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La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, fijó hoy el 19 de octubre de 2023 como fecha de un nuevo referendo para decidir la independencia del Reino Unido y si bien aclaró que está "lista y preparada" para negociar con Londres, adelantó que la consulta se realizará aunque no consiga un consentimiento.
Hablando en el Parlamento escocés, la también líder del SNP (Partido Nacionalista Escocés), dijo que el proyecto de ley del referendo preguntará si Escocia debe ser un país independiente.
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Escocia ya efectuó un plebiscito sobre la independencia en 2014, donde los partidarios del "no" ganaron con el 55% de los votos, debido a que no querían quedarse fuera de la Unión Europea (UE) si se separaban del Reino Unido, que por entonces pertenecía al bloque europeo.
Pero según el SNP, esa situación cambió tras el Brexit, porque ahora el objetivo es que Escocia se adhiera nuevamente al bloque comunitario como Estado independiente.
Pero el Gobierno del Reino Unido se mantiene firme en su opinión de que "ahora no es el momento" y que solamente se puede celebrar un plebiscito de este tipo una vez cada 30 años.
En ese sentido, Sturgeon aseguró que está "lista y preparada" a negociar con el Gobierno del primer ministro Boris Johnson los términos de la celebración de la consulta.
Además, dijo que escribirá a Johnson para pedirle el consentimiento formal para la celebración de la votación, pero aclaró que será un proceso "legal" y que esto no es negociable, lo que significa que intentará celebrarla aún sin una aprobación del Gobierno británico.
En ese sentido, la líder independentista también señaló que tiene un "mandato democrático" para celebrar la votación, ya que los partidos que apoyan la independencia, como el SNP y el Partido Verde, tienen una mayoría en el Parlamento de Escocia.
"Francamente, el Gobierno del Reino Unido no está en condiciones de dar lecciones a ningún otro país sobre la necesidad de respetar las normas democráticas si está empeñado en tratar de frustrar la democracia en nuestro hogar", añadió, según consignó la cadena BBC.
"El Reino Unido es una asociación de consenso o no es una asociación digna de ese nombre. El control de Westminster sobre Escocia no puede basarse en otra cosa que no sea una asociación consentida y voluntaria", agregó.
Dijo que es hora de "dar a la gente la opción democrática que votaron, y luego con la independencia construir un país más próspero y más justo en una verdadera asociación de iguales entre Escocia y nuestros amigos en el resto del Reino Unido".
Adelantó que ya pidió al Lord Advocate, jefe de los procuradores de la justicia escocesa, que pregunte al Tribunal Supremo si el Parlamento en ese territorio tiene poder para legislar un referendo de consulta sobre la independencia.
Dependerá del tribunal si acepta la solicitud, pero no hay una fecha para la decisión.
La primera ministra agregó que esperaba que el Tribunal fuera capaz de "aportar claridad y seguridad jurídica de manera oportuna" en lugar de tener un proceso prolongado y sostuvo que si dictamina que Holyrood (Parlamento escocés) no tiene poder para celebrarlo, las próximas elecciones generales se convertirían en un "referéndum de facto" en el que el SNP se presentaría con una única cuestión de independencia.
Sin embargo, si el tribunal falla a favor del Gobierno escocés, Sturgeon indicó que se movilizaría rápidamente para aprobar un proyecto de ley para concretarlo.
Un portavoz del primer ministro británico por su parte, respondió que de todas maneras el Gobierno británico "estudiará cuidadosamente los detalles" de la propuesta de Sturgeon, pero sostuvo que su opinión sobre el referendo se mantiene sin cambios.
La prioridad tanto nuestra como del Gobierno escocés debería ser trabajar juntos con un enfoque implacable en los temas que sabemos que son importantes para la gente de todo el país, subrayó.
"Estudiaremos cuidadosamente los detalles de la propuesta y la Corte Suprema ahora considerará si acepta la remisión del Lord Advocate del gobierno escocés", afirmó.
Mientras tanto, los líderes de la oposición en el Parlamento escocés, instaron a Sturgeon que debería dejar de obsesionarse con otro referendo y abordar los problemas apremiantes que enfrenta el país.
Con información de Télam