La pulseada de poder dentro del principal partido de oposición de España, el Partido Popular (PP), quedó al desnudo cuando miles de seguidores de la jefa de gobierno regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, rodearon la sede de la fuerza política en la capital para apoyarla y pedir la renuncia del presidente del PP, Pablo Casado, quien hizo circular en la prensa local que mañana convocará a la dirección partidaria para una reunión que podría ser clave en esta crisis.
La crisis en el seno del PP cobró estado público esta semana cuando dos diarios informaron que la dirección partidaria había contratado una agencia de detectives para espiar al hermano de Díaz Ayuso para comprobar si había recibido una comisión por una compra de barbijos por parte de la Comunidad de Madrid, que fue adjudicada directamente, sin licitación, en los primeros días de la pandemia de coronavirus. En otras palabras, si su hermana lo había favorecido económicamente.
La Presidencia del PP negó inmediatamente que hubiera realizado tareas de espionaje, pero una agencia privada de investigadores afirmó al día siguiente que había sido contactada por dirigentes del partido y que no había aceptado el trabajo. Por su parte, Díaz Ayuso admitió que su hermano recibió una comisión equivalente a unos 63.000 dólares por asegurar la provisión de tapabocas, pero aseguró que se trató de una operación legal. El viernes pasado, Casado hizo saber que aceptaba las explicaciones de la alcaldesa madrileña.
El trasfondo de esta pelea son las aspiraciones de ambos para encabezar las candidaturas del partido en las próximas elecciones generales, que se deben convocar como muy tarde a finales del año próximo y en las que el liderazgo del PP cree que tiene chances de recuperar el poder y poner fin al gobierno socialista de Pedro Sánchez y su alianza con la fuerza de izquierda Unidas Podemos.
Mientras se espera la confirmación de la convocatoria de Casado a una reunión de la dirección del PP mañana, cerca de 3.500 manifestantes que portaban banderas españolas bloquearon las calles aledañas a la sede del partido fueron a la sede del partido en Madrid para expresar su apoyo a la alcadesa en la pulseada: "Casado, dimisión; Ayuso, presidente" y "Casado, fracasado", gritaron.
Desde el oficialismo socialista, en tanto, no quieren que la denuncia de corrupción contra Díaz Ayuso quede enquistada en la interna del PP. Por eso, el secretario general del PSOE en Madrid, Juan Lobato, anunció que la próxima semana llevará ante la Fiscalía cuatro nuevos contratos vinculados con el hermano de Ayuso, según publicó el diario El País. Además, otras fuerzas opositoras al PP en la capital aseguraron que hay indicios de corrupción y prometieron seguir presionando para que se investigue.
Con información de Télam