Aunque todavía no fueron firmados los documentos para iniciar la transición de Gobierno en Estados Unidos, Joe Biden dio el primer paso este miércoles e invitó al mandatario opositor electo, Donald Trump. La idea parece ir de la mano de demostrar la aceptación de los resultados y el interés democrático por parte del Gobierno, tal como lo expresó la perdedora de las últimas elecciones, la demócrata Kamala Harris, en su conferencia de prensa la semana pasada.
"Nuestro principio fundamental es que nosotros aceptamos los resultados, es lo que distingue democracias de monarquías o tiranías y quien busque la confianza pública la tiene que honrarla", había dicho la vicepresidenta y ex candidata a la Casa Blanca por el Partido Demócrata.
"Queremos asegurarnos de que tengas lo que necesitas y tener la chance de charlar hoy", le dijo Biden a su antecesor y ahora sucesor ante la prensa, en el saludo protocolar. La respuesta de Trump fue escueta: "La política es dura, muchas veces no es una linda palabra, pero es una linda palabra hoy y aprecio eso mucho que que la transición será tranquila, lo más tranquila que pueda ser", en el saludo que tuvo con su sucesor y ahora antecesor ante la prensa.
Esa misma foto, pero con Trump como representante del Salón Oval debiera haberse dado hace cuatro años atrás, pero se negó. El magnate republicano jamás aceptó los resultados y criticó al sistema electoral. Hasta llevó adelante denuncias injustificadas de fraude electoral.
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"Él cree en las normas, cree en nuestra institución, cree en el traspaso pacífico del poder", dijo el martes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, sobre la decisión de Biden de invitar a Trump. "Eso es lo normal. Eso es lo que se supone que debe ocurrir".
Biden, en tanto, inicialmente se presentó contra Trump en las elecciones, pero se vio obligado a dar un paso al costado luego de su triste desempeño en el primer y único debate televisivo que mantuvieron. Ese movimiento lo llevó a presentar y a apoyar como candidata a la vicepresidenta Harris como candidata demócrata.
Ambos, además, se criticaron duramente durante años y sus respectivos equipos mantienen posturas muy diferentes en políticas que van desde el cambio climático hasta Rusia, pasando por el comercio. Biden, de 81 años, caracterizó a Trump como una amenaza para la democracia, mientras que el republicano, de 78, lo trató como "un incompetente".
Con información de Reuters