.000 dólares a la estrella de cine porno Stormy Daniels para que no contara la relación extramatrimonial que mantenían. La historia se complicó aún más cuando medios revelaron que el que hizo el pago fue su abogado de ese momento Michael Cohen y que luego Trump se lo habría reembolsado en forma de pago de servicios legales como parte de las finanzas de su campaña electoral.
Cohen primero declaró que le pagó a Daniels con su propio dinero y por iniciativa propia. Sin embargo, luego se contradijo -ambas veces declaró bajo juramento- y reconoció que el pago fue a pedido de Trump y que éste luego le reembolsó el dinero. En agosto de 2018, seis meses, Cohen finalmente se declaró culpable de varios delitos ante una corte de Manhattan, incluidas violaciones a la ley de financiamiento electoral por las transferencias de dinero a Daniels que tuvieron "como principal objetivo influenciar en la elección". El entonces presidente no fue imputado en este juicio, aunque tiempo después el fiscal federal de Manhattan, Geoffrey Berman, reconoció que el individuo identificado como el organizador de los pagos fue Trump, según la agencia Reuters.