Según información de The Washington Post, el FBI encontró información sobre las capacidades nucleares y la defensa militar de un gobierno extranjero en uno de los documentos considerados secretos que fueron incautados por dicha agencia en la residencia del expresidente estadounidense Donald Trump en Mar-a-Lago, Florida. El allanamiento se llevó a cabo el pasado 8 de agosto y a fines del mismo mes, el Departamento de Justicia lo acusó por "obstruir" una potencial investigación contra el ex mandatario.
El reconocido periódico señaló en un informe que los archivos tenían una reserva de confidencialidad muy alta, tanto así que solo el presidente y los funcionarios del Gabinete más cercanos podían autorizar su acceso a otros miembros. Es decir, requerían permisos especiales sobre la base de que exista la necesidad de conocerlos. De todas formas, según la agencia de noticias AFP, el informe no mencionaba al país cuya defensa y capacidad nuclear se citaba en los documentos secuestrados.
Desde el Departamento de Justicia de los Estados Unidos sostienen que los documentos ultrasecretos "probablemente se ocultaron" con el objetivo de obstruir la investigación del FBI sobre el posible mal manejo de materiales clasificados por parte del expresidente Trump. "Incluso el personal de contraespionaje del FBI y los abogados del Departamento de Justicia que realizaban la revisión requirieron autorizaciones adicionales antes de que se les permitiera revisar ciertos documentos", señalan en el expediente judicial.
El allanamiento, realizado a principios del mes de agosto, se produjo luego de una revisión de registros "altamente clasificados" que el propio Trump entregó a las autoridades en enero pasado. Allí se descubrieron un total de 15 cajas, que fueron requisadas y que contenían 184 documentos marcados como "confidenciales, secretos o ultrasecretos". Tras las indicaciones del FBI, el abogado del ex presidente entregó 38 documentos clasificados adicionales y una declaración jurada asegurando que era el último material.
"El Gobierno tiene evidencias de que los registros probablemente se ocultaron, se retiraron de la sala de almacenamiento y se tomaron medidas para obstruir la investigación", manifestó Jay Bratt, responsable de contrainteligencia del Departamento de Justicia, hace una semana. La operación del FBI estuvo motivada por las posibles violaciones de Trump de la Ley de Registros Presidenciales, que obliga a todos los mandatarios a devolver los documentos presidenciales una vez que abandonan su cargo.
Cabe recordar que el pasado 3 de junio, agentes del FBI y un fiscal se desplazaron a la casa de Mar-a-Lago donde les fue entregada una carpeta con otros documentos oficiales supuestamente recién encontrados y que no formaban parte de esas 15 cajas.
Con información de Télam.