El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que se unirá el próximo martes a la manifestación de automotrices en el Estado de Michigan. En su cuenta de Twitter, el primer mandatario del país ubicado en Norteamérica pidió un "acuerdo en el que todos ganen".
El sindicato United Auto Workers (UAW) de trabajadores automotrices de Estados Unidos anunció el viernes que ampliará la huelga en General Motors (GM) y Stellantis (la ex-Chrysler), dos de los "Tres Grandes" de Detroit, donde las negociaciones por aumentos salariales "están estancadas".
"Como hemos dicho durante semanas, no vamos a esperar eternamente para obtener contratos justos en los Tres Grandes", expresó el presidente del UAW, Shawn Fain en una sesión informativa. "Invitamos y alentamos a cualquiera que apoye nuestra causa a unirse a nosotros en el piquete, desde amigos y familiares hasta el presidente de Estados Unidos", señaló y agregó: "La forma en que pueden ayudar es construir nuestro movimiento y mostrarles a las empresas que el público nos apoya".
Así, Fain anunció una huelga de los 38 centros de distribución y repuestos estadounidenses de General Motors y Stellantis, donde las negociaciones están estancadas. Sin embargo, no amplió el paro en Ford, donde todavía hay lagunas importantes pero que ha ofrecido importantes concesiones desde que se inició la huelga el 15 de septiembre, consignó la agencia de noticias AFP.
Fain detalló que Ford había mejorado propuestas anteriores al restablecer una medida sobre el costo de vida que había sido suspendida en 2009. La empresa también ofreció un sistema mejorado de participación en las ganancias y concedió al sindicato el derecho de huelga por el cierre de plantas. "Aún no hemos terminado en Ford", mencionó el presidente del sindicato. Aunque, reconoció "que Ford se toma en serio el deseo de llegar a un acuerdo", señaló.
La estrategia del UAW de ampliar gradualmente su acción es parte de lo que Fain ha denominado la "huelga de pie" -en alusión a la histórica huelga de "sentados" del UAW en la década de 1930- que apunta a maximizar la influencia negociadora del sindicato debido a la riesgo de que se eliminen plantas adicionales. Bajo el liderazgo de Fain, el UAW ha adoptado una postura agresiva en las conversaciones, acusando a las empresas de "codicia corporativa" y criticando los salarios de los directores generales de los "Tres Grandes", de más de 20 millones de dólares cada uno. El UAW busca aumentos salariales del 40%, que igualarán los aumentos promedio de los directores generales durante los últimos cuatro años.
"Iré a Michigan el martes para unirme al piquete y solidarizarme con los hombres y mujeres de la UAW mientras luchan por obtener una parte justa del valor que han ayudado a crear", expresó hoy el presidente Joe Biden. "Es hora de que todos ganen y que se mantenga la producción automovilística estadounidense prosperando con empleos sindicalizados bien remunerados", añadió en un mensaje en su cuenta de Twitter, sobre la huelga contra GM, Ford y Stellantis por la renovación del contrato de trabajo, consignó la agencia de noticias ANSA.
La huelga, que ya lleva una semana, hasta ahora ha tenido un efecto limitado en las ganancias de las empresas, al tiempo que ha introducido nuevas presiones sobre los proveedores de piezas de automóvil de los "Tres Grandes". El UAW representa a casi 150.000 trabajadores de la industria automotriz estadounidense.
Hasta ahora, las tres empresas con sede en Detroit presentaron propuestas que ofrecían un aumento salarial del 20% durante la vigencia del convenio, pero mantenían la semana laboral de 40 horas. Esta es la primera vez en la historia que se convoca una huelga a la vez en las fábricas las tres principales empresas automovilística.
Con información de Télam