Nuevas inundaciones golpean a España, esta vez al sur de la ciudad de Málaga y al este de Tarragona, a dos semanas de las lluvias y tormentas que provocaron repentinas crecidas y desbordamiento de ríos en Valencia y otras parte del país y que dejaron, a su vez, un total de 200 muertes y destrucción de viviendas. De esta manera, se confirma la llegada de DANA a ambas localidades mientras la Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) emitió el miércoles por la mañana alertas rojas para el este de Tarragona y el sur de Málaga, con previsión de lluvias torrenciales de hasta 180 milímetros por metro cuadrado en un plazo de 12 horas, que podrían provocar el desbordamiento de ríos e inundaciones repentinas.
El jueves se emitieron alertas naranjas para el sur de Granada y la zona costera de Valencia, desde Denia hasta Sagunto, donde se preveía una precipitación de entre 40 y 120 milímetros. Se prevén vientos de hasta 119 kilómetros por hora y mar gruesa en Tarragona, Barcelona y Murcia. Por su parte, los servicios de emergencia de Málaga han desalojado a 3.000 personas de viviendas con alto riesgo de inundación cerca del río Guadalhorce, al oeste de la ciudad, y en otras zonas han pedido a los ciudadanos que busquen terrenos más elevados.
A su vez, se han suspendido las clases en los colegios de Málaga, Valencia y algunos municipios de Cataluña. Dos líneas de metro han sido cerradas o parcialmente cerradas en Málaga, junto con tres carreteras consideradas en riesgo de inundaciones repentinas. Mientras tanto, en Valencia, donde el gobierno regional y la Cruz Roja repartieron chaquetas y mantas, se cerró el puerto de carga y pasajeros de Gandía y las finales del torneo de tenis Billie Jean King de Málaga se aplazaron al viernes.
La ministra española de Trabajo, Yolanda Díaz, y los sindicatos recordaron a los trabajadores que no estaban legalmente obligados a ir a trabajar si las condiciones meteorológicas no les permitían hacerlo.
Cabe destacar que las medidas de emergencia llegan después de fuertes críticas, principalmente a las autoridades locales, pero también al Gobierno nacional de Pedro Sánchez, por su nivel de preparación y advertencias a los ciudadanos sobre la tormenta del 29 de octubre y las inundaciones resultantes.
En Valencia, el impacto de la lluvia podría ser grave debido a las importantes cantidades de lodo que ya hay en el suelo y al estado de la red de alcantarillado, dijo el martes a la prensa Rosa Tauris, portavoz de su comité de emergencias.
Muchos municipios de las zonas afectadas por las inundaciones cancelaron todas las actividades no esenciales, dijeron a los ciudadanos que trabajaran desde casa y siguieran las actualizaciones de los servicios de emergencia, además de pedir a los voluntarios que suspendieran las operaciones de limpieza y el apilamiento de sacos de arena para mayor protección.
César Cabrera, trabajador de alcantarillado de Pamplona que está prestando servicio en el municipio valenciano de Paiporta, afectado por las inundaciones, dijo que estaban trabajando a contrarreloj para desatascar los desagües por si los ríos volvían a desbordarse. "Estamos limpiando todo lo posible para que no se complique, intentando que el agua pueda fluir", dijo. "Esperemos que no llueva mucho y poder controlar un poco la situación".
Las tormentas que se avecinan también obligaron a suspender las labores de rescate de los equipos que siguen buscando desaparecidos frente a las costas de Valencia, según informó el servicio de salvamento marítimo español.
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Hallados los cuerpos de dos niños desaparecidos en Valencia
La Guardia Civil confirmó, este mismo miércoles, que se han encontrado los cadáveres de dos hermanos desaparecidos en las inundaciones que asolaron hace dos semanas la región de Valencia, en el este del país. Se trata de Rubén e Izan Matías Calatayud, de 3 y 5 años, fueron encontrados en distintos lugares cerca de Catarroja, a casi 10 kilómetros río abajo de su casa en Torrent, donde desaparecieron cuando las inundaciones golpearon el 29 de octubre.
Su tía, Bárbara Sastre, dijo a TVE que la madre de los niños estaba trabajando en Valencia y su padre estaba con ellos en la casa familiar cuando se produjo la riada a las 18:30 horas. "Los tres salieron despedidos por el agua", relató. Su padre —cuyo nombre no ha sido confirmado— intentó agarrarse a ellos, pero fueron arrastrados por la marea de agua, informó la agencia estatal de noticias EFE. El hombre sobrevivió agarrándose a un árbol y permaneció allí durante cuatro horas antes de ser rescatado, tras sufrir graves heridas.
"La familia está destrozada. Estamos agotados mentalmente, porque son muchos días y son muy pequeñitos", había dicho antes del hallazgo.
Hasta el martes, las autoridades confirmaron un total de 223 personas muertas hasta el momento en las inundaciones del 29 de octubre, mientras que 17 permanecían desaparecidas. En ese marco, durante las últimas horas, se dio un nuevo aviso de tormenta mantiene en alerta a la Comunidad Valenciana y a otras zonas de la costa española, incluida la ciudad de Málaga, en el sur del país. Por esa razón, los servicios de emergencia desalojaron a personas de viviendas con alto riesgo de inundación.
Con información de Reuters.