El líder del Partido Popular (PP) de España, Pablo Casado, se negó a renunciar tras la crisis abierta en el seno de la formación, que incluye una denuncia de espionaje, y convocó hoy a una reunión del máximo órgano partidario para el próximo lunes, con el objetivo de medir fuerzas.
La decisión de Casado se produjo luego de una tensa reunión del comité de dirección entre pedidos de convocatoria de un congreso extraordinario por parte de las principales figuras del PP, como el presidente del gobierno regional de Galicia, Alberto Núñez Feijoó, y un día después de que varios miles de personas se concentraran frente a la sede del partido y solicitaran su dimisión.
"El problema no es menor, no hemos zanjado la crisis, y cuando no se zanja una crisis en el primer tiempo, la debemos de zanjar en el segundo y definitivo porque no podemos seguir así durante muchas semanas", afirmó Feijóo, según la agencia de noticias ANSA.
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Además, pidió tomar decisiones que "no serán fáciles, serán complejas, pero deben ser urgentes".
La Junta Directiva Nacional, a la que convocó Casado para el lunes, es el único organismo habilitado a ordenar un congreso extraordinario.
La crisis en el seno del PP (conservador y primera fuerza nacional de oposición al socialismo gobernante) cobró estado público el miércoles pasado, cuando dos diarios informaron que la dirección partidaria había contratado una agencia de detectives para espiar al hermano de la jefa del gobierno regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con quien Casado está enfrentado.
El PP negó inmediatamente que hubiera realizado tareas de espionaje, pero una agencia privada de investigadores afirmó al día siguiente que había sido contactada por dirigentes del partido y que no había aceptado el trabajo.
Las autoridades del PP buscaban comprobar si el hermano de Díaz Ayuso recibió una comisión por una compra de barbijos por parte de la Comunidad de Madrid, que fue adjudicada directamente, sin licitación, en los primeros días de la pandemia de coronavirus.
La jefa del gobierno regional de Madrid admitió que su hermano recibió una comisión equivalente a unos 63.000 dólares por garantizar la provisión de tapabocas y aseguró que se trató de una operación legal.
A finales del año pasado, el PP habría amenazado a Díaz Ayuso, la presidenta regional con más peso del partido, con publicar el caso de la adjudicación de la compra de mascarillas si ella no desistía de liderar el PP de Madrid.
"No ha habido una guerra Ayuso-Casado, nunca he pretendido sustituirle; mi sitio es Madrid y la Comunidad (región) de Madrid es demasiado importante como para andar jugando o entender que es poco", dijo hoy la dirigente.
Con información de Télam