La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el sábado un proyecto de ley de financiación presupuestal temporal en un paso clave para evitar un cierre del gobierno federal. Antes del final del día, el Senado tiene que hacer lo propio para que llegue al presidente, Joe Biden, y efectivizar la medida.
Los miembros de la Cámara llegaron a un acuerdo y votaron 335-91 para aprobar una medida de financiación por 45 días destinada a mantener al gobierno en funcionamiento, en un último esfuerzo para evitar la parálisis del Gobierno o lo que en inglés llaman shutdown.
El portal CNBC, informó que el proyecto de ley provisional no incluye nueva ayuda para Ucrania debido a las objeciones de algunos conservadores, algo sobre lo que la administración Biden advirtió que "tendría graves consecuencias para la guerra". De hecho, según la CNN, un alto funcionario del Pentágono dijo a los legisladores el viernes que el Departamento de Defensa “agotó casi todos los fondos de asistencia de seguridad disponibles para Ucrania”, ofreciendo duras advertencias sobre los efectos en el campo de batalla de no aprobar nueva asistencia.
La resolución continua es un proyecto de ley de gasto temporal que permitiría que las operaciones del gobierno federal continúen a pesar de que el Congreso y el presidente Joe Biden no han aprobado las asignaciones finales.
¿Qué es un shutdown o cierre de gobierno?
Un cierre de gobierno ocurre cuando el Congreso no logra aprobar un plan de financiamiento que sea promulgado por el presidente. Se supone que los legisladores deben aprobar 12 proyectos de gastos para financiar agencias de todo el gobierno, pero el proceso lleva mucho tiempo.
La financiación del gobierno expira el 1° de octubre, cuando inicia del año presupuestario federal. Ahora se aprobó la extensión temporal para permitir que el gobierno siga funcionando.
Cuando no se promulga un presupuesto, las agencias federales frenan todo trabajo no esencial y no envían cheques de pago mientras dura el cierre. Aunque los empleados considerados esenciales para la seguridad pública, como los controladores de tráfico aéreo y los agentes del orden, todavía tienen que presentarse a trabajar, otros empleados federales permanecen de licencia. Según una ley de 2019, esos trabajadores reciben pagos atrasados una vez que se soluciona el tema presupuestario
Cómo podría impactar la falta de presupuesto
A horas de la fecha límite, Estados Unidos se prepara para una nueva paralización de servicios públicos: los funcionarios ya fueron notificados el jueves de la inminente situación. La mayoría de los parques nacionales estadounidenses, como Yosemite o Yellowstone, permanecerán cerrados y también se prevé una grave perturbación del tráfico aéreo, ya que los controladores y funcionarios de la agencia de seguridad del transporte dejarán de recibir su salario.
Además, unos siete millones de mujeres y niños podrían verse privados de ayuda alimentaria, según la Casa Blanca.
Por el contrario, continuarán funcionando los considerados "servicios esenciales" como protección de fronteras, cuidados médicos hospitalarios, control del tráfico aéreo, aplicación de la ley o mantenimiento de la red eléctrica. Cada semana con el Gobierno federal paralizado, le costaría al PBI estadounidense 0,2 puntos de crecimiento en el cuarto trimestre, según economistas del banco de inversión Goldman Sachs.
En tanto, cientos de miles de empleados federales carecerán de los fondos necesarios para realizar su trabajo si las dos cámaras no envían una ley de gastos para que el presidente demócrata Joe Biden la firme antes de las 12:01 horas (0401 GMT) del domingo. Las agencias federales ya elaboraron planes detallados que especifican qué servicios deben continuar, como los controles aeroportuarios y las patrullas fronterizas, y cuáles deben cerrarse, como la investigación científica y la ayuda nutricional a 7 millones de madres pobres. La mayoría de los más de 4 millones de empleados del Gobierno no cobrarían, trabajasen o no.
Un vocero del Departamento de Estado alertó de que es necesario mantener, además de la ayuda financiera a Ucrania, la asistencia humanitaria en el mundo, los fondos dedicados a la crisis migratoria o la lucha contra el crimen en África.