El presidente del Partido Republicano de Texas, Matt Rinaldi, convocó a un referéndum para convertir al estado estadounidense en una nación independiente. Texas es el segundo estado más poblado de Estados Unidos con 29 millones y medio de ciudadanos y su gobernador es Greg Abbott, quien pertenece al ala más conservadora del Partido Republicano. Actualmente, desde el partido reclaman su soberanía ya que no reconocen el mandato de Joe Biden.
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En la convención bienal del Partido Republicano de Texas, que se celebró en junio, los conservadores pidieron que se apruebe un proyecto de ley para que se vote en los comicios texanos de 2023, y así "reafirmar su condición como nación independiente".
En esta convención, el Comité de Plataforma Permanente del Partido Republicano de Texas presentó una resolución en la que afirma que las elecciones de 2020 “violaron” la Constitución.
De acuerdo al apartado sobre "Soberanía estatal", el Partido Republicano incluyó en la declaración final de la Convención, el siguiente punto: "El gobierno federal ha afectado nuestro derecho de autogobierno local. Por lo tanto, la legislación exigida por el gobierno federal que infringe los derechos de la Décima Enmienda de Texas debe ignorarse, oponerse, rechazarse y anularse".
“Texas retiene el derecho a separarse de los Estados Unidos, y la Legislatura de Texas debería ser llamada a aprobar un referéndum consistente con ello”, se lee en el documento
Según informó el medio local Texas Public, el presidente Joe Biden recibió 81,284,666 votos en las elecciones de 2020, cerca de 7 millones más que Trump. Biden también ganó 306 votos en el Colegio Electoral, mientras que Trump solo obtuvo 232. No hay evidencia de fraude electoral generalizado en las elecciones presidenciales de 2020 e incluso múltiples auditorías independientes confirmaron la victoria de Biden, incluida una en Texas, que se lanzó después de que Trump pidiera públicamente al estado que lo hiciera.
Texas ya fue independiente en dos ocasiones a lo largo del siglo XIX: en 1836 y 1861, en ambas ocasiones durante nueve años, hasta su reincorporación al país. Se declaró independiente de México en 1836 y pasó nueve años como una nación separada bajo el nombre de República de Texas, antes de que Estados Unidos la anexara en 1845.
En 1861, se separó del país antes de volver a convertirse en estado en 1870, tras el fin de la Guerra Civil. La cuestión de si Texas podía separarse legalmente de la República fue efectivamente resuelta por el fallo de la Corte Suprema Texas vs. White en 1869. En ese momento, la Corte definió que ningún estado puede independizarse de manera unilateral y sin el consentimiento expreso de los demás estados.
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