El ex presidente demócrata de Estados Unidos Jimmy Carter, de 98 años, abandonó la serie de internaciones para recibir cuidados paliativos, rodeado de su familia y en la tranquilidad de su casa. Según informó su fundación, el Centro Carter, no se someterá a una nueva operación y pasará "el tiempo que le queda en su casa".
Carter gobernó Estados Unidos entre 1977 y 1981, una época tormentosa no solo dentro del país, sino en el mundo. Mientras la mayoría de los estadounidenses que vivieron su gestión la recuerdan como una época inestable marcada por la crisis del petróleo y de los rehenes en Irán, en el exterior la imagen que quedó del ex presidente es más amable.
Firmó los tratados sobre el Canal de Panamá, los Acuerdos de paz de Camp David (tratado de paz entre Egipto e Israel), el tratado SALT II con la Unión Soviética y el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China. Además, años después y a través de documentos desclasificados, se supo que intentó poner algunos límites al apoyo -que sin embargo se mantuvo- a las dictaduras latinoamericanas de esa época, entre ellas la argentina, con Jorge Rafael Videla a la cabeza.
Fue el ex presidente estadounidense que más tiempo vivió tras dejar la Casa Blanca y, lejos de participar activamente en la política nacional -como han hecho algunos de sus sucesores-, se dedicó especialmente a los esfuerzos humanitarios en el exterior. Por esa tareas y por el rol que comenzó a cumplir su Centro Carter -especialmente en materia de observación electoral- ganó el premio Nobel de la Paz en 2002.
En el comunicado de su fundación, explicaron que Carter "ha decidido permanecer el tiempo que le queda en su casa, rodeada de su familia, donde recibirá cuidados paliativos en lugar de someterse a una intervención médica", y que esa decisión fue tomada "con el pleno respaldo de su familia y de su equipo médico".